Reportajes Viajes y aventuras en la nieve de nuestros visitantes
Última actualización: 11/02/2025 a las 08:00:00 (CET)

Serre Chevalier, Montgenèvre y Vialattea

Serre Chevalier, Montgenèvre y Vialattea
Grupo posando en Serre Chevalier
¡Qué emocionante viaje de esquí! Descubriendo la Magia de los Alpes. Viaje realizado del 12 al 18 de enero de 2025.
Los componentes de la esquiada: Tònho, Carlos, Oihana, Pilar, Happy, Luís, Chang, Pablo y Mikel (Izq. a Dcha.)
Los componentes de la esquiada: Tònho, Carlos, Oihana, Pilar, Happy, Luís, Chang, Pablo y Mikel (Izq. a Dcha.)

LOS PLANES Y PREPARATIVOS

Corría septiembre cuando decidimos, Mikel, Happy y yo, repetir nuestra experiencia de esquiar después de haberlo hecho juntos los últimos dos años, en Aosta y Dolomitas. En octubre, nos reunimos frente al ordenador para buscar un destino en los Alpes franceses. Sin embargo, nos encontramos con un inconveniente: los alojamientos, tanto hoteles como apartamentos, solo estaban disponibles de sábado a sábado, y nosotros solo podíamos viajar de domingo a sábado. Nos inclinamos entonces por explorar los Alpes italianos y no encontramos problema en Vialattea. Después de leer el reportaje de nico52, “Serre Chevalier y Vialattea”, decidimos esquiar en estas zonas.

Mientras tanto, el grupo de tres que había esquiado en los viajes anteriores creció con la incorporación de una compañera, quien a su vez unió a otra amiga con su pareja y otros tres amigos míos. ¡Ya éramos diez, provenientes de dos lugares diferentes! (seis de Vitoria y cuatro del Val d'Aran). Ahora, teníamos que organizar el alojamiento, los coches y las cenas para todos y todos los días.

BUSQUEDA DE ALOJAMIENTO

Encontramos muchas opciones, tanto en Serre Chevalier como en los pueblos de Vialattea. Buscando, buscando, y por casualidad, encontramos Maison Amalka, una gran casa de pueblo del siglo XIX completamente restaurada, con una superficie de 300 m², acogedora y cálida, equidistante de las estaciones de Serre Chevalier y Montgenèvre (Francia) con Monti della Luna Claviere en Italia), y un poco más allá, Vialattea, con varias estaciones, entre ellas Sestriere.

EL VIAJE, domingo 12 de enero

Vitoria, seis de la mañana: Mikel, con el coche cargado desde el día anterior con el equipaje distribuido entre el maletero, el baúl y el portaesquís, empieza a recoger a los compañeros de viaje: Happy, Luis, Oihana, Pablo y Pilar. La Autovía N1 conduce hasta la frontera y luego la autopista hasta la salida de Saint Gaudens.

Vielha, ocho y cuarto de la mañana: también con el coche cargado el día anterior de equipaje, material de esquí y comida distribuido entre el baúl y el maletero, recojo a Carlos y a Chang (Carlos nos acompañó a Aosta y Chang a Dolomitas). Unos días antes del viaje, Javier nos comunica que no puede venir, lo cual lamentamos mucho, especialmente por los motivos que le hicieron abandonar. La carretera nos lleva hasta la frontera y luego a la autopista, hasta la entrada de Saint Gaudens, donde nos encontramos con el otro grupo. Tomamos café, repostamos los coches y relevo de chóferes.

Paramos a comer en un área de descanso y, después de reponer fuerzas y desaguar, continuamos nuestro viaje. Para nuestra sorpresa, al dejar la autopista en Gap, vemos que los coches en sentido contrario están prácticamente retenidos hasta Briançon, ¡90 km!. Nos alegra gratamente ver que muchos coches llevan nieve en el techo, ya que el viernes habían caído 30 cm de nieve.

En Briançon, el grupo de Vitoria se queda a alquilar material para algunos de sus componentes y el grupo de Vielha nos dirigimos a tomar posesión de la casa. Después de atravesar Briançon, una ciudad de más de 10 000 habitantes, y en tan solo siete minutos, llegamos al Vallée de la Clarée, donde se encuentra Maison Amalka. Allí nos recibe Florian, el propietario y profesor de esquí, quien nos explica el funcionamiento de la lavandería, que también es cuarto de botas, la sauna, la cocina, la chimenea y nos muestra las habitaciones. Nos advierte que en la vertiente italiana hay poca nieve.

Por la noche, antes de cenar, se presenta en la casa Víctor, mi vecino de Vielha, que lleva dos temporadas viviendo y entrenando en Sestriere, el cual nos confirma que hay mucha menos nieve en la vertiente italiana, por los que decidimos sacar los forfait día a día para ir viendo a donde esquiábamos cada día.

LA EXPERIENCIA EN PISTAS

Lunes, día 13, Serre Chevalier

Serre Chevalier es una de esas raras joyas francesas, que generalmente es pasada por alto por los españoles.

Hay tres pueblos tradicionales principales (13 en total) repartidos a lo largo de un fondo de valle de 8 km con 250 km de pistas principalmente orientadas al norte que se elevan a 2.780 m de altitud. Lo que realmente hace que Serre Chevalier sea tan especial es la cantidad de bosques genuinamente agradables y pistas bordeadas de árboles que cubren más de dos tercios de la montaña. Esto lo convierte en un excelente complejo para esquiar cuando cae la nieve o cuando sopla el viento, que afortunadamente no nos ocurrió.

Comenzamos la jornada de esquí bien temprano. Desayunamos y preparamos todo el equipo necesario para enfrentar el día. La temperatura es de -15 ºC, con una cencellada que no solo cubre los árboles, sino también los parabrisas de los coches. Rascar el hielo es nuestra primera tarea y a las 8:30 h ya estamos en camino. Hace frío, pero la ilusión nos calienta.

Tomamos el desvío que bordea Briançon hasta llegar a Villeneuve, corazón del área de esquí de Serre Chevalier, aproximadamente a 15 minutos de distancia.

Encontramos aparcamiento gratuito, aunque nos toca caminar unos cinco minutos. Tras comprar los forfaits, tomamos la telecabina Frejus para dirigirnos a la zona de Monêtier. Con las bajas temperaturas y los treinta centímetros caídos dos días antes, la nieve está en condiciones inmejorables, y el pisado de las pistas es exquisito. Entre las opciones de telesillas, desembragables y de pinza fija, la que asciende más alto, Ts. Neizets, nos lleva hasta los 2.736 metros, bajo el Pic l’Yret

Vialattea

Las pistas rojas y negras nos llevan desde la alta montaña hasta esquiar entre los bosques de alerces, llegando a la población de Le Monêtier-les-Bains a 1.400 metros. ¿Podéis calcular cuánto desnivel hemos descendido? Sí, 1.300 metros en total.

Vialattea

Tras pasar parte de la mañana en la zona de Monêtier, nos dirigimos al otro extremo de la estación, conocido como Briançon, esquivando la zona de Chantemerle para otro día. Desde la parte alta de Le Prorel, a 2.566 metros, descendemos hasta Briançon, disfrutando de un desnivel de 1.240 metros y del paisaje espectacular.

Vialattea

Remontamos nuevamente a la parte más alta y buscamos pistas que nos lleven de regreso a nuestro coche, ya llevamos más de siete horas esquiando.

Sin título

Serre Chevalier es una estación de esquí adosada a Briançon. Allí paramos, contemplar la luna llena, comprar pan y algunas viandas para la cena y el desayuno. De vuelta en casa, algunos optamos por la sauna, mientras que otros nos reunimos alrededor de la chimenea con una cerveza o una copa de vino.

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Cenamos, compartimos un poco de sobremesa para planificar el día siguiente, y nos vamos a la cama.
Cenamos, compartimos un poco de sobremesa para planificar el día siguiente, y nos vamos a la cama.


¡Qué emocionante plan tenemos!


Martes, 14 de enero: Monginèbre y Monti della Luna (Claviere)

Somos un equipo de "champions" bien organizados. Tostamos el pan, hacemos el café y calentamos la leche, además de poner la mesa con todo lo necesario para el desayuno, preparar bocadillos y picoteos para el almuerzo que repartimos en las mochilas.

Nos acercamos a los coches y el termómetro marcaba solo -11ºC. No tuvimos que raspar el parabrisas, ya que los protegimos con telas la noche anterior. Puntuales a las 8:30 h, salimos hacia Mongenèvre. Sorteamos las curvas del puerto y en unos minutos llegamos al aparcamiento frente a las taquillas, donde sacamos los forfaits, que costaban casi 52 € (yo pagué menos, no por enchufe ni por guapo, sino por mayor). Este forfait permite esquiar entre Francia e Italia, en todas las áreas de Monts de la Lune, llegando hasta el pueblo de Cesana, con un total de 110 km de pistas disponibles.

Montgenèvre cuenta con dos laderas: los sectores de Gondrans (2.450 m) y Aigle (2.590 m) al norte, y al sur, los de Serre-Thibaud (2.520 m) y Chalvet (2.580 m). Esta doble exposición garantiza condiciones de esquí óptimas. Dado el frío que hacía, optamos por la ladera más soleada, ascendiendo con la telecabina Chalvet hacia la zona homónima, pero nos encontramos con que esta área estaba cerrada sin motivo aparente. La opción estaba clara: deslizar hasta Serre-Thibaud y esquiar en esa zona. Nos encantó tanto que repetimos varias de sus pistas.

Avanzada la mañana, dirigimos nuestros esquís hacia Italia. Llegamos por el fondo del valle, un itinerario muy bucólico, entre árboles y junto a un río por una pista verde. Esquiamos en esa área durante el resto de la mañana, prácticamente hasta llegar a la población de Cesana, donde empieza la Via Lattea que la dejamos para otro día. Paramos a comer en el Refugio Gimont, disfrutando de la terraza soleada al abrigo del Monte Chaberton, todavía en Italia, donde no podíamos irnos sin tomar un buen café y una grappa.

Ya por la tarde, dedicamos el esquí a la zona de Gondrans y Aigle, con buenas bajadas por pistas de todos los colores, pero dejamos para el próximo día conocerlo con más detenimiento, volviendo a donde empezamos por la mañana hasta que el sol estaba bajo y las piernas marcaban la reserva.

En resumen, las pistas de esquí de Montgenèvre Monti della Luna serpentean entre 1.800 m y 2.590 m de altitud, sobre un terreno mayoritariamente boscoso y ondulado. Ofrecen una gran variedad y diversidad (tanto en dificultad como en paisaje), haciendo que el esquí sea fluido y agradable, con pistas de todos los niveles, incluyendo algunas negras muy "deportivas", satisfaciendo plenamente nuestras expectativas.

Regresamos a casa con los últimos rayos de sol iluminando las cimas de las montañas. Algunos pararon a comprar pan y otras necesidades de última hora, mientras otros preparaban la sauna, jugar al billar o al futbolín. Antes de cenar, nos sentamos alrededor de la chimenea para comentar, reírnos de las anécdotas de la jornada y decidir a dónde ir el miércoles.

¡Mañana, las pistas serán nuestro lienzo y las huellas de nuestros esquís, la obra maestra! ¡Toma frase para acabar el día!

Miércoles, 15 de enero: volvemos a Serre Chevalier

Llegamos al ecuador de la semana y del mes. Seguimos con el frío de los días anteriores y, con la puntualidad que nos caracteriza (de verdad), salimos nuevamente hacia Villeneuve. En la foto, Ohiana antes de salir hacia pistas.

Comenzar el día temprano es la mejor manera de aprovechar al máximo cada momento en la montaña. Llegar al aparcamiento (11,50 €) y prepararse con cremas de protección, ropa adecuada y botas es la rutina esencial para disfrutar del esquí sin problemas.  Mientras nos preparábamos, en la cola de entrada, ya había mucha gente esperando la apertura del remonte: personal de la estación, clientes, cursillos de escolares, etc. Sacamos los forfaits (63 €, 54€ como veterano)), hacemos una visita a los lavabos (para no perder tiempo después) y, sin nadie en la cola, nos dirigimos hacia arriba.

Tomamos la telecabina Fréjus y el telesquí que nos lleva hasta el Col de Méa (2400 m) e iniciamos el primer descenso. ¡Madre mía, cómo estaba la nieve! Remontamos nuevamente para disfrutar otra vez de esa calidad y pisado de pista, pero ahora bajamos hasta la base de la telecabina de Fréjus, donde iniciamos la primera subida, con un poco más de 1400 m de desnivel.

Subimos de nuevo para ir al Col de la Cucumelle (2505 m) y bajar la pista con su mismo nombre. ¡Wow! Aunque la bajamos el primer día, hoy está mucho mejor. Repetimos descenso, aunque algunos se aventuran a un fuera de pista. Decidimos irnos hacia la zona denominada Chantemerle. Pistas rojas y negras nos permiten disfrutar del esquí, del paisaje de montaña y del interior del bosque. Una de las características sobresalientes de Serre Chevalier es la naturaleza boscosa de las laderas. En Serre Chevalier, el bosque se extiende hasta los 2150 metros, lo que nos permitirá un descenso con 700 metros de desnivel entre árboles, suena como una experiencia mágica. Y qué descenso hasta Chantemerle; ¡1200 m de desnivel es impresionante!. Un poco de descanso y disfrutar de las figuras de nieve.

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Luego, nos desplazamos hacia la zona de Briançon, subiendo al Col de Prorel (2404 m), donde nos espera un largo y bonito descenso, por pista roja, hasta la capital del valle, Briançon. Otro buen desnivel de más de 1200 m.

Volvemos a subir para buscar una de las famosas áreas de picnic de la estación con sus parrillas de uso libre, la de Croix de la Nore, a 2300 m, desde donde se contempla un impresionante panorama. Comemos nuestras viandas y relajamos cada músculo del cuerpo, pero tenemos que irnos por el buen aroma que viene de la carne que algunos tienen en la parrilla.

Seguimos esquiando y haciendo buenos descensos, pero las piernas empiezan a acusar el cansancio acumulado de hoy y de los días anteriores. Mis compañeros no son de Bilbao, sino de al lado, pero bien podrían decir: ¿venimos a Rolex o a esquiar?

En la bajada hacia el aparcamiento, nos encontramos con mucha gente retirándose de las pistas; parece que detrás de nosotros viene el "barredor de curling". De vuelta a casa y a las agradables rutinas de vacaciones: sauna, ducha, cerveza, chimenea, cena, etc. , suena como el cierre perfecto para un día lleno de esquí.

¡Qué día tan increíble en Serre Chevalier! De buena mañana, la jornada ya prometía.

Con todo el agotamiento que pueden haber sentido nuestras piernas, ¿dirías que valió la pena todo el esfuerzo en cada pista que bajamos?

Jueves, 16 de enero: Vialattea  ¡una emoción para vivir!

Una mañana más, con la bolsa de botas al hombro y la mochila en la espalda, nos dirigimos puntuales al coche para un trayecto de cuarenta y cinco minutos. La sinuosa carretera nos lleva hasta Montgenèvre, unos pocos minutos y cruzamos la frontera con Italia poco antes de llegar a Claviere. La carretera desciende hasta Cesana Torinese, y en lugar de tomar la telecabina hasta Sansicario, optamos por subir en coche.

La Vialattea, tal y como la conocemos hoy, se consolidó en los años 80. Cuenta con un total de 400 km de pistas y una altitud que alcanza los 2.800 m. Este dominio esquiable está compuesto por localidades como Sestriere, Sauze d'Oulx, Pragelato, Sansicario, Cesana, Claviere y la estación francesa de Montgenèvre. De estas dos últimas ya disfrutamos el martes y planeamos regresar mañana, además de que no están incluidas en el forfait de Vialattea.

Cada temporada, Vialattea registra más de 10.000.000 de pases. Sin embargo, este año dudo que se alcance esa cifra debido a las condiciones actuales de nieve. Al escribir este reportaje, ha nevado en la zona, lo cual es una esperanza para la zona.

La falta de nevadas y el viento que se llevó la nieve, principalmente de las cimas, por lo que los kilómetros de pistas estaban muy reducidos, pero nos satisfizo y disfrutamos de las amplias y las largas pistas por las que nos deslizamos. El verdadero buque insignia de Vialattea es, sin duda, la producción de nieve de cañones, si no es por esto, dudo que hubiésemos podido esquiar. Eso sí, los paisajes son impresionantes. Sin embargo, esta jornada en particular estuvo marcada por esa inusual escasez de nieve (que ya nos habían advertido), viento y temperaturas frías lo que hizo que la sensación térmica se nos metiera hasta los huesos y que pusieron a prueba nuestra destreza en el esquí y nuestro amor por este deporte.

Iniciamos nuestro recorrido en Sansicario, un encantador pueblito alpino conocido por sus tranquilas pistas y acogedoras cabañas. La falta de nieve fresca hacía que las pistas estuvieran más duras de lo habitual, lo que nos obligó a ajustar nuestra técnica y concentración.

De Sansicario nos dirigimos, por pistas rojas y algún tramo de azul, a Sauze d'Oulx, conocido por sus vibrantes après-ski de ingleses y sus pistas desafiantes. Las condiciones aquí no mejoraban; mucho viento, la escasez de nieve era evidente mejorada con la nieve de cañón y el frío se hacía sentir, por lo que decidimos meternos en una de las cabañas a tomar algo caliente y templar el cuerpo. En lugar de frustrarnos, decidimos aprovechar la oportunidad para mejorar nuestro control sobre los esquís y disfrutar del hermoso paisaje invernal.

Pasada la media mañana, nuestro siguiente destino fue Sestriere, una de las joyas de Vialattea, famosa por haber sido sede de eventos olímpicos. Las pistas, como vengo comentando, escasas en nieve y mucho viento en las alturas, seguían ofreciendo desafíos que disfrutamos plenamente. Donde más disfrutamos y repetimos pistas fue en las fuertes pendientes del Monte Banchetta y sus más 800 m de desnivel. La infraestructura de Sestriere siempre impresiona, y aunque las condiciones no eran ideales, el lugar mantenía su magia y su encanto.

Cerramos el día volviendo a Sansicario, satisfechos con nuestra jornada de esquí. Aunque la falta de nieve y el frío extremo presentaron desafíos, estos también hicieron que la experiencia fuera única y memorable. Aprendimos a adaptarnos a las condiciones y a disfrutar de cada descenso, apreciando aún más la camaradería de esquiar en grupo

De todas formas, sacamos la conclusión de que, a pesar de las dificultades, una jornada de esquí en Vialattea siempre tiene algo especial que ofrecer. Tuvimos una lección de resiliencia y una oportunidad para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Con la esperanza de mejores condiciones en un futuro, nos quedamos con el recuerdo de un día lleno de diversión y aprendiendo que en la mochila hay que llevar ropa de “porsiacaso”.

Llegamos a casa con poco tiempo para relajarnos. Teníamos que ducharnos y prepararnos para ir a cenar a uno de los restaurantes que nos recomendó Florian, el dueño de la casa: "La Luge à Foin", a unos quince minutos en coche. Optamos por platos típicos; algunos eligieron una "raclette à l’ancienne" y otros, una "fondue". Fue una velada llena de comentarios y risas, tanto durante la cena como al salir del restaurante y en el viaje de vuelta a casa.

La jornada de esquí del día siguiente ya estaba decidida: volveríamos a Montgenèvre y Monts de la Lune.

Viernes, 17 de enero: Repetimos Montgenèvre y Monti della Luna (Claviere)

Otro día espectacular bajo el radiante sol de los Alpes nos llevó a disfrutar de una jornada de esquí inolvidable en las pistas de Montgenèvre y el dominio de Monts de la Lune.

Comenzamos la jornada esquiando en el sector de Chalvet, un lugar que habíamos dejado pendiente el martes pasado debido a las condiciones climáticas. La espera valió la pena, ya que la calidad de la nieve era excelente y los paisajes, simplemente impresionantes. Repetimos varias veces las mismas pistas, encantados con la suavidad y consistencia de la nieve bajo nuestros esquís, incluso alguna bajada fuera pista.

Cambiamos a la zona de “Serre Thibaoud”, en el mismo sector, para bajar varias veces las pistas del TS Rocher Rouge

Después de esquiar en Chalvet, nos trasladamos al sector des Gondrans, para disfrutar de sus pistas y entorno. De aquí las pistas y remontes nos llevan hacia Italia, pero, en vez de hacerlo por el fondo del valle como el martes, optamos por hacerlo a través del sector de l'Aigle. Las vistas desde este recorrido fueron espectaculares, ofreciendo una nueva perspectiva de la región y añadiendo un toque de aventura a nuestra jornada.

Nuestra siguiente parada, una vez a cruzada la frontera, el dominio de  Monts de la Lune. Aquí, disfrutamos de varias bajadas en las cuidadas pistas italianas, apreciando la calidad de la nieve y el encanto del lugar.

La hora del almuerzo fue especialmente memorable en el refugio Gimont. La hospitalidad de los argentinos que trabajan allí añadió calidez y amabilidad a nuestra experiencia. Disfrutamos de un delicioso almuerzo, acompañado por el inigualable café italiano y una copa de grappa, que nos revitalizó para continuar con nuestra esquiada.

Para concluir nuestro día, regresamos al sector des Gondrans y finalmente terminamos en el Balneario-Spa Durancia. Este remate perfecto nos permitió relajarnos y revitalizarnos después de un día lleno de acción y belleza alpina.

La jornada en Montgenèvre y Monts de la Lune fue un ejemplo perfecto de cómo el buen tiempo y la calidad de las pistas pueden transformar un día de esquí en una experiencia inolvidable. A pesar de la intensidad del día, cada momento fue disfrutado al máximo, dejando recuerdos duraderos de una perfecta combinación de deporte, naturaleza y hospitalidad.

Llegamos a casa al anochecer, disfrutando de las consabidas cervezas antes de preparar la cena. Decidimos concluir la semana con una fiesta de disfraces, música y mucha diversión. Fue la manera perfecta de cerrar una inolvidable semana de esquí en los Alpes.

Espero que este reportaje refleje bien el espíritu de nuestra aventura. 🎿❄️🏔️🎉

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¿Estás listo para nuestra próxima aventura en la nieve? 🌞❄️⛷️

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16 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    03/02/2025 12:07
    #1
    ¡¡Qué bien lo pasamos!!! ¡¡Muy buen repor Tònho!! Me ha encantado recordar este maravilloso viaje. No sé si quedarme con las esquiadas que nos pegamos o con las risas que nos echamos. :lol2: :lol2:

    karma del mensaje: 37 - Votos positivos: 3 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    03/02/2025 15:49
    #2
    Muy buen reportaje que transmite las buenas vibraciones del viaje y el placer que es siempre hacer un viaje con un buen grupo de esquiadores y amigos.

    Otro destino a apuntar en la lista de pendientes.... :diable:

    karma del mensaje: 47 - Votos positivos: 4 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    03/02/2025 19:59
    #3
    Tònho, que magnífico y generoso reportaje. Redactado para sentirlo como experiencia propia en plan virtual y documentado gráfico de 1er nivel. Ese grupo al que hay de felicitar, no solo denota buena sintonía, támbien refleja felicidad y buen rollo. Que de recuerdos para mi grupo, que recién aterrizados de nta semana en Paradisky, seguimos manteniendo ese espíritu de confraternidad tan necesario para que la aventura sea inolvidable. Un saludo a todo el grupo y a seguir sumando. Gracias por compartir.

    karma del mensaje: 47 - Votos positivos: 4 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #4
    Fecha comentario:
    03/02/2025 22:39
    #4
    Tònho,
    espectacular repor novelado. El día que saquen el largometraje, no me lo pierdo ☝🏼️😊

    karma del mensaje: 20 - Votos positivos: 2 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #5
    Fecha comentario:
    04/02/2025 14:38
    #5
    Mi primer Alpes, hace ya 45 años.
    Acostumbrado a las Baqueira, Cerler, Sierra Nevada, etc. de aquellos años aluciné cuando llegamos allí.
    Y eso que para ir a Monetier tenías que coger un bus, no existía La Cucumelle. Tampoco existía la zona de Briançon. Pero aún y con todo era una pasada.
    Esta estación es la gran desconocida en España. Pero no tiene nada que envidiar a los grandes dominios esquiables que más nos suenan por aquí.
    Siempre es un gusto volver por allí y ver todo lo que ha crecido.
    La recomiendo, no defrauda.

    karma del mensaje: 30 - Votos positivos: 3 - Votos negativos: 0

  • #6
    Fecha comentario:
    04/02/2025 17:41
    #6
    #1 ¡Totalmente de acuerdo! Fue un viaje increíble, lleno de momentos inolvidables. Las esquiadas fueron épicas y las risas que compartimos realmente hicieron de esta experiencia algo especial. 😊⛷️🎿❄️

    karma del mensaje: 19 - Votos positivos: 2 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #7
    Fecha comentario:
    04/02/2025 17:43
    #7
    #2 ¡Gracias, Chema73! Me alegra mucho que hayas disfrutado del reportaje. Realmente, viajar con un buen grupo de esquiadores y amigos siempre es un placer, y este viaje fue una prueba de ello. ¡Sin duda, este destino merece estar en la lista de pendientes para futuras esquiadas! 🏔️🎿❄️

    karma del mensaje: 12 - Votos positivos: 1 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #8
    Fecha comentario:
    04/02/2025 17:46
    #8
    #3 ¡Muchas gracias, Nico52! Me alegra saber que el reportaje te ha hecho revivir la experiencia de forma tan vívida. La buena sintonía y el buen rollo del grupo realmente hicieron de este viaje algo especial, y es genial saber que tú y tu grupo también han vivido una aventura inolvidable en Paradiski. ¡Un saludo a todo tu grupo y sigamos sumando momentos así de maravillosos! Gracias a ti por compartir tu experiencia con nosotros, con los reporteros de Nevasport. 😊❄️⛷️🏔️

    karma del mensaje: 10 - Votos positivos: 1 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #9
    Fecha comentario:
    04/02/2025 17:51
    #9
    #4 ¡Gracias, oyemiquel! Me alegra mucho que te haya gustado el reportaje. Me he esforzado en capturar la esencia de nuestro viaje. Quién sabe, quizás algún día tengamos nuestra película de Happy Spielberg o la tuya. ¡Hasta entonces, paciencia! 🎿🍿🎥😊

    karma del mensaje: 9 - Votos positivos: 1 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #10
    Fecha comentario:
    04/02/2025 17:55
    #10
    #5 ¡Qué recuerdos tan maravillosos, Vanoisse Express! Es impresionante cómo han cambiado las cosas a lo largo de los años. Serre Chevalier realmente tiene un encanto especial y, como dices, no tiene nada que envidiar a otras estaciones más conocidas de Alpes. Es genial saber que todavía disfrutas de volver y ver cómo ha evolucionado. ¡Gracias por compartir tu experiencia y recomendación! 🏔️⛷️❄️

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    • Gracias!
  • #11
    Fecha comentario:
    04/02/2025 18:11
    #11
    Serre es una joya sin descubrir. Encanto alpino en Francia.

    Mola el reportaje.

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    • Gracias!
  • #12
    Fecha comentario:
    04/02/2025 20:32
    #12
    Brutal el reportaje!!
    El año pasado estuve en esa zona en marzo después de una gran nevada y me encantó!
    Serré chevalier y claviere/Montgenevre son espectaculares 🤩.

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    • Gracias!
  • #13
    Fecha comentario:
    04/02/2025 20:38
    #13
    #11 ¡Gracias, Carl-Inox! Estoy totalmente de acuerdo contigo, Serre Chevalier es una auténtica joya alpina en Francia. Me alegra mucho que hayas disfrutado del reportaje. Espero que inspire a más personas a descubrir este maravilloso lugar. ¡Un saludo! 🏔️⛷️❄️

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    • Gracias!
  • #14
    Fecha comentario:
    04/02/2025 20:39
    #14
    #12 ¡Muchas gracias, Talismanpilenco! Me alegra saber que disfrutaste tanto de la zona después de la nevada. Sin duda, Serre Chevalier y Claviere/Montgenèvre son lugares espectaculares que dejan una impresión duradera. ¡Espero que podamos seguir compartiendo más experiencias increíbles en el futuro! ❄️🏔️⛷️🤩

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    • Gracias!
  • #15
    Fecha comentario:
    04/02/2025 21:04
    #15
    #14 como curiosidad, en Montgenevre tenéis una foto con el Mont Chaberton al fondo. Ahí, a 3000 metros snm, había un cuartel de artillería italiano que en junio de 1940 , en la batalla de Los Alpes, fue derrotado por los franceses desde el monte Janus, ahí en Mongenevre, en el que hay otro cuartel de artillería a 2500 metro de altitud y que forma parte de la Línea Maginot.

    https://en.m.wikipedia.org/wiki/Ouvrage_Janus

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    • Gracias!
  • #16
    Fecha comentario:
    04/02/2025 21:07

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    • Gracias!

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