Como decía en el resumen del artículo, si en un artículo de hace algún tiempo hablábamos de como definir los objetivos a lograr durante la próxima temporada de esquí, hoy hablaremos de como aplicar el mismo concepto en una clase con profesor para poder así aprovecharla más y mejor.
¿Cuantos de vosotros habéis contratado alguna clase de esquí? Seguramente muchos, ¿pero a cuantos os han preguntado al iniciar esa clase cual es vuestro objetivo? ¿Cual es la meta que queréis lograr y que os lleva a contratar esa clase?
Al iniciar una clase de esquí para personas adultas (sobretodo de niveles ‘bajos’ o ‘medios’ ), un profesor de esquí suele asumir que el objetivo del alumno es progresar al siguiente estadio de la técnica de esquí (si el alumno va en cuña pasar a viraje fundamental, si esquía en viraje fundamental pasar a paralelo, etc. ). La verdad es que en muchos casos suele ser así y supongo que, un poco por costumbre, un poco por falta de iniciativa, la mayoría de profesores no suelen llegar a preguntar a los alumnos para conocer sus inquietudes y objetivos. ¿Pero que pasa si un alumno que esquía en paralelo elemental no quiere aprender a conducir sus esquís? ¿Que pasa si su objetivo es aprender a esquiar en nieves no tratadas o, por poner otro ejemplo, es bajar cierta pista negra que le da miedo afrontar sin un profesor que le guíe y aconseje?
Desde mi experiencia, me gustaría transmitir la importancia de cambiar esa dinámica. Para poder dar al cliente lo que quiere y conseguir que se vaya a casa satisfecho (y con la impresión de haber invertido bien su dinero) es vital que conozcamos cual es el objetivo que quiere conseguir, ya sea a corto, medio o largo plazo.
Como profesionales debemos entender que nuestro trabajo no puede ni debe ser rutinario o repetitivo, debemos esforzarnos para dar en cada clase (y a cada cliente) lo que demanda y lo que le interesa (siempre y cuando esto sea factible dentro de los límites marcados por la seguridad y el sentido común). A mi modo de ver esto requiere el informarnos sobre que objetivos quiere lograr, o, visto de otra manera, cual es la razón que le ha llevado a pagar 40, 50 o 70 euros para que le impartamos una hora de clase.
Del otro lado, como clientes y alumnos, debemos esforzarnos por definir y establecer los objetivos a lograr en cada clase (o curso, o temporada de esquí ) de manera que seamos capaces de ayudar a nuestros profesores a darnos aquellas herramientas y recursos que nos hacen falta para conseguir esos objetivos. Debemos ser abiertos y comunicativos, debemos expresar nuestras inquietudes y recibir con la mente abierta el feedback que nos pueda dar un profesional ya que, por poner un ejemplo, es posible que lo que creemos que es un objetivo a corto plazo (para esta clase) no sea realizable/alcanzable en una hora y debamos primero establecer las bases para lograrlo a medio o largo plazo.
Solamente trabajando juntos, con una adecuada comunicación y complicidad, podremos sacer el máximo partido a las clases de esquí.
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Sam Suarez,
Técnico deportivo superior
