Soledad

La soledad en montaña es un estado, difícil de entender para muchos y necesario para unos pocos, desde siempre he sentido la necesidad de “escaparme” solo a los lugares que amo, a pesar de los consejos de allegados, por la cosa de la seguridad, y he sentido esa necesidad, porque la soledad en las montañas en tu actividad, al contrario que la de la vida, la eliges tu, y la negocias tu, de acuerdo que tiene sus momentos tensos y de dudas, pero también tiene muchos momentos de absoluta concentración en lo que haces, de evasión a un mundo extraño compuesto entre tú y tus pensamientos, entre las condiciones que la naturaleza te pone y las que tú estás dispuesto a aceptar.

Y deseas que ese día no termine, porque el idilio entre tu mismo y la naturaleza es tal, que sientes una libertad incomparable, solo rota por el silencio o por el ruido de tus pisadas.

Esta semana me acerque a dos lugares en las montañas cerca de casa, pues sentía la necesidad de esa soledad, me di una vuelta por el patio de recreo de mis sueños, admirando la estructura de esos edificios naturales que son las montañas, escuchando el romper de la primavera, mezclado con las aun abundantes nieves, y el resultado fueron un puñado de fotografías, si… pero el más importante fue un puñado de sueños para compartir…



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