Hoy me gustaría romper una lanza en favor de la variedad y diversidad cuando elegimos unos esquís.
La mayoría de la gente esquía siempre con los mismos esquís, y, si preguntásemos, creo que la mayoría contestaría que usa lo que antes se denominaba ‘slalom carver’ (esquís derivados del esquí de slalom de competición pero ‘dulcificado’ en su dureza y reacción) o esquís polivalentes de radio de giro corto. Estos esquís se suelen caracterizar por ser esquís muy fáciles de esquiar, con poca reacción y blandos en flexión…
Un radio de giro corto nos facilita el inicio de curva y hace que el esquí sea más permisivo técnicamente. Este tipo de esquís nos da la sensación de que entran ‘solos’ en curva y esto es muy cómodo y muy indicado para aquellos que están aún aprendiendo a esquiar (digamos que hasta niveles de paralelo básico). Pero a esto, como a todo lo bueno, es muy fácil acostumbrarse y llegar a acomodarse ‘demasiado’… Mi recomendación a los esquiadores de buen nivel es que procuren tener (o disponer) de almenos un par de esquís de radio largo para usar de vez en cuando.
Un esquí de radio largo(digamos por ejemplo un radio igual o mayor a 18m) te obliga a posicionarte mejor sobre los esquís y a trabajar mucho más los movimientos y apoyos, es un esquí técnicamente más exigente y menos permisivo. Por esta misma razón creo que es muy positivo de vez en cuando coger unos esquís de estas caracteristicas y de esa manera salir de la zona de confort y acomodamiento donde nos pueden meter los esquís ‘demasiado’ fáciles.
Además del aspecto más ‘técnico’, un esquí más largo y con mayor radio de giro nos transmite unas sensaciones de velocidad y estabilidad que son difíciles de conseguir con un ‘slalom carver’.
Obviamente, deberemos tener siempre en cuenta la seguridad al esquiar con un esquí más largo y con mayor radio de giro (más aún si no estamos acostumbrados). Para disfrutar realmente de este tipo de esquís con seguridad, debemos encontrarnos en una pista más o menos ancha y despejada y, sobretodo, no esquiar nunca a más velocidad de la que somos capaces de controlar.
En resumen, mi recomendación es cambiar de tipo de esquís de vez en cuando ya que esto nos ayudará a no relajarnos técnicamente y nos proporcionará unas sensaciones diferentes a las que estamos acostumbrados.
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Sam Suarez,
Técnico deportivo superior
- , esto puede que sea una manía personal. Muy interesante lo que apunta McRiver.
