Los más veteranos de entre mis lectores recordaréis que no hace tantos años, todavía se enseñaba a esquiar usando de forma muy marcada los movimientos de extensión al cambiar de una curva a otra. Usábamos ese movimiento de extensión entre curvas para aligerar la presión sobre los esquís y facilitar el movimiento de entrada en la siguiente curva.
Con los años, y aprovechando la gran evolución que el carving supuso para el material de esquí, pasamos de ese movimiento vertical tan marcado en el momento del cambio, a buscar cada vez más la proyección de nuestro centro de masas, de forma que en lugar de buscar movernos solamente hacia arriba, buscábamos ‘lanzarnos’ hacia dentro y hacia delante de la que sería nuestra próxima curva.
En esta línea de trabajo y a causa de la búsqueda de la carga del esquí exterior en el ‘techo’ de la curva (desde el mismo inicio de la curva de hecho), hay un concepto que para mí ha ido cogiendo más y más relevancia. Se trata de intentar mantener el cuerpo ‘compacto’ en el momento del cambio.
La idea, no deja de sumarse a ese concepto de no buscar un movimiento de aligeramiento tan marcado y tan vertical del que hablaba antes. El objetivo es intentar no ‘desplegarnos’ del todo (abrir todas las articulacions) en el momento del cambio, no producir un aligeramiento tan extremo para conseguir proyectarnos hacia delante y poder generar rápido la carga en el futuro exterior. Dicho de otro modo, si yo a principio de curva me extiendo mucho (demasiado), y aligero tanto la carga de los esquís, a consecuencia de ello tardaré más en poder generar de nuevo carga y presión sobre los mismos. Si, por el contrario, me mantengo más compacto, mantengo el core activado y una posición de semi-flexión (no me extiendo tanto, en resumen), buscando llevar mi cadera más hacia adelante en lugar de hacia arriba, estaré en una posición de partida al inicio de curva que me facilitará el buscar (y encontrar) rápido la carga y presión sobre el esquí exterior.
De este modo conseguimos un viraje más ‘neutro’ en cuanto a la movimientos verticales, y más efectivo en la parte alta de la curva.
A continuación os dejo un 'pasaje' de curva a curva extraído de un vídeo de principio de temporada, para intentar ejemplificar a lo que me refiero...
En el centro de formación de profesores de esquí donde trabajo (Fesneu) este concepto lo remarcamos ya desde la misma base de la metodología de la enseñanza.
Buscamos que nuestros alumnos (futuros profesores) transmitan ya desde la enseñanza de giros en cuña, viraje fundamental o paralelo elemental, la importancia de no buscar de forma activa y marcada los movimientos verticales en el cambio de curva. Consiguiendo así que nuestros alumnos desarrollen ya desde sus primeras curvas sobre la nieve un esquí de base más eficiente que les permita evolucionar a un esquí perfeccionado más cercano al que creemos debe ser el modelo ideal.
“Aprender, enseñar, divulgar.”
Sam Suarez
Técnico deportivo superior de esquí alpino
Formador de profesores de esquí @FESNEU
Entrenador competición @CANMC