Así recibí la tarjeta, junto con otro regalo en Navidad lleno de pegatinas, un gorro, un buff, postales y 1000 cosas más, muy contento con ese detalle.

Por temas académicos no tuve mucho tiempo de hacer nada hasta diciembre, donde fui a Big Bear y Snow Summit, las estaciones más cercanas a Los Angeles y con poca a cosa a destacar de ambas, más que sus vistas al lago. Son dos complejos muy familiares y donde la gente va a aprender o al Snow Park.
En enero ya estaba más libre así que la primera parada importante de la temporada iba a ser Mammoth Mt, a 5h de Los Angeles. Hacia como 20 días o mas que no nevaba por ahí, de hecho, la nevada más importante fue para acción de gracias, que es a finales de noviembre, así que estaba un poco escéptico con las condiciones.
El primer empiezo tarde, como a las 11:30 de la mañana y aparco al Main Lodge, a 2700m, el día era más o menos claro. Los accesos a la cima cerrados por viento y también se podía apreciar que había muchas zonas peladas, así que tocó explorar las zonas intermedias y bajas. Ningún problema.
Tenían las conexiones cerradas entre sectores así que me toco bajar en bus hasta el pueblo y coger el telecabina que lo atraviesa para llegar a Canyon Lodge. Entre esperar el bus y subir se me hacen casi la 1 del mediodía. Al ser martes poca gente en pistas.
Ya pasadas las dos empieza, por sorpresa de todos, a nevar. Nadie lo esperaba, el pronóstico indicaba sol y vientos, rachas por cierto que eran muy fuertes. Empecé a tener fe para los próximos días a partir de ese momento.
Hablo con un local y me dice que esa misma noche espera que caigan como 40cm de nieve mínimo. Me puse bien contento. En ese momento abrieron las conexiones otra vez y pude regresar a Main Lodge esquiando. Al llegar al parking ya se empezaba a notar la diferencia entre ese momento y cuando yo llegue por la mañana, prácticamente en manga corta y a pleno sol.
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El segundo día no puede empezar mejor: sol radiante y todo nevado. 20 minutos antes de que abrieran ya estaba haciendo cola en la silla, hay que ver… y no era el único. Estuvo toda la noche cayendo con fuerza la nieve para deleitarnos con el siguiente panorama subiendo:
La visibilidad era buena. Desde la cima de Lincoln Mt. se podía ver claramente el Mary Lake, lugar muy conocido por sus increíbles rutas de montaña que se pueden hacer en verano.
Desde esta cima todos los recorridos que salen son difíciles o extremos así que no es moco de pavo esta zona. Una buena muestra de ellos son los Avalanche Chutes, Avy Chutes para los locales, con su doble diamante y su buena pendiente que con nieve como la de hoy se hace muy divertido de bajar.
Me hice amigo de un local en el telesilla y me hizo de guía hasta la hora de comer, cuando había quedado con su esposa. La verdad es que nos metimos por rincones que ni me hubiese imaginado, algunos con sorpresas incluidas como falta de nieve por viento así que toco improvisar, pero muy contento de todas las bajadas esa mañana, disfrute como un niño pequeño. Cuando se fue aproveche para ir a comer yo también, esta vez tenía el coche en Eagle Lodge, la parte más baja y las pistas que bajan entre bosque presentaban el siguiente aspecto:
Con tantos arboles da la sensación de estas muy bajo de cota, pero aquí en USA se ve que la línea hasta donde llegan es bastante más alta que en Europa, donde creo que está en unos 2100 metros en Pirineo y Alpes. En Norteamérica creo que llega hasta más de 3000m.
Llegando a la zona más baja de la estación por debajo las líneas de los remontes y disfrutando como un niño pequeño. Nada de gente, solecito y rumbo al coche a recuperar fuerzas con un buen entrecot de vaca Angus. Mientras como aprovecho para mirar el mapa de la estación y veo que abren la cima, así que para allá que vamos.
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Ese día no hacía mucho viento y la visibilidad era buena, eso sí, un frio del carajo ahí arriba. El teléfono estuvo guardado hasta casi la hora del cierre. Disfrutando todo lo que pude de la cara que baja por debajo del telecabina y de la silla 23, que era con diferencia la mejor nieve de la estación.
Era hora de poner rumbo al hostal y reponer el cuerpo, quedaban dos días aún. El hostal lo tenía en Bishop, un pueblo a unos 40min de Mammoth, ya que los hoteles en el mismo resort, los pocos que hay porque todos son casas de gente, son carísimos. Después de una ducha calentita y sopa, cuando eran sobre las 9 de la noche ya estaba en la cama, a uno ya le cuesta aguantar ese tipo de jornadas.
La mañana siguiente se presentaba nublada a primera hora, con previsión de más nieve en algún momento del medio día. Las nubes eran bajas, pero aún se podía ver bien el trazado.
Más pronto que tarde empieza a nevar de nuevo con fuerza. Cayeron como unos 10cm mas en pocas horas. Las condiciones de la nieve eran espectaculares y con los arboles más o menos puedes evitar perderte y desorientarte. Hacia también mucho frio con lo que una vez más el teléfono se quedó guardado hasta bien entrada la tarde.
Día muy intenso que terminó para mi sobre las 3 de la tarde, el panorama cada vez era peor, estaba nevando severamente y tenía miedo por si me pasaba algo en la carretera al volver.
Uno apenas puede ver algo entre la nieve en el parabrisas y la niebla. El trayecto hasta el supermercado de Mammoth Lakes fue toda una odisea. Compré lo esencial para sobrevivir 2 días mas, que eran los que me quedaban y me fui.
En el pueblo las carreteras estaban un poco mejor gracias al intenso trabajo de las quitanieves.
Misma rutina que el día anterior, ducha bien calentita, sopa y carne y a dormir. Solo me quedaba un día para disfrutar de la nieve, había estado los tres primeros en Mammoth así que dándole vueltas decidir pasar el restante en su hermana pequeña, June Mt. No las tenía todas viendo el mapa de pistas, pero como era viernes pensé que estaría más tranquilo que en Mammoth.
Al llegar veo que solo hay un telesilla (ultra lento) para llegar a la base del resort desde el parking. No hacia viento ni frio y la nieve se veía intacta después de la nevada nocturna. Observo el mapa y veo que hay un sector con solo itinerarios negros y doble diamantes, así que para allá que vamos sin perder ni un minuto de tiempo.
Me cuesta dos telesillas lentos y una pista bien plana llegar ahí, pero por sorpresa positiva ese sector cuenta con el único telesilla rápido de la estación.
Una vez allí, parecía una estación fantasma, nadie por las pistas ni por ningún lado, más de la mitad de la gente se quedaba en la zona principal y eran familias con niños o principiantes.
Estos itinerarios sin pisar, ni los de retorno a la silla ni ninguno, fueron lo mejor de estos 4 días con diferencia. Podías bajar por cualquier parte de ese sector que había dos pistas recogedoras en los dos extremos para volver a la silla. Estuve el 80% del día allí para mi disfrute.
A medida que avanzaba la jornada se iba aclarando el día. Aquí se aprecian dos de los itinerarios doble diamante que salen de la cima, que por cierto también se trata del punto más alto de la estación. Unos 3100 metros.
Pensaba que mis piernas ya no aguantarían después de 3 intensos días de nieve polvo, pero me temo que fue el día que más desnivel hice. Estaba realmente contento, venia sin esperar demasiado y un poco desanimado y cansado por ser el último día, pero el panorama que vi me cambio por completo el estado de ánimo.
Bowls y más bowls que desembocaban en bastos bosques, montones de nieve, prácticamente nadie de gente y no hacia viento ni frio. ¿Qué más se puede pedir? Pues faltaba por descubrir la parte baja de la estación, la cual también alberga zonas interesantes.
Directo a la zona de negras a ver qué tal estaba ahí la nieve, al estar más abajo se notaba la diferencia, pero aun así alguna pista (incluso sin ninguna trazada) estaba más que impecable y con incluso más nieve que en la cima.
La bajada hasta el parking, la última, por debajo de la línea del telesilla de acceso a la zona principal, fue con diferencia la mejor de todas estas jornadas. Vistas al lago de June, nieve hasta casi la cintura en cada giro, pendiente muy pronunciada y como no podía ser de otra manera, yo solo. La mayoría de gente bajaba en el telesilla o por una pista forestal que sirve de acceso.
Pues esta es mi primera experiencia seria de esquí en estados unidos y no ha estado nada mal. Escribiendo este reportaje desde Los Angeles otra vez, a 22 grados y en manga corta, deseando que llegue ya la siguiente escapada, que tiene pinta de que será Canadá con unos amigos que vendrán a verme desde Barcelona.
Estas son las estadísticas de un auténtico día rompedor de piernas y de todo, pero muy gratificante, coronando esta primera escapada a la Sierra.
Juntamente con las globales de todos estos días.
Un saludo a todos y pensando ya en la siguiente escapada.