Lo que comenzó siendo una opción diferente, se convirtió en la mayor sorpresa personal. Del viaje programado explicado en el anterior reportaje Descubriendo Grandvalira , mi desconocimiento prácticamente absoluto de Ordino Arcalís hizo que destináramos uno de los cinco días a dicha estación por el mero hecho de conocer una más, no por algo especial como fue siendo. Solo conocía opiniones excelentes sobre esta estación. De ahí que desde mi “ignorancia” la eligiera en favor de Pal Arinsal. También ayudaba la propuesta de Grandvalira y Vallnord Ordino Arcalís respecto a la fusión en cuanto al Forfait. En resumen, eran todo ventajas.
Tras el regreso de la estación a la capital andorrana, visitamos las localidades de La Massana y Ordino. Pueblos con un encanto realmente especial. Pueblos con una mescolanza de detalles dispar.

Por uno lado, sus características casas de pizarra con fachadas típicas de la zona, callejones y puentes empedrados y un aire de tranquilidad que alimenta el deseo de permanecer allí durante una larga estancia y justo al lado, avenidas amplias con un toque moderno en infraestructuras que llaman poderosamente la atención.

Procedo de una región donde el entorno montañoso es mamado desde pequeño. Por ello, mi más admiración a estos lugares con tanto encanto natural. Al igual que en el artículo anterior, daré mi punto de vista sobre la estación y lo que pude disfrutar en ella. Por tanto, no busco hacer un reportaje sobre las características propias de la estación.
El 27 de Marzo era el día elegido para visitar Ordino Arcalís. El día era espléndido con un sol radiante y unos frescos 2°C en el mismo Parking. Su pequeño tamaño contrasta con el nivel de sus pistas y el buen estado de la nieve. Su última nevada de importancia fue para mediados de Febrero y encontrarte para estas fechas con unos espesores que llegan a los 200cm denota que hace honor a su mote, “la nevera”.

La seña que le hace destacar sobre el resto es la variedad y extensas zonas para el freeride. Desafortunadamente durante nuestra visita a la estación, el estado de la nieve fuera de los límites de la pista balizadas no era el más apto para el disfrute de ella. El sector más occidental donde el arbolado predomina, la nieve para el fuera pista se encontraba en unas condiciones algo mejores.

Creo que esta experiencia habría sido mucho más gratificante si las posibilidades del freeride hubiera estado “disponible”. Por todo lo comentado anteriormente incidir que el telesilla Creussans (que te da acceso al sector exclusivamente para el freeride) estaba cerrado.
En cuanto al nivel de las pistas me pareció que existía una variedad de posibilidades en relación al nivel de cada uno. Sin olvidar que tiene un dominio pequeño (30km) su dificultad no va en relación a ese dato.

Personalmente, las azules me parecieron muy azules y las rojas en ciertas palas tenían un tinte casi negro. La Canal Gran y La Portella D'Arcalís de dificultad negra se encontraban cerradas. Mi deseo de estrenarme en una negra y en Ordino se fue al traste. Destacar las pistas rojas de L'estadi, El Bosc y la unión La Balma/La Canaleta donde su dificultad y trazado las hace muy entretenidas para el esquiador.

De misma dificultad destacaría por encima del resto La Portella del Ming y su variante en la parte alta Les Tarteres en el sector de Portelles a 2562m uniéndose la última parte con la pista L'Hortell de misma dificultad hasta la base de la estación del mismo nombre a 1940m. Su fuerte pendiente, su trazado cambiante y el nivel que exige para bajarlo con cierta velocidad hace de esta pista una de las mejores de las que he podido disfrutar desde que empecé en este deporte. Perdurará en el tiempo el cariño que le he cogido a esta pista.

También encontramos pistas para un nivel bajo/medio-bajo. La ladera que discurre desde Les Portelles hasta La Coma encontramos una variedad de pistas muy acorde a un nivel principiante/intermedio. Llama especialmente la atención la llamada Megaverde de 8,5km de longitud.

Realmente es la combinación de varias pistas de nivel verde y que durante una larga bajada puedes disfrutar del bello entorno de la estación. También encontramos próxima a dicha pista el Boarder Cross, un trazado más técnico y muy divertido.

Durante el trayecto de esta pista pasas al lado del monumento Arcalís 91, emblema de la estación.

Elegimos la zona de servicios de L'Hortell para reponer fuerzas. El plato de pasta con relleno de pera, queso rallado y carbonara, muy recomendable.
Era el tercer día de esquí y según el plan indicado, volveríamos a Grandvalira para disfrutar de los dos días restantes. Mientras nos cambiábamos en el coche tras un día muy especial, surgió la pregunta de: ¿Y sí venimos otra vez el 29? No hubo ni un segundo de duda: ¡¡No nos podemos despedir de Ordino Arcalís así!! Y así fue. Volvimos con la mayor de las ilusiones como de un amor incompleto donde es necesario un día más para entregarte totalmente a ella.






Es bella, la mires por donde la mires. Ordino Arcalís es un pequeño regalo para la vista.

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Artículo escrito por David Algarra (Skyline de la Serranía)
Fotos: David Algarra (Usuario: Berlok)