Como decía en el resumen del artículo, una de las fases de curva más difíciles de realizar correctamente es el inicio de la misma, la famosa ‘entrada’ en curva. Hoy me gustaría hablar un poco de porqué es tan complicado conseguir entrar bien (alineado, posicionado y con el correcto apoyo sobre el exterior) en una curva.
Pero, antes de nada, veamos un momento uno de esos conceptos que siempre me gusta recordar y que hoy será clave para entender mi pequeño ‘consejo’: en el esquí todo está conectado, lo que hacemos en una curva tiene un reflejo y nos condiciona en la siguiente, o, afinando aún más, lo que hacemos en una fase de la curva viene condicionado, muchas veces, por lo que hemos hecho en la fase anterior.
Dicho de otro modo y ‘acercándonos’ poco a poco al tema que hoy abordamos: es tremendamente complicado iniciar bien una curva si no hemos trabajado adecuadamente el final de la anterior.
De esta manera, mi consejo de hoy vamos a aplicarlo en el final de las curvas para conseguir facilitar el inicio de las siguientes: al finalizar una curva debemos mantener nuestra mirada fija en el centro de la siguiente curva.
Veamos un ejemplo…
Como podemos observar en la secuencia anterior, una vez superada la máxima pendiente (y iniciando ya la fase final de la curva) mi mirada se fija en el siguiente ‘objetivo’, en la dirección hacia la que quiero dirigirme: el centro de la siguiente curva. De esta forma, mientras mis pies, piernas y caderas evolucionan y trabajan aún en el final de la curva actual, mis ojos, cabeza y hombros empiezan progresivamente a buscar el inicio la siguiente.
Esta 'búsqueda' con la mirada de la siguiente curva al final de la actual nos ayudará a direccionar un poco nuestro tronco y a prepararnos para iniciar la siguiente. Pero haciendo esto pensad que no se trata solamente de que nuestro cuerpo esté mejor posicionado y encarado para iniciar (o continuar mejor dicho) los movimientos que nos llevarán al 'techo' de la siguiente curva sino que, además, de esta manera estamos focalizando nuestra 'intención' hacia abajo, hacia la máxima pendiente. De esta manera, y gracias a este sencillo consejo, estamos no solo colocando nuestro cuerpo, sino también nuestra mente en una buena disposición para iniciar la siguiente curva.
De modo que si queréis facilitar la fase inicial de los virajes ya lo sabéis, probad a trabajar desde el final del viraje anterior manteniendo la vista fija en vuestro objetivo: ¡la siguiente curva!
Winter is coming!
www.nevasport.com/winteriscoming/
www.facebook.com/blogwinteriscoming/
https://twitter.com/blgwintercoming
Sam Suarez,
Técnico deportivo superior