Como supongo que la mayoría sabéis, soy profesor de esquí y entrenador de competición desde hace muchos años, casi 25 si las cuentas no me fallan.
En estos años han pasado por mis clases y equipos un sinfín de alumnos de todas las edades y niveles. Con el tiempo, me he dado cuenta de que si bien cada alumno es diferente y requiere de un trabajo específico, si existen ciertas ‘pautas’, situaciones o elementos comunes que (tristemente) se repiten alumno tras alumno...
Uno de estos elementos es la falta de consciencia acerca de la importancia que tiene el material tanto para aprender, como para evolucionar, en niveles bajos y medios, y no hablemos ya de su importancia para conseguir un adecuado rendimiento en competición y niveles altos de esquí.
Para intentar una vez más poner el foco sobre este tema, quería plantearos algunas ideas o conceptos e intentar asociarles un símil bastante gráfico con el que nos sea más fácil hacernos la imagen mental de la situación y entender la importancia de estos conceptos...
- Las medidas de los esquís deben ser las adecuadas para nuestro nivel, capacidad técnica y física. Imaginaos estar aprendiendo a conducir, concretamente haciendo las prácticas para sacar el carnet de conducir, y que el profesor se os presente de repente con un camión de 30 años de antigüedad, 15 metros de largo y 18 marchas. ¿No pinta que sea fácil el tema, verdad? Seguro que nos costará mucho menos aprender con un coche pequeño, manejable y con todas las ayudas a la conducción posibles, ¿cierto? Eso mismo es lo que pasa cuando estáis intentando aprender a esquiar con unos esquís más largos, duros y con mayor radio de giro que los que tocarían...
- La medida y dureza de la bota de esquiar debe ser adecuada a nuestro nivel, capacidad técnica y física. Imaginaos quedar con unos amigos para un partidillo de domingo, y salir al campo de fútbol a jugar usando unos zapatones de payaso de circo de 7 números más que el nuestro... Seguramente nos costará correr, regatear y ser precisos, ¿cierto? Pues lo mismo pasa cuando intentas ser preciso en tus movimientos sobre los esquís usando unas botas en que le pie te baila, o, por contra, cuando tienes el pie 'escayolado' por llevar una bota excesivamente dura...
- La tipología del esquí debe ser el adecuado al 'tipo de esquiada' que vayamos a realizar. ¿Creéis que un piloto, por bueno que sea, podría ganar una carrera de rallies sobre tierra (¿el de la acrópolis?) usando un fórmula 1? ¿O qué tal si pensamos en una moto de Moto Gp intentando hacer un circuito de trial o enduro?¿Creéis que se disfrutaría igual? ¿Os imagináis salir a correr una maratón con botas de trekking? Pues lo mismo pasa con los esquís, hay esquís para fuera pista, esquís para pista, esquís para esquiar suave, y específicos para competición... Un buen esquiador posiblemente podrá trampear casi cualquier situación con casi cualquier tipo de esquí, pero elegir el apropiado para el tipo de esquí que vayamos a realizar será clave para el disfrute de nuestra actividad.
- Los esquís deben estar correctamente preparados. La suela y, sobre todo, los cantos de los esquís son clave para poder disfrutar de nuestros días de esquí. Esto cobra especial relevancia sobre nieves tratadas, artificiales o muy duras... Imaginad intentar conducir un coche que cuando giras el volante no gira (como si conduciéramos sobre hielo), pues eso mismo nos pasa cuando intentamos esquiar sobre nieve dura sin llevar los cantos afilados... Por bien que nos coloquemos y nos movamos, no conseguiremos que este 'agarre' bien y/o corte la nieve.
- El material debe renovarse cada cierto tiempo. Por ejemplo, por bueno y por caro que fuera un esquí hace 20 temporadas, si hoy cogemos un esquí nuevo de gama media, seguramente nos funcionará mucho mejor que el 'viejo'. Para esto hay dos razones básicas, uno es el cambio en los materiales, cotas, fijaciones y placas de los esquís, la otra es el desgaste debido al uso: la pérdida de dureza en torsión, y de reactividad en flexión. Si pensamos en las botas, 3 cuartos de lo mismo, han cambiado las hormas, composición de los plásticos, y la confección de los botines. Hoy en día son más cómodas y performantes que años atrás (¡y menos mal!). Pongamos de nuevo un ejemplo gráfico, ¿Estamos todos de acuerdo que los coches actuales son más rápidos, cómodos o seguros que los de hace 20 años? Si comparamos coches de gama similar no hay color, pero aun comparando modelos de gamas diferentes, es probable que por un precio mucho más reducido tengamos coches más potentes, con más extras, más seguros y fiables que los de hace unos años...
Espero que con estos ejemplos el mensaje os haya sido directo, claro y, sobre todo, fácil de captar. El resumen es que usar el material adecuado es básico, pero no solamente para facilitar nuestra progresión, sino también para disfrutar más y mejor de nuestro deporte favorito.
¿Y si un cambio de material fuera lo que necesitas para desbloquear tu preogresión? ¿Y si el material adecuado pudiera devolverte el placer de esquiar?
“Aprender, enseñar, divulgar.”
Sam Suarez
Técnico deportivo superior de esquí alpino
Formador de profesores de esquí @FESNEU
Entrenador competición @CANMC