En estos últimos tiempos bien es verdad que compagino este trabajo con el de pintor de escaladas y esquiadas, con el de cronista a veces de alguna actividad o con el de retejar las pizarras de alguna casa pirenaica, pero siempre en mi interior y en mis presentaciones, me gusta hacerlo como guía. Nada más lejos que para presumir de ello, no, es porque son ya 25 años ejerciendo y se me ha quedado clavada la profesión como un tatuaje, no puedo ni quiero desprenderme de ella, y oportunidades a veces no faltan, pero si lo hago, me conozco, el vacio se apoderaría de mi.
Hay ocasiones en las que algún ex-compañero a la pregunta de ahora que haces ? la respuesta de guiar, les deja atonitos, todavía? si claro, joder que moral tienes!!!no ninguna, es mi forma de vivir. Por eso desde aqui, quiero reivindicar la profesión, quiero gritar felicidades a los compañeros que habiendo sobrepasado la edad que la gente considera top, siguen ahí al pie de la batalla, quiero lanzar gritos de animos a los más jovenes , que van a tomar el relevo y quiero apuntar a los más escepticos que aquí, si en nuestro país, hay profesionales, muy buenos, entre los de antes y los de ahora.
Personalmente, la profesión me ha regalado de los momentos más bellos en la montaña, también los más estresantes, pero sin duda no cambiaría ninguno, atardeceres de tormenta, llegadas de final de vía debajo de un cielo azul y limpio, revolcones en las más finas y frías nieves, risas cortadas por el fuerte viento del norte, caras de sorpresa a la vuelta de algun collado, retiradas con prisa por lo que venía, cenas bajo las estrellas, refugios en escenarios dignos de pelicula de ficción.
Una de mis frases favoritas y que se quedo impresa en mi mente fué la que leí hace ya algun tiempo en una revista francesa de montaña, "guide le plus belle metier du monde" ( creo que era asi ) pero la traducción si la entendí rapido, porque es exactamente lo que creo " guia, la profesión más bella del mundo".
Ricardo Montoro
Guía de Alta Montaña UIAGM
Pintor