A pesar de su importancia, la mayoría de los atletas no dan mucha importancia a la forma en que se puede sacar el máximo provecho de sus esfuerzos en los entrenamientos. Es por eso que el tiempo de entrenamiento de los atletas a menudo es ineficiente e ineficaz. Por lo tanto, desde el espíritu de aportar valores para una formación de calidad, aquí se ofrecen cinco sugerencias que pueden ayudar a sacar el máximo provecho de la práctica:
1. Tener una meta y un propósito.
Se debe tener un objetivo claro en qué área desea mejorar cuando afrontamos los entrenamientos. Por ejemplo, puede ser que sea técnico, táctico, mental, o relacionado con el equipo. También se debe tener un propósito claro para la formación de cada día. Un propósito identifica específicamente cómo se va a alcanzar su meta para el día. Si su objetivo es mejorar algo técnico, su objetivo serían ciertos ejercicios que nos permitan arraigar esa nueva técnica.
Cuando se trabaja con los atletas en el campo de práctica, a menudo se les pregunta cuál es su meta y propósito. Si no lo saben, no se les deja entrenar. Sé que suena duro, pero creo que esta es la forma. Si no se tiene un objetivo claro y la concentración, no se va a trabajar en algo para mejorar. No sólo no se está mejorando, si no que va a hacer que sea más difícil mejorar. Permítanme explicar. Cuando no estás trabajando en algo, se está practicando y además entrenando los viejos hábitos. Cuanto más profundamente arraigada a los viejos hábitos técnicos, tácticos y mentales, más difícil es el cambio. Por lo tanto, al entrenar si usted no tiene una meta o propósito claro, no se puede mejorar, pero, al menos, no estás haciendo más difícil la posibilidad de mejora.
2. Entrenar como se compite.
Cuando le pregunto a los entrenadores y atletas si deben entrenar como ellos compiten, o competir como se entrena , la gran mayoría dicen que competir como se entrena. Su respuesta parece razonable, porque si se puede competir en el estado de relajación lo mismo que cuando te entrenas, lo más probable es que hubiera un buen desempeño.
El problema es que, competir como se entrena, es imposible. ¿Por qué? Debido a que hay una gran diferencia entre la práctica y las competiciones. Por eso digo que entrena como compites. Piense en todo lo que hay para pensar, sentir y hacer en una competición y luego replíquelo en el entrenamiento. De esta manera, se puede afianzar la práctica de las habilidades y los hábitos que se necesitan para realizar su mejor esfuerzo en las competiciones.
Cuando digo que entrenar como se compite, no me refiero a tratar de rendir al 100%,en el juego como en la intensidad todo el tiempo. La realidad es que hay veces que en el entrenamiento cuando se centra en la técnica o la táctica ,hay que dar el máximo. Cuando digo que entrenar como se compite, me refiero a poner 100% de esfuerzo y centrarse en lo que estés trabajando.
Es cierto, probablemente no será capaz de practicar al 100% porque no hay manera de copiar por completo la competición en el entrenamiento, pero si su esfuerzo y concentración sube por ejemplo, el 70% a 90%, cuando llegue el día de la competencia, tendrá pocos problemas para patearlo hasta el 100% debido a que su mente y su cuerpo sabe que es hora de competir.
Si se entrena como se compete, no habrá que hacer algo nuevo o diferente el día de la competición . Y las competiciones no se sienten como una gran cosa porque se ha estado practicando en ese alto nivel. Todas esas grandes habilidades y hábitos que le inculcó en el entreno, naturalmente, van a salir y se será capaz de realizar lo mejor posible.
3. Use palabras clave para mantener la atención.
Quizás el mayor desafío que se enfrenta en la mejora técnica y táctica es mantener la atención plena en la tarea. De hecho, la mayoría de los deportes son un verdadero reto cuando se trata de centrarse, porque hay tantas cosas que se juntan en un momento dado y muchos factores que nos pueden distraer. Se puede estar totalmente concentrado en hacer un taladro correctamente antes de que comience, pero tan pronto como se inicie la perforación, hay otras cosas que desplazan su foco lejos de su objetivo y propósito.
Tan pronto como usted pierde su enfoque, pierde su capacidad de trabajar en lo que se enfoque. He aquí una regla simple: Si no se centran en él, no trabajar en él. Si usted no trabaja en la tarea, no lo aprenderán. Y si no lo aprende, no será capaz de utilizarlo en una competición.
La mejor manera que he encontrado para mantener el foco en la capacitación es desarrollar y repetir una palabra clave que nos recordará que hemos de centrarnos en la práctica y lo que está trabajando para mejorar. Definir bien el objeto de trabajo, pensar en una palabra simple y evocadora (por ejemplo, "exterior" en lugar de "apóyate en el exterior"). Luego, justo antes de empezar y al mismo tiempo que está haciendo el ejercicio, repetir la palabra clave (en voz alta si es necesario). Si se está diciendo la palabra clave, se tiene una mejor oportunidad de mantener el enfoque en la técnica que está trabajando y el inculcar este hábito para que actuar de este modo que se vuelva automático.
4. Cometer errores.
Uno de los aspectos más frustrantes de desarrollarse como un atleta son los errores que se cometen a medida que se trabaja para mejorar. Sin embargo, los atletas a menudo no se dan cuenta que los errores son una parte esencial de mejorar. Muchos atletas ven los errores como un fracaso, y si meten la pata, piensan que han fallado. Pero los errores sólo significan el fracaso cuando no se es consciente, no se aprende de ellos, y se siguen repitiendo.
Los errores son parte natural del proceso de aprendizaje y ofrecen información valiosa sobre lo que necesitamos trabajar. Los errores son en realidad signos positivos, ya que significa que se está tomando riesgos, salir de su zona de confort, y trabajando para mejorar. Si no se cometen errores, simplemente no te estás empujando a ti mismo para ser mejor.
Rara vez ha habido alguna vez un perfecto desempeño competitivo, incluso para los mejores atletas del mundo. Si los mejores cometen errores, no debe sorprendernos que también cometamos errores. Lo que hace que los grandes atletas sean diferentes, no es que no cometen errores, sino más bien cómo responden a ellos. En lugar de sentirse frustrado, enojado y deprimido cuando cometen errores, los mejores atletas mantienen una actitud positiva y motivada. Y, sobre todo, aprenden de sus errores para que no los repitan. Para asegurarse de que los errores es sinónimo de éxito, inmediatamente después de un error, identifican qué es exactamente lo que hizo mal, deciden lo que hay que hacer para corregirlo, y se centran en la corrección durante el siguiente ejercicio.
5. Ten paciencia, persistencia y perseverancia.
La frustración y el desaliento son dos barreras importantes para el logro de tus metas deportivas. Seamos realistas, los deportes están llenos de obstáculos, mesetas y retrocesos, y es fácil tener la idea de darse por vencido. Creo que es especialmente difícil para los atletas jóvenes en estos días debido a los mensajes que reciben de la cultura popular les dicen que el éxito es fácil y que no deberían tener que trabajar tan duro para conseguirlo. Pero así no es cómo funciona el mundo real. Por Dios, buscar la excelencia es simplemente difícil. Es por eso que los atletas para alcanzar sus metas, han de perseverar cuando es difícil.
He leído un estudio de investigación, una vez que dijo que se necesita 2.000 repeticiones de una habilidad para arraigarla en su totalidad. El problema es que no basta hacer muchas repeticiones para aprender realmente algo. Por el contrario, hay que tener 2.000 repeticiones de calidad, lo que significa que es posible que tenga que hacer varios miles más para llegar a ese número. Además, otras investigaciones muestran que los que logran la excelencia, han invertido miles de horas de práctica.
Para conseguir sus objetivos competitivos, se necesita las 3 P del entrenamiento. La primer P es la paciencia, la comprensión de que realmente no existen rutas fáciles y rápidas para el éxito. Usted debe estar dispuesto a aceptar que va a tomar mucho tiempo para alcanzar sus metas. Viene la segundo P, es la persistencia, lo que significa mantener el máximo esfuerzo, incluso cuando se está cansado, aburrido, y deseando que podría estar haciendo otra cosa. El tercer consejo es la perseverancia, lo que implica enfrentar y superar los obstáculos, los estancamientos y retrocesos que son una parte inevitable de la subida de la empinada montaña para sus objetivos.
Autor:
Dr.Jim Taylor
Traducción y divulgación:
Nes
Love&Respect
www.skines.es
Actitudes clave para la calidad del entrenamiento.
No hay nada más importante para el logro de tus objetivos deportivos que lo que se hace en la práctica. Es durante el entrenamiento que se arraiga la condición física, los hábitos técnicos, tácticos y mentales que verán la luz en las competiciones. Si se establecen buenos hábitos, se tendrá una buena oportunidad para tener un buen rendimiento. Pero si se inculcan malos hábitos, aparecerán y nos dejaran pocas posibilidades de llevar a cabo lo mejor de lo posible.
