Fredrik es un esquiador y un alpinista profesional sueco que reside en Chamonix, Francia. El esquí es su gran pasión, y ha sido monitor durante varios años, haciendo temporadas en Escandinavia, Canadá, y Nueva Zelanda. Su llegada a Chamonix en el 2000 le añadió a su vida la escalada. Aquí podía combinar escalar grandes montañas y bajar esquiando.
Esta combinación le permitió viajar a sierras de todo el mundo con los fotógrafos Mikael Pilstrand y Fredrik Schenholm, y realizar reportajes para revistas y para sus sponsors.
En el 2003, empezó a viajar hasta el Himalaya, donde hasta hoy, ha realizado un gran número de picos de 6000, 7000 y tres de más de 8000m.
Su proyecto actual es escalar y esquiar los 3 picos más altos del mundo en el 2010: El Kangchenjunga (8586), el K2 (8612), y el Everest (8850m).
texto: Alex kinchella fotos Frederik Ericsson
Hace muchos años que escalas y esquías, ¿Qué te dio la idea de esquiar las 3 montañas más altas del mundo?
Esquiar el Everest ha sido mi sueño desde hace muchos años. Hice los primeros pasos hacia ese sueño hace 6 años, cuando escalé y esquié Mt Somoni (7495m), mi primera gran montaña. Desde entonces, vuelvo cada año al Himalaya. Cuando empecé mi estudio del Everest, también me interesé por el K2 y el Kangchenjunga (3er pico más alto del mundo). Y como nadie ha esquiado los tres juntos, me pareció el reto perfecto. En el verano del 2010, iré al K2 en Pakistán, y en otoño haré el Kangchenjunga y el Everest.
Háblanos de tu primera aventura en el K2. Perdiste un amigo. ¿Qué paso?
Fuimos al K2 el verano del 2008, con mi amigo italiano Michele Fait. Había mucha nieve y tenía muy buena pinta para esquiar. Estábamos solos en la montaña, y lo pasamos bomba. Sólo llegamos hasta 6400m, e iniciamos la bajada. Pasamos una zona complicada, y llegamos a una gran pala muy abierta. En un giro, Michele perdió el equilibrio, y empezó a rodar sin poder parar. Había caído 500m y cuando llegué a él, no tenía pulso ni señales de vida. Estaba muerto. Fue una experiencia horrible, y el peor día de mi vida. Después de eso, abandoné el K2 para aquel año.
¿Cuál ha sido tu ascensión más difícil de los últimos años?
Lo difícil de estas montañas no es el aspecto técnico, sino la altitud. Por tanto el más difícil fue el Dhaulagiri en 2007, con 8000m.
¿Cuál han sido los picos más destacables que has esquiado?
El pico Laila en Pakistán es mi preferido hasta ahora. Es increíble, tiene un aspecto muy puntiagudo y surrealista. En 2005 con Jorgen Aamot, llegamos 100m por debajo del pico, e hicimos la que seguramente fue la mejor bajada de nuestras vidas.
Te encanta Chamonix. ¿Te da el Mont-Blanc lo que necesitas para preparar este tipo de aventuras?
Sí, esta zona es perfecta para entrenar. Hay muchas rutas para escalar, y muchas líneas para esquiar, con fácil acceso usando los remontes de Chamonix. Y está lleno de buena gente con quien ir a escalar y esquiar. Es el paraíso aquí.
Creciendo en Suecia te da lo que necesitas para ser buen esquiador. ¿Pero cuándo empezaste a escalar?
Sí, he esquiado todo mi vida, pero hasta que no me mudé a Chamonix en el 2000 que no empecé a escalar. A esa época, yo era un esquiador consolidado, pero quería saber más de las montañas, los glaciares, escalar… Por eso me mudé a Chamonix.
¿Realmente se esquía bien tan alto, o esquías sobre hielo?
Las condiciones son muy variadas, pasando desde nieve polvo, compactada, ventada, dura-helada, a nieve primavera en las partes bajas. Esta variedad es lo que hace que estas montañas sean tan interesantes.
¿Buscas las líneas más seguras, o las más agresivas?
No me lo planteo de esa forma. Cuando esquío una montaña, intento buscar la línea ideal que tenga nieve que permita bajar lo máximo sin parar, sin tener que hacer rappels. Busco líneas que sean directas, desde el pico, como el Horbein Couloir de Everest, que haré el año que viene.
¿Cuánto tardas en preparar estas expediciones?
Tardo en general un año, ya que en cuanto vuelvo de una, enseguida preparo otra. En ese tiempo me preparo mentalmente, visualizando la ascensión, la sensación de estar allí, llegar hasta el pico, y hacer la bajada. Y me mantengo en forma todo el año, yendo al gimnasio, corriendo, esquiando y escalando.
¿Cuánto tardas en escalar estas montañas?
Depende, pero en general un 8000 se tarda entre un mes o dos, ya que hay mucho viaje para llegar hasta ciertas zonas, un par de semanas para climatizarse, y siempre hay esperas dependiendo de la meteorología, ya que ésta tiene que estar perfecta. Luego, la ascensión en si, se tarda 4 días, y unas 5 horas de bajada.
¿Qué harás después del Everest?
Por el momento estoy concentrando toda mi energía en el Everest, y no estoy seguro de lo que haré después de eso. Pero hay muchas montañas interesantes, o sea que algo haré.
¿Te consideras alpinista o esquiador?
Sin lugar a dudas esquiador.
¿Cuántos 8000s has hecho?
Hasta ahora 3, uno en Nepal, otro en el Tíbet y otro en Pakistán.
La gran mayoría escala el Himalaya en mayo y junio. Tú esperas hasta el otoño. ¿Por qué?
Porque es cuando terminan los monzones, y dejan un capa considerable de nieve, que es lo que necesito para tener las mejores condiciones de bajada
Todas tus expediciones y ascensiones las haces sin oxígeno, que te ayudaría a subir más fácilmente. ¿Por qué no lo usas? Para mí, eso es hacer trampa, es como el doping. Si no consigo hacer un 8000 sin oxígeno, pues prefiero escalar montañas más pequeñas. Pero voy con cuidado, controlando mi fatiga, las señales del mal de altitud, etc… Llevar los esquís es una ventaja, ya que si me encuentro mal, puedo bajar mucho más rápido que los otros alpinistas. Tampoco quiero ir con sherpas, lo quiero hacer solo.
¿Usas material especializado?
Uso el mismo material que puedes comprar en las tiendas, salvo que las modifico un poco para ahorrar peso. Por ejemplo uso un esquí Dynastar Pro Rider, que es bastante “fat”, y aunque no sea de lo más ligero, su rendimiento en la bajada es espectacular para cualquier tipo de nieve. Al esquí le monto un fijación Dynafit Low Tech, que es super ligera pero muy resistente. Es la combinación perfecta. En cuanto a botas, uso unas Scarpa Skookum con calentadores implantados. No son tan ligeras como botas de alpinismo, pero me da lo que necesito.
Todo esto parece increíblemente difícil. ¿Por qué lo haces?
¿Por qué lo hago? Un esquiador extremo como yo consigue todas las mujeres que quiere. Hahahaha. No, en realidad, amo esquiar, escalar y viajar. Y poder hacer esto en los lugares más increíbles del mundo, no tiene precio. Me gusta ver a donde llegan mis límites. Esquiar montañas que nadie ha esquiado antes es una gran aventura. Cuando esquías estas montañas te deja una mejor sensación que no te puedes ni imaginar.
Gracias Fredrik, buena suerte para el Everest.
Gracias a vosotros. Y recordad lo que dijo John Muir: “Las montañas hablan. Los hombres sabios escuchan”. Somos insignificantes comparado con las montañas, respetadlas.
Mirad FREE RADICALS 618 (2009), para ver mis aventuras del año pasado en el Kangchenjua.
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