A primeros de marzo, tuvimos ocasión de visitar estas dos maravillosas estaciones en un mismo fin de semana. Se encuentran en la misma zona e incluso comparten un mismo forfait, pero ofrecen dos experiencias completamente diferentes.
Gstaad, es una estación tan exclusiva como Zermatt, Sant Mortiz o Davos y tanto en invierno como en verano es el destino preferido de muchas estrellas de fama mundial y personajes de la realeza europea; sin embargo, las numerosas aldeas en sus alrededores ofrecen opciones de alojamiento bastante asequibles.
El amanecer desde el hotel Solsana es tan impresionante como este, al fondo del todo se puede ver el pico de Diablerest, mas cerca las pistas de Gstaad...
El cementerio de Gstaad parece que si es un sitio en el que descansar en paz
La estación ofrece un amplísimo dominio esquiable, conocido como “Gstaad Mountain Rides”, nada más y nada menos que 220 kilómetros de pistas perfectamente preparadas. La estación es muy tranquila, ideal para disfrutar en familia o en pareja, desde luego no la más radical para el fuera de pista o las grandes juergas nocturnas.
Quizá por ello, el eslogan de Gstaad es “Come Up, Slow Down”, un juego de palabras en inglés que viene a decir, “Sube y Relájate”. Eso es precisamente lo que hicimos nosotros…
Gstaad destaca por sus pistas amplias y bien pisadas, perfectas para hacer carving...
Salimos el viernes desde Lausanne, y en poco más de hora y media estábamos haciendo el “check in” en el Hotel Solsana. Situado en una de las laderas más soleadas,ofrece unas vistas espectaculares y cuenta con un personal súper amable que hizo muy grata nuestra estancia.
El hotel solsana, muy recomendable, soleado todo el dia, ofrece todas las comodidades y unas vistas espectaculares...
El sábado a primera hora, con un día frio y soleado, nos dirigimos a explorar la zona de Saanerslochgrat, un área de 105 kilómetros de pistas que recorrimos acompañados de un guía local, Jochen, un tipo muy simpático que, como su padre, combina su trabajo como profesor de esquí durante el invierno, con su trabajo en la granja familiar el resto del año. Pastores que hablan cuatro idiomas y esquían de maravilla… cosas de Suiza.
Nuestro guia local, granjero y profesor de esqui, un tipo majisimo con el que pudimos explorar buenos fuera de pista en Gstaad
Aprovechamos su compañía por la mañana para hacer un par de fuera de pistas muy buenos. El resto del día los exprimimos enlazando telesillas y haciendo mucho carving. Hacía mucho tiempo que no esquiába tanta pista.
Por la noche vamos a reponer fuerzas, al Lodge Sannewald, un lugar muy especial y acogedor, vintage, con mucha personalidad. De nuevo un personal muy simpático que nos hizo sentir como en casa antes incluso de llegar. Un par de chichos que trabajan en el lodge, nos rescataron en su todoterreno cuando nos encontraron de camino, patinando en nuestro coche de tracción delantera.
El Sannelwald lodge, uno de los apre ski con mejor ambiente, lo tiene todo, hotel, restaurante, terraza, sauna, villar, etc...
Dejar el coche abajo y subir en su Land Rover fue una suerte, ya que después una deliciosa fondue (el plato montañés por excelencia aquí), nos ofrecieron un par de trineos y unas frontales para bajar por nuestra cuenta.“Al llegar abajo dejad los trineos en el garaje, que está abierto; disfrutad de la bajada”. Eso hicimos, fue divertidísimo.
LES DIABLERETTES
Después de un sábado intenso en las pistas de Gstaad, el domingo con mono de freeride y esquí de montaña, nos fuimos al glaciar de Les Diableretes muy prontito.
La carretera es espectacular, y el coll du Pillon es un puerto mitico para ciclistas durante la primavera y el verano
D10. El glaciar visto desde el pubelo de Diablerets
Este es uno de esos “secret spots” de Suiza, que los locales se cuidan mucho de que no se divulgue en exceso para que no pierda su carácter íntimo y autentico. Conocemos ya unos cuantos de estos, los de la categoría “top secret” aun no nos atrevemos a ‘reportajearlos’…
D2. La espectacular vista de los alpes desde la estacion superior del telecabina que da acceso al Glacier 3000
En las espectaculares repisas de Diableret cuelga el refugio de Lespace, gestionado porRoland Beer. Esta es una visita obligada, sobre todo para quien quiera ver una de las poquísimas parejas de quebrantahuesos de los Alpes que anidan y vuelan junto al refugio.
El conjunto de la estación ofrece terrenos alternativos para todos tipo de esquiadores, desde las suaves pistas de la parte superior del glaciar hasta fueras de pista muy potentes que bajan ala estación intermedia y hasta la carretera.
En la estación superior del teleférico está la atracción más reciente, el “Peak Walk”, el puente colgante más elevado del mundo, y el único que une dos cumbres. En el minuto 01:36 del video se puede ver la espectacular pasarela en la parte superior derecha…
Con perfecta ‘meteo’ y calidad de nieve aprovechamos la mañana para esquiar varias veces hasta la estación intermedia ¡Esta increíble!. Nuestra idea,sin embargo,es subir a la cumbre del glaciar fuera del dominio esquiable. Nos damos cuenta de que no hay tiempo para más bajadas. Si queremos hacer cima hay que ponerse a subir cuanto antes, así que volvemos al remonte más alto y allí montamos las pieles.
D6. Una espectacular arista que en la primera mitad de la ascension
La excursión es muy fácil y segura, con un par de pasos técnicos bien equipados con cuerda fija. Es tan fácil y seguro que, de una forma estúpida, me rompo entero un dedo de la mano izquierda al terminar el primer rapel. ¡Duele de coj****! Con la mano enterrada en nieve para calmar el dolor, me imagino a mi buen amigo Ale Ponce preguntándome lo de “somos soldados o bailarinas?”… ¡Soldados claro! Así que me meto el guante con mucho cuidado y empezamos el tramo largo, completamente solos,abriendo traza en una nieve polvo, dura y venteada.
D11. Remedio casero con cinta americana para poder aguantar el baston en la bajada, y resultado de los rayos x
Ya en la parte superior, muy suave y segura, con la increible panoramica al fondo, donde se pueden apreciar perfectamente el Cervino, el Jungfrau entre muchas otras cumbres de mas de 4000 metros
En la segunda mitad de la ascensión nos cruzamos con un solitario local que esta ya de bajada y nos avisa de que arriba hace viento y hay mucho hielo. Efectivamente, al llegar a la arista cimera nos tenemos que abrigar más, estamos expuestos al viento, pero la parte positiva es que ya nada nos bloquea la vista hacia el oeste. Ahora podemos verlo absolutamente todo: el lago Leman abajo a la derecha, enfrente nuestro el imponente macizo del Montblanc, más a la izquierda el Dent du Midi, el Jungfrau, el inconfundible Matterhorn y el Monte Rosa. Desde aquí se pueden ver con una perspectiva única, casi todas las cumbres de los Alpes.
Natalie celebrando su cumpleanos con este destrepe de camino a cumbre
La cruz de cumbre “Sommet des Diablerets” que marca los 3210m de altura, el techo del canton de Vaud.
No nos podemos entretener mucho; vamos pillados de tiempo. Con cinta americana (esa que lo arregla todo) aguanto la mano rota al bastón izquierdo, y empezamos a bajar pegados al flanco izquierdo para evitar las grietas de la derecha que, aunque no se ven, sabemos que esta ahí.
Al acceder a la parte civilizada de la montaña nos damos cuenta de no queda nadie, somos los últimos. (No será la última vez que nos pasa).
El pister (por definición, buena gente) nos pide una moto para que nos pegue un tirón y podamos salir de allí a tiempo. Con la mano rota opto subir a la moto, y en cinco minutos nos sueltan en la zona alta. Desde allí tendremos que darnos muchísima prisa para llegar al coger los dos telesillas que enlazan con la estación intermedia. No hay tiempo para grabar más, si nos quedamos “tirados” aquí nos tocara foquear hasta el anochecer…
D11. Desde el glaciar hasta la estacion intermedia o la carretera, Diablerets ofrece un terreno impresionante para el freeride con una nieve que se conserva muy bien hasta bien entrada la primavera
A mitad de bajada, vemos que ya se para el primer telesilla al llegar abajo solo unos minutos más tarde, el operario se apiada de nosotros y lo vuelve a poner en marcha. En el segundo no tenemos tanta suerte. El tipo que lo maneja tiene cara de pocos amigos y tiene bloqueados los tornos. Una pareja de locales, que bajan de hacer parapente con esquís, están en la misma situación que nosotros y, entre los cuatro, conseguimos convencer al tipo de que nos deje subir en la silla. Al final podemos coger el último teleférico de bajada, solos los cuatro con el tipo que maneja la cabina. El operario parece complice, los cuatro bajamos con la sensacion de habernos salido con la nuestra, habiendo apurando el dia hasta el final!
De regreso a Lausanne voy directo a urgencias. Los rayos X confirman una soberana fractura que, escayolada, tardará de cuatro a seis semanas en soldar. Con paciencia habrá que esperar al mediados de abril programar la mejor época de temporada de esquí - la primavera - y las ascensionesque tenemos programadas con esquís de montaña a los cuatromiles suizos.
Os lo contaremos aquí en nevasport.
Un abrazo desde Lausanne, Suiza.
Ignacio Delgado
A pesar de la lesion, nacho (corresponsal de nevasport en Suiza) pudo grabar y editar un buen video y se marco una bajada como esta desde la cima...