La localidad austríaca de Kitzbühel al siguiente fin de semana acogería las míticas carreras del Hahnenkamm de esquí alpino, todo un ejemplo de cómo combinar deportes, turismo y negocio.
La pintoresca localidad alpina, con siete siglos de historia y unos 8.000 habitantes, atrae durante la semana a más 100.000 visitantes que llegan de toda Europa para presenciar las carreras que puntúan para la Copa del Mundo, esencialmente el mítico y peligroso descenso por la Streif con sus 3.312 metros, un desnivel de 860 metros, que son superados por los esquiadores en menos de dos minutos, tras abordar una pendiente con una inclinación de hasta el 85 %
El éxito se debe a la singularidad de esta localidad con la unión de varios factores, como la calidad del espectáculo deportivo ofrecido una vez por año, el paisaje y la naturaleza, la infraestructura hotelera y la cercanía a grandes centros urbanos como Múnich o Innsbruck.
Existe incluso una vía de tren que llega directamente hasta la meta de las carreras.
Desde hace décadas este evento es cita obligada para la alta sociedad austríaca y europea, fanática del esquí alpino, un popular pero también exclusivo deporte.
Se trata, pues, de un gran espectáculo deportivo, seguido por decenas de millones de personas a través de la televisión en una treintena de países.
Dos fotos clásicas de Kitz:
Eso explica el gran impacto económico que tienen las carreras del Hahnenkamm el nombre de la montaña a cuyos pies se encuentra Kitzbühel para toda la región.
Sólo el fin de semana de las carreras crea un valor económico y comercial de unos 60 millones de euros, según datos oficiales del ayuntamiento de Kitzbühel.
Unos 600 puestos de trabajo dependen durante todo el año de las carreras, celebradas por primera vez en 1931 y desde 1967 parte de la Copa del Mundo de Esquí Alpino.
La lista de ganadores de las pruebas incluye a todos los grandes nombres del esquí, como Hermann Maier, Marc Girardelli, Ingemar Stenmark, Alberto Tomba o el recientemente retirado Marcel Hirscher.
Medio centenar de estaciones de televisión y decenas de emisoras de radio informan cada año desde Kitzbühel, con el descenso del sábado, considerado como el más peligroso y espectacular del mundo, como el momento más esperado.
Las carreras son organizadas por el "Kitzbühel Ski Club" (K.S.C.), el club local de esquí, con casi 120 años de tradición.
Pero ¿cuál es la magia y el secreto de este lugar, considerado por muchos como la "meca del esquí alpino"?
A diferencia de muchas otras localidades alpinas, que durante siglos vivían en la pobreza, Kitzbühel siempre tuvo una buena posición gracias a su privilegiada situación geográfica, a medio camino entre lo que hoy son Alemania e Italia.
Hasta los años 1920 el pueblo vivía sobre todo de la minería, una actividad que fue abandonada definitivamente en 1926, coincidiendo con la apertura del primer teleférico hasta la cima Hahnenkamm.
Se dio así paso al turismo, que había empezado a llegar con más frecuencia a partir de la inauguración de la primera conexión ferroviaria en 1875, aún durante el Imperio Austro-Húngaro.
Se fueron inaugurando un hotel de lujo tras otro, a lo que, con el paso de las décadas, se unieron cientos de chalets de alta categoría, lo que ha convertido Kitzbühel en la localidad con los precios inmobiliarios más elevados de Austria, con una media superior a los 12.600 euros por metro cuadrado en 2019.
Hoy el encanto de Kitzbühel, y de su competición, va más allá de lo deportivo: la vida nocturna de "Kitz" -como llaman los lugareños a su pueblo- es legendaria y no tiene comparación en la región.
Decenas de restaurantes, bares y discotecas de alta categoría llenan el casco histórico de la ciudad, con precios que, ante la enorme demanda, se multiplican durante la semana de las carreras.
Visitantes de toda Europa, sobre todo austríacos, alemanes, suizos, franceses y británicos, inundan las pequeñas calles de la localidad y convierten "Kitz" en una fiesta incomparable con ninguna otra sede de la Copa del Mundo.
Nos vamos a Zell am See
No queda más remedio que esquiar entre sus preciosas pistas arboladas con vistas al lago.
Zell am See es una ciudad situada en el corazón de los Alpes austriacos. La ciudad tiene una rica historia que se remonta a la época romana. En la Edad Media, Zell am See era un importante centro comercial y de transporte, y su puerto era un importante punto de transbordo para el comercio de sal. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue ocupada por las fuerzas nazis y sufrió graves daños.
Después de la guerra, la ciudad se reconstruyó y se convirtió en un popular destino turístico, conocido por sus impresionantes paisajes naturales, su lago cristalino y sus actividades al aire libre, como el esquí, el senderismo y el ciclismo.
Las pistas negras son un imprescindible
La montaña Schmittenhöhe no solo es popular por su esquí en invierno, sino también por sus atracciones turísticas de verano, incluidos los teleféricos.
El Parque Nacional Hohe Tauern es uno de los paisajes de alta montaña más espectaculares del planeta.
....y lo bueno si breve......
Mapas de pistas
DATOS PRÁCTICOS
- Vuelo regular con Air Europa, permiten bolso de mano y maleta de cabina, 135 euros
- Alojamiento, típica casa con la granja en frente, en un pueblito al lado de Uttendorf, 45 euros por persona y día.
- Alquiler de esquís, en una cadena local en Mittersill, 30 euros por día, los míos eran unos REDSTER S8, fabulosos, Intersport es un pelín más económico.
- Hahnekamm Pavillion Bar perfecto para el apreski en Kitz
- Para cenar muy recomendable en pleno centro de Kitz el restaurante Huberbrau Stuberl, comida típica austriaca, también a las afueras genial la Pizzería Don Luigi.
- Para tomar una copa está muy bien el Pub discoteca Jimmy´s, también en la calle principal de Kitzbühel.
- Comida, en pistas en las típicas Huttes.
- Los precios tanto en los restaurante en pistas como en los pueblos tienen un precio similar, como siempre un precio bastante asequible para un país como Austria.
- En pistas una cervecita de 0.5L con unas patatas o unas salchichas unos 12/15 euros/pax, cenar con unos entrantes compartidos, un segundo potente, postre y cafelito con tus cervezas no se va más allá de 25/30 euro/pax.
Desde nuestro alojamiento estábamos a unos 10 minutos del parking gratuito del Panoramabahn de Hollersbach (Kitz), a unos 25 del Hahnenkammbahn(Kitz) parking de pago, unos 12 euros todo el día, comodísimo.
Zell am See lo teníamos a 15 minutos, parking también gratuito al lado de la góndola en la entrada del pueblo.
Una curiosidad, el trayecto en el 3S Bahn dura unos 15 minutos, son importantes los cálculos cuando se pasa del Pass Thurn hacia la otra zona o viceversa.
Esto es todo...hasta la próxima.