Peeeeroooo... ¿Qué pasa si cuando uno llega la estación está cerrada? Por viento, por falta de nieve o por lo que sea... ¿Qué alternativas hay?
a) Volverse a casita... Mal.
b) Enredar un rato en la nieve... Ni tan mal. Hoy había unos cuantos en la base de Cerler que han pensado eso mismo.
Uno se pregunta si la estación no podría abrirles las cintas o incluso el telesilla de abajo (a poco que el viento afloje). Un forfait a precio reducido et voilà.
c) Poner las focas y parriba. ¡BIEN!
Eso es justo lo que hemos hecho hoy, y menuda sonrisa se nos ha quedado puesta para lo que queda de día. Al llegar, WhatsApp a Joanjo, que se apunta a un terremoto, y ha tardado un epsilon en alcanzarnos ya en la primera pala de Molino.
Y ya subiendo, sin gente en la pista, empieza uno a disfrutar del paisaje, de la ausencia de gente, de la compañía de los amigos.
Conste que las sonrisas no eran para la pose.
Yo también voy sonriendo:
Llegada a donde nos habíamos propuesto, focas fuera y pabajo.
Hoy, además, que era 24 de diciembre, nos hemos encontrado con unos simpáticos papa noeles. Joanjo les ha pedido que nos traigan más nieve. A ver.