¿Estás pensando en esquiar en los Alpes por vez primera? ¿Tienes claro a dónde vas? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Sabes que los Alpes pueden ser una magnífica experiencia o… todo lo contrario?
Si es tu primera visita a un destino de nieve no español o andorrano, esta puede ser una guía básica pero funcional de lo imprescindible. Por qué igual que en verano no es lo mismo irse a la Costa Brava que a la Costa del Sol, o a Ibiza, en los Alpes se hace muy necesario escoger bien tu destino cuando se trata de tu primera experiencia allí.
Los Alpes son una gran cordillera, pero no es lo mismo esquiar en los Alpes franceses que en los austríacos, y no es lo mismo Suiza que Italia.
¿Cómo ir?
Con tu vehículo. Una opción viable si vives en Catalunya o País Vasco, pero que tiene sus pros y contras. Por ejemplo, Alpe d'Huez, una de las grandes estaciones de los Alpes franceses, se sitúa a 540 km de la frontera de la Jonquera (6 horas). Desde la frontera de Irún serían 900 km (unas 9 horas). Desde Madrid, quizás ya sea mejor la alternativa de hacerlo en avión, o incluso en tren.
En cualquier caso, si lo hacemos en coche hay que asegurarse que el vehículo está en buen estado, ha pasado la ITV, lleva equipamientos de invierno y tiene un seguro. En el centro de Europa la policía no se anda con perdones, y hacen bien por tu propia seguridad pero también por la de los otros usuarios. Además, en los Alpes el frío y las nevadas suelen ser rigurosas. Básico informarse de la previsión meteorológica antes de desplazarse hasta el destino final, no para suspender el viaje, sinó para llegar con los equipos apropiados. Hay que evitar sorpresas que en los Pirineos se resolverían rápidamente y que allí supondrían un buen problema. Un gran problema.
Hasta el pie de los Alpes se llega por autopista, pero los peajes son caros, así que una buena opción es compartir. Y muy importante: los estacionamientos no permitidos en las estaciones de esquí se resuelven por la vía rápida, es decir, con grúa e importantes sanciones.
En avión existen muy buenas opciones desde Madrid y Barcelona hasta los aeropuertos más importantes a pie de los Alpes o muy cerca, como Annecy-Mont Blanc, Torino, Ginebra, Munich o Innsbruck. Pero claro, después hay que contar con alquilar coche y desplazarse hasta el destino final. Asegurarse siempre de alquilar coche con ruedas de invierno y, si es posible, que sea 4x4.
En tren es algo más engorroso para sincronizar horarios, pero hay opciones que son muy interesantes, especialmente rápidas y próximas en el caso de los Alpes franceses. Y en el caso de Suiza se hace casi obligatorio para según que casos el contar con el accesos con trenes.
Grandes dominios
Hay estaciones de tamaño “humano” y ambiente familiar, al estilo Valfrejus aunque para buenos esquiadores, y hay estaciones unidas a otras estaciones que generan dominios esquiables gigantes (Portes du Soleil entre varias estaciones de Francia y Suiza, Les 4 Vallées en Suiza, Via Lattea entre Italia y Francia...) en las que hay que tener cuidado con los horarios.
Luego está la cuestión meteorológica, la cuál hay que tener presente este apunte: en los Alpes, por altura y latitud, hace más frío que en los Pirineos. Nada extraordinario, pero es importante ir con buenos equipos.
Gastronomía y après-ski
Cada valle, ya sea en Suiza, Francia, Italia o Austria, suele tener alguna especialidad propia, sobre todo de quesos y guisos locales de carne, que se acompañan siempre de vinos locales. Quizás, a diferencia de los Pirineos y por lo general, puede que haya algo menos de variedad para escoger en sus restaurantes ya sean en pie de pista o en pistas, pero en lo que os van a sorprender, con toda seguridad, es en la calidad. Es algo que allí se cuida muchísimo. Con excepciones, claro.
Y sobre el après-ski, poco que decir y mucho que imitar. Restaurantes, tiendas, ocio... a lo grande en las grandes estaciones sea cuál sea el país.
Y es que los Alpes son el destino capital para disfrutar de una après-ski de múltiples opciones, especialmente en algunas estaciones de Francia y Austria si lo que se busca es música, conciertos, espectáculos y baile en las mismas pistas de esquí.
¿Es caro esquiar en los Alpes?
En cuanto a precios, el forfet, el alojamiento y la oferta gastronómica, puede variar mucho según el tipo de estación que vamos a visitar. Por lo general los precios son muy competitivos en Francia, Austria e Italia. En comparación a estos tres países se disparan en Suiza. Esta es una cuestión que hay que tener bien presente, más cuando a los Alpes no se va por un fin de semana. Mínimo se va a ir por tres jornadas, o mucho mejor para disfrutar allí de una semana entera.
Así pues, si es tu primer viaje a los Alpes quizás te convenga la entrada más fácil para un esquiador español, que son las estaciones de la vertiente francesa, más cercanas geográficamente e incluso culturalmente, ya sea por costumbres après-ski y carácter. Bien, lo de culturalmente quizás sobre un poco, ya que en los Alpes el cliente es mucho más internacional a lo que comparativamente podemos encontrarnos en los Pirineos.
Entonces ¿por cuál destino es mejor empezar?
Mi recomendación: las estaciones de los Alpes franceses. Son un destino clásico y de acierto seguro gracias a su proximidad geográfica, por su garantía de nieve, por su reputada oferta après-ski y gastronómica. Apuesta segura en estaciones como Tignes-Vald’Isère, Alpe d’Huez, Les Deux Alpes, Val Thorens, Les Arcs y La Plagne.
Su punto flojo, por así decirlo, es su arquitectura algo menos cuidada en los pueblos y alojamientos de pie de pistas, siempre que se compare con las estaciones suizas o austríacas. Hay excepciones en todas partes, por supuesto, pero estas serían las líneas generales. Quien busque un destino romántico, bucólico, quizás sea más recomendable Suiza y o el Tirol austríaco.
Hay muchísimas estaciones más, pero estas pueden ser una buena entrada para vuestra primera vez. Experiencia en positivo me atrevería a decir que prácticamente garantizada.
¿Cuándo ir a los Alpes?
Preferible evitar los Alpes en plena campaña navideña o durante todo el mes de febrero, cuando todas las estaciones cuelgan el cartel de completo. Como en los Pirineos, vaya. Pero hay dos grandes momentos para nosotros: el puente de La Purísima y la Constitución, porque nadie más en Europa tiene este puente con dos días festivos casi seguidos que tenemos aquí, y el mes de enero, incluida la semana de Reyes.
Incluso puede suceder que en los accesos a los remontes, especialmente de las estaciones antes comentadas, que suelen abrir en la Inmaculada precisamente pensando en el mercado español, uno pueda escuchar hablar con toda naturalidad a los esquiadores en castellano, catalán, vasco…
¿Hotel, apartamento, bungalow o residencia?
Obviamente, se puede alquilar o contratar un alojamiento por libre, por plataformas como Booking o Airbnb. Pero no siempre sale bien, y en ocasiones uno se encuentra con alguna sorpresa por no coincidir lo que se ve en una página web con lo que después uno se encuentra realmente en el alojamiento contratado. Y una vez allí... lo que quieres es esquiar y no resolver engaños pícaros.
Así pues, casi que mejor la primera salida a los Alpes se realice vía agencia de viajes. Hay varias opciones en Nevasport, y entre los expertos en los Alpes están Esquiades.com.
Por cierto, poco aconsejable ir a una residencia, aunque sus precios son competitivos y es un tipo de alojamiento muy popular y económico entre los franceses. De la manera que somos nosotros, me atrevería a decir que difícilmente va a gustar. Acostumbran a estar solicitadas por grupos escolares o numerosos y su forma de operar es poco práctica para el esquiador comodón.
Un buen seguro
A los Alpes hay que ir con un buen seguro. Imprescindible contratar una póliza de accidentes con cobertura internacional en asistencia en pistas, primeras atenciones en un centro médico y traslados.
Experiencias contrastadas
Y hasta aquí mis recomendaciones de mínimos, pero, para saber un poquito más de las experiencias de otros usuarios en los Alpes, os dejo con algunos testimonios de esquiadores que han visitado diferentes estaciones.
Es el caso de Joan Pasanau, habitual de las estaciones andorranas, pero que prácticamente cada año se reserva unos días para visitar los Alpes. Ha esquiado en las estaciones francesas, italianas y suizas. Cuando le planteo cuáles son las diferencias más destacables entre ellas, o cuál destino se adapta mejor a un esquiador habitual de los Pirineos, necesita algunos segundos para responder.
Aunque le cuesta, finalmente se tira a la piscina y razona que “cualquier gran destino de los Alpes cumple con los deseos del esquiador que busca garantía de nieve”, pero para afirmar cuál conviene más, antes hay que saber lo que se está buscando. “Los Alpes suizos, por lo general, me parecen el destino perfecto para ir en pareja. Pueblos de postal y buena gastronomía, pero es un destino caro para nuestro bolsillo. Los Alpes italianos también son una magnífica opción, posiblemente con una oferta gastronómica más acorde con nuestros gustos, y con precios más competitivos que Suiza. Y los Alpes franceses los veo como una opción ideal por cercanía, por su après-ski y por ser grandes dominios, pero quizás con pueblos no tan bonitos como en Suiza. Pero hay excepciones en todas partes, claro”, razona Joan sobre su experiencia en los tres países.
Jordi Albert, bien conocido en nevasport.com por su blog It’s a powder day, también es de los habituales en visitar los Alpes. Básicamente Francia y Suiza. Le planteo las mismas cuestiones e igualmente le cuesta unos segundos lanzarse a dar su opinión ya que, dice, “se hace difícil comparar”. Pero le pido que haga un esfuerzo y explica que “en su conjunto los Alpes juegan en otra liga si lo comparas con los Pirineos, aunque también dependerá de qué estaciones visites. Hay de todo”.
Básicamente argumenta que “las estaciones Suizas están muy cuidadas, por lo general tranquilas, muy caras, y en las cuáles resulta más difícil alojarse a pie de remontes", mientras que las francesas acostumbran a “estar muy bien pensadas” y que por ello resultan “muy cómodas” y con “absolutamente todos los servicios a pie de pista. Eso sí, algo anticuadas en sus urbanizaciones y edificaciones, en comparación a Suiza”, contextualiza en su contra.
Finalmente, añade que los dominios franceses cuentan con una clientela que parece más internacionalizada y cita ejemplos como la presencia mayoritaria de ingleses en Val d’Isere o de Rusos en Courchevel. Antes de finalizar, confiesa que tiene muchas ganas de visitar las italianas, aunque por el momento asegura que “me siento tan cómodo en lo que ya conozco que me va a costar visitarlas, igual que las austríacas. Pero todo llegará”.
Y hasta aquí mi propuesta de guía básica para una primera experiencia en los Alpes. Espero que os pueda servir de ayuda, aunque admito se necesitaría algunas líneas más para informar más y mejor para una primera visita a los Alpes.
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