Pioneros en Cantabria: El Club Tajahierro -- Pioneers in Cantabria: The Tajahierro Club

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En el año 1.929 en que los hermanos Manolo y Alfonso Yllera García-Logo trajeron unos esquís finlandeses procedentes de la Exposición Internacional de Barcelona, fue entonces cuando intrépidos cantabros empezaban a ir a Soto de Campóo a esquiar en la ladera sur del Puerto de Tajahierro, estos pioneros eran: Manolo y Alfonso Yllera, Carlos Rasines, Manolo Abarca, Jesús Ródenas y Manuel Suárez-Inclán. También iban unos alemanes de la empresa Editorial Aldus.


Aconsejados por Fernando Bustamante, conocedor de la zona, decidieron ir las vacaciones de esa Semana santa a la Braña de Palombrera, para lo cual se hospedarían en la Venta del Sordo (o venta de Tajahierro)

Venta del Sordo - 1930	Los Venteros - 1930

Durante estas vacaciones, en que los componentes de esta excursión tuvieron que dormir en la parte superior de una cuadra, con la única calefacción posible en aquellos tiempos: el calor de los animales que dormitaban debajo de ellos y unas mantas para arroparse en los camastros con colchones de hojas de maíz, fue allí durante una de las excursiones a los neveros, cuando surgió la creación de un Club para la practica del esquí y del montañismo en general.

Venta del Sordo - 1930	Socios en V. del Sordo - 1931

Esta primera idea, también albergaba un proyecto, la reconstrucción de una vieja cabaña ruinosa en la Braña de Palombrera, para que sirviese de refugio.

Con esta primera idea en mente, Fernando Bustamante empezó los trámites para la creación y constitución del Club Alpino Tajahierro, siendo en la primavera de 1.931 cuando en los locales del "Bar Suizo" de Santander se celebro la primera asamblea, de la que saldría presidente Fernando Bustamante Quijano.

Fundadores del Club - 1931	Primeras subidas - 1931

La insignia del club fue creada por el Padre Antonio Martín Lanuza, gran dibujante y caricaturista.

Ya con el club formado, y viendo las dificultades que para el arreglo de la cabaña que tenían localizada como futuro refugio, los socios del club decidieron alquilar parte de la Venta del Sordo, que aunque también estaba bastante necesitada de arreglos, era mas factible y rápido que la idea original.

Para ello, en el verano de 1.931 con la ayuda de un albañil y un carpintero de Soto de Campoo, se taparon boquetes de los muros, se ajustaron las puertas, suelos y ventanas. también se instalaron una literas y algunos somieres para que los socios del club pudiesen pernoctar.


Como en tantos otros lugares, por aquellos años, subir a esquiar no era fácil, mas bien era una gran aventura, pues las mas de las veces no se podía llegar en coche a la Venta del Sordo, pues el camino quedaba bloqueado por la formación de grandes neveros como el de "Monin", así llamado por haber sepultado en su día a un peón caminero apodado con ese nombre, y por tanto se debía subir andando cargados con todo lo necesario.

Este refugio de la Venta del Sordo, fue utilizado por los miembros del club hasta 1.937 aproximadamente, cuando como en la mayoría de los clubs españoles se detuvo cualquier actividad excursionista y deportiva debido a la Guerra civil.

En la Actualidad, el Club Tajahiero tiene aproximadamente 800 socios y entre ellos: el que fue presidente de la Federación Cantabra de esquí de 1967 a 1980: José D. Torcida Marcó. y cuenta con varios refugios y albergues para sus socios.

Fuente: www.tajahierro.com
Agradecemos a dicho club su desinteresada colaboracion

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Ski pioneers in Cantabria

In 1929 brothers Manolo and Alfonso Yllera García-Logo took to Cantabria, a little province in the north of Spain, a pair of Finnish skis from the Barcelona International Exposition. At the same time, a group of brave cantabrians got fond of skiing on the south side of the Tajahierro Pass at Soto de Campoo. Beside brothers Yllera, those pioneers were Carlos Rasines, Manolo Abarca, Jesús Ródenas and Manuel Suárez-Inclán, together with some Germans from a company called Editorial Aldus.

With the advice of Fernando Bustamante, who knew the area very well, they decided to spend their Easter holidays in Braña de Palombrera and stay at Venta del Sordo.

During these vacations, the group had to sleep in the upper floor of a stable with the only possible heating in those times, the heat of the animals that dozed underneath them and blankets to bundle up in the rickety old beds with mattresses of maize leaves. It was there, during one of the excursions, when it arose the idea of creating a ski and mountaineering club.

This first idea came together with a project, the reconstruction of an old ruinous cabin in Braña de Palombrera, so that it served as a refuge.

With this plan in mind, Fernando Bustamante began the proceedings to create the Tajahierro Alpine Club. The first assembly was held in the spring of 1931 in the premises of the "Bar el Suizo" in Santander, where Fernando Bustamante Quijano was appointed chairman of the club.

The club’s badge was created by Father Antonio Martín Lanuza, great sketcher and caricaturist.

With the club already formed, and seeing the difficulties for the adjustment of the cabin that they had previously chosen as a refuge, the club members decided to rent part of the Venta del Sordo. It also needed a good repair but even so it was more practicable and useful.

So in the summer of 1931 with the help of a bricklayer and a carpenter of Soto de Campoo, the holes of the walls were filled and the doors, floors and windows fitted. Also some bunks and mattresses were settled so that the club members could spend the night there.

Like in so many other places in those times, it was not easy to go to ski. It was rather a great adventure, because most times it was impossible to reach Venta del Sordo by car. The road was usually blocked by the formation of big heaps of snow like the one of "Monin", thus called after the nickname of a road labourer who was buried by one of those heaps. Therefore, it was necessary to go there on foot and loaded with everything that could be needed.

The Venta del Sordo refuge was used by club members until 1937. In those times, most Spanish clubs cancelled their sporting activities because of the Spanish Civil War.

Nowadays the club has about 800 members, amongst them José D. Torcida Marcó, who was chairman of the Cantabrian Ski Federation from 1967 to 1980. The club has currently a number of refuges and hostels for its members.

Special thanks to Club Tajahierro.