Era domingo siete de abril, cerraban pistas en la Val d’Aran y después de trabajar bastantes días seguidos, nos quedaban muchas ganas de seguir gozando de la montaña y la nieve. Fue así cómo decidimos ir a Airoto, un lugar conocido para nosotros en verano, pero por investigar en invierno. Aunque la previsión meteorológica era cambiante, lo hablamos con Marta y Gespa y decidimos marchar el martes. Gespa no tenía muchos inconvenientes al respecto. Pensábamos pasar varios días y no teníamos ninguna prisa, así que no ahorramos ni en peso ni en comida: chuletón de quilo, rissotto, embutido, queso, buen vino… y por supuesto muchos dulces.
Dejamos el coche en Orri, foqueamos con las Atomic Tracker buena parte de la mañana, y después de pasar el collado del Rosari, con un simple clic fijando el talón a los esquís, prácticamente llegamos al lago de Airoto haciendo una diagonal de varios quilómetros.
Buscar leña, hacer fuego, ordenar el refugio y sobretodo disfrutar del idílico lugar, esas fueron las tareas del primer día.
El miércoles nos levantamos muy temprano para subir al Tuc de Bonavé, pero el día estaba muy feo, de hecho no se veía absolutamente nada. Esperamos a ver qué pasaba, y hacia las 10.00 pudimos empezar a caminar. Primero foqueando, y después cresteando a pié los últimos metros hacia la cima. Una vez arriba, nos dimos cuenta de que se nos había hecho tarde, así que decidimos bajar por la cara Oeste, ya que tanto en la cara Sur cómo en la cara Este había tocado mucho el sol. Crema y sol, así es cómo estaba la nieve y la luz en la bajada.
Una vez en el refugio, un poco de limpieza personal y a comer! Tarde relajada mientras pensábamos qué haríamos la mañana siguiente. El objetivo era subir al Pico de Cuenca.
Eso intentamos el jueves, a las 8 nos pusimos a caminar con el día muy tapado, con la esperanza de que mejorara. Hacia las 10, después de estar subiendo bastante rato, decidimos abandonar, pues tanto la climatología cómo el lugar por el que pensábamos ascender estaba cada vez en peores condiciones.
Bien temprano estábamos en el Refugio, así que pasamos una buena mañana, cortando leña y jugando a cartas… Ante nuestra sorpresa, por la tarde abrió el día, así que sobre la marcha decidimos ir a hacernos una bajada con muy buena pinta que ya habíamos observado desde el del refugio. La disfrutamos mucho, y después de la pequeña decepción de la mañana, al final el día había salido redondo.
El viernes amaneció nublado, pero no tanto como en los otros dos amaneceres anteriores. Después de varias dudas para escoger la mejor opción, emprendimos la vuelta por un camino distinto y desconocido para nosotros: collado de Airoto, pico de Marimanha Oriental, Pico de Marimanha, y desde allí, hacia el valle de Orri pasando por los lagos de Bassiver.
El único problema que tuvimos fue en la última subida, pues pasar del Pico del Marimanha Oriental al Pico del Marimanha no era tan fácil cómo pensábamos. Lo solucionamos relativamente bien, descendiendo unos metros y subiendo por una de las canales norte del mítico pico de la Val d’Aran. De todo se aprende en la montaña…!!
Os dejo con el pequeño edit que hemos hecho estos tres grandes días de estreno de vacaciones de primavera, hasta la próxima!