Los primeros 10 minutos me hacen pensar en volver, pero consigo continuar, el calor es duro y con tanto peso y unas botas de esquí, que os voy a contar.
Una vez en la nieve mi mente cambia al instante, ya parece, que estoy en el “mundo” que quería estar, asciendo sin prisa, poco a poco, sin presiones, voy solo y el día es calmado, la nieve en esta época al ser de calidad “vieja” y más en corredores, apenas se trasforma, se puede esquiar tanto por la mañana como por la tarde, siempre está más o menos igual.
Me introduzco en la canal y decido ponerme los crampones la pendiente a partir de aquí se pone más fuerte, sudo, sudo mucho, pero estar metido dentro del corredor con una nieve que intuyo fácil de esquiar y solo escuchando los sonidos de algunos pájaros y el agua correr por uno de los laterales me hace sentir bien, además puedo ascender por una zona de sombra y un poco de viento fresco me reconforta.
Llego arriba, bueno caso porque la parte final está algo hueca a causa del agua que corre por debajo y paso de “bañarme” aquí arriba, me hago un autorretrato y echo de menos a alguien conmigo, porque veo que el descenso va a ser bonito.
Clack, clack, los sonidos de los cierres de las botas y de las correas de la mochila me atrapan, estoy muy bien y tranquilo a pesar de que el lugar intimida un poco por su estrechez y la zona de salida llena de pequeñas piedras.
Escucho el sonido de las botas entrando en las fijaciones, y me dispongo a descender con unos esquís algo ya viejos, pero son los que uso para este tipo de bajadas ( con piedras ).
Ultima foto de la pendiente y los esquíes, y primer giro, bieeennnn! Que nieve, salto una y otra vez y la nieve se deja esquiar muy bien, ahora ya estoy metido en faena y rio yo solo como un niño, paro cada 5 o seis giros, porque no quiero que esto se acabe, continuo, llego a una parte muy estrecha y lo que con otra nieve igual se derraparía, porque casi caben justos los esquíes, lo salto, en giros cortos entrelazados y controlados, veo el cono de salida y ya me lanzo a hacer curvas grandes.
Llego al coche, pantalón corto, sonrisas y autorretrato, esta vez de verano.
Curiosamente hace tres o cuatro días descendí otro corredor con Telemark, y el tiempo era completamente diferente con nubes bajas, nieblas y eso si buena nieve también, aquel día me puse el proyecto de este y los dos salieron, hace unos días me despedí de las crónicas de esquí, pero….. he vuelto, porque la realidad es que casi no he parado de esquiar estos corredores tan bellos que la sierra de el valle Telera me ofrece, además hacía años que no tenían tanta nieve en esta época, quien sabe igual en Julio continuo………….
Pintura: Ana Campillo
Gracias a Salomon por su colaboración en estos reportajes.
El itinerario
Lago de Trama
El rio
El Couloir
Ambiente gris
Compañero
Mamá sarrio
Organizando el material
Huellas
Final del descenso