Cuando esquío con otra gente, a menudo me encuentro con que ellos esperan que les corrija o bien que hagamos algún tipo de trabajo técnico mientras esquiamos juntos, pero la realidad es que no siempre tienes ganas de ‘trabajar’ sobre los esquís, ya sea para ti o para otros... Algunas veces simplemente tienes ganas de hacer unas cuantas bajadas si pensar mucho, simplemente esquiando por el placer de esquiar.
Soy y siempre he sido un ferviente defensor de la mejora continua, de no conformarse y de esforzarse día a día por ser la mejor versión de uno mismo, ya sea en casa, en la oficina o en pistas... Pero, por más interés que tengamos en mejorar, por más que queramos trabajar para ‘pulir’ nuestro esquí, creo que es necesario que todos tengamos días en que simplemente disfrutamos del esquí, de la montaña, del deporte al aire libre y de las sensaciones que todo ello nos proporciona.
Sin perseguir ningún objetivo concreto, sin pensar en lo que queremos mejorar, o en lo que debemos trabajar para conseguir para acercarnos a nuestro modelo de esquí ideal, solamente buscando reencontrar esas sensaciones que hacen que amemos este deporte.
Y es que de eso se trata, de no olvidar porque nos gusta tanto este deporte, recordar esas sensaciones que nos proporciona, disfrutar de la calma, o de la adrenalina, o del placer de esquiar.
Hay días para trabajar, y hay días para disfrutar.
Encontrar la correcta medida de cada uno es lo que conseguirá que sigamos mejorando día a día sin dejar nunca de amar de este deporte.
“Aprender, enseñar, divulgar.”
Sam Suarez
Técnico deportivo superior de esquí alpino
Formador de profesores de esquí @FESNEU
Entrenador competición @CANMC