Lado sur, lado norte

Antes de marchar a Los Alpes a trabajar un poco, que aquí este año la cosa no estaba para tirar cohetes, ( digo estaba), hemos podido sentir de nuevo el suave abrazo de la nieve recién caída, y la nevada aunque no de las más espectaculares, si ha sido generosa, el valle se ha vuelto a presentar como nunca debía de haberlo dejado allá por los primeros días de Diciembre, y sus habitantes y visitantes nos hemos vuelto literalmente locos buscando todos los fuera de pista que podíamos trillar, el sábado así fue en la estación de Formigal, algunas suelas de esquís sufrieron las consecuencias del desmadre general ( las mías entre ellas ) y el terreno se inundo de gentes buscando un trozo para marcar la ansiada huella, la verdad es que había momentos de especial impaciencia……..

Hoy Domingo afortunadamente he tenido un trabajo, con el que continuaré hasta el martes alternando fuera de pista y…..e esquí de montaña, que ya tenía ganas de adentrarme en el mundo silencioso, tranquilo y solitario de los valles vecinos, y vaya si lo hemos conseguido, con Carmen y Carlos nos hemos metido de lleno ( después de la locura de ayer ) en un espacio dedicado a la parsimonia, la observación, la pausa, el esfuerzo, las nieblas y porque no? El esquí,!!! ha sido una jornada tan bella que a pesar de la visibilidad los tres hemos regresado muy contentos.

Os dejo con unas imágenes, que a mí me van a inspirar alguna pintura y que espero os gusten, son tres jornadas diferentes, las de la búsqueda inmediata de la línea a bajar y las de la tranquilidad y dejar correr el tiempo sin esperar nada a cambio que no sea la sola belleza del lugar.

Saludos desde el valle.