Viajar desde España resulta muy cómodo, con alternativas múltiples de vuelo tanto a Zurich como a Ginebra. Para los esquiadores que viajan con su material lo más recomendable es volar con SWISS, que no carga ningún coste adicional por los esquís. Una vez en Suiza lo más lógico es moverse en tren. La red ferroviaria alcanza casi todos los rincones del país, y todas las conexiones y horarios se cumplen con una puntualidad asombrosa.
Al sur, el cantón de Valais (el Valle) representa tan sólo el diez porciento del territorio suizo; sin embargo, congrega un total de cincuenta y cuatro estaciones de esquí.
Algunas como Zermatt, Verbier, SaasFeeo o Crans Montana tienen una merecida reputación internacional pero muchas otras, menos conocidas, son destinos únicos llenos de secretos reservados para aquellos que quieran disfrutar de estaciones menos conocidas por el gran publico.
Aletscharena es una de esas estacionescon encanto especial.Formada por tres áreas perfectamente comunicadas, “Riedelalp”, “Bettmeralp” y “Fiescheralp”, ofrece un dominio total de mas de cien kilómetros de pistas para todos los niveles (40% por ciento del terreno es azul, un 48% rojo y un 12% negro), más de setenta kilómetros de itinerarios para el esquí de montana y un terreno inmenso y muy accesible para el “freeride”.
Con una cota máxima de 2.870m. la estación no destaca por su altitud, pero sí lo hace por una belleza y localización privilegiadas que permiten al esquiador disfrutar de algunas de las vistas mas impresionantes de los Alpes. Aletscharena se ubica dentro del macizo montañoso de Jungfrau-Aletsch-Bietschhorn, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.Desde lo alto de la estación se divisa al norte el glaciar más grande de los Alpes, y mirando al sur se puede ver al mismo tiempo la impresionante cara norte del Matterhorn, el Monte Rosa y más a oeste el techo del MontBlanc.
Comparadas con otras estaciones del cantón de Valais, Alestscharena no es muy grande, pero el esquí resulta muy fluido y todos sus servicios e instalaciones son del mejor nivel. La arquitectura es típica alpina sin edificios que rompan la armonía del paisaje y el encanto de un pueblo en el que no entran los coches. Aletcharena es sin duda el destino ideal para el esquí en familia, para todo aquel que prefiera la tranquilidad sobre el bullicio y quiera descubrir el encanto de uno de los rincones privilegiados de los Alpes.
En verano es destino favorito de los amantes del senderismo y el vuelo en parapente. Aunque no hemos tenido la suerte de visitar este lugar en esas fechas, la hospitalidad de sus gentes y su enorme belleza, regresaremos para patear este terreno, calzarnos los crampones y adentrarnos en el glaciar con nuestro buen amigo Peter, que ha sido nuestro guía sobre la nieve polvo estos días y se ha ofrecido a acompañarnos por el hielo en el mes de julio.
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