Y más que contestar, lo que pretendemos es aclarar y recomendar (sobre todo siendo realistas), dado que los amigos siempre intentan convenceros de que hagamos la modalidad que ellos practican.
La verdad es que para poder deslizarnos con una tabla correctamente, debemos tener más equilibrio y habilidad que con los esquís, ya que con estos, de entrada, ya nos moveremos por el plano de una forma más sencilla debido a la naturalidad y a la independencia total (y permanente) que tenemos de las piernas.
¿Qué no lo creéis? Bien, pues imaginaos a un niño de 4 años con una tabla. Y ahora una persona de edad avanzada... Está claro con que se van a encontrar más cómodos nada mas ponérselo ¿No? Con unos esquís. Porque es más natural y similar a caminar, además de por la estabilidad que proporcionan, tanto en parado, como en movimiento.
Eso sí. En el caso de una persona hábil y que rebose destreza física y equilibrio, aprenderá tan rápido o más con la tabla ya que la cantidad de movimientos para la ejecución de los virajes es menor.
¿Qué parece antinatural el snowboard? Os aseguramos que eso es sólo al principio. En cuanto os habituéis vais a ver que es seguro, divertido y con muchas posibilidades, además de que muy probablemente, os va a enganchar.
También se escucha que antes de aprender a hacer tabla es mejor saber esquiar. Cuanto mejor conozcamos nuestro propio cuerpo en un medio de deslizamiento mucho mejor, tanto para uno como para otro deporte. Así que lo más importante para no sufrir es aprender de una forma progresiva y no acelerar más de lo debido, puesto que debéis recordad que siempre es más importante el equilibrio que la técnica. Y eso lleva su tiempo.
En definitiva. Si vais a subir un fin de semana a la montaña optar por el esquí. Si la cosa va para largo, lo que más os llame más la atención. Y no olvidéis que hay muchas otras disciplinas divertidísimas en el mundo de la nieve...

Rider: Jordi Font
Foto: Rossignol

Foto: Fischer
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