Viendo la temporada actual con casi todo el pirineo pelado no teníamos muchas expectativas por lo que a nieve se refiere. Era un viaje que ya estaba planeado desde antes del COVID y que finalmente, al cabo de 3 años, se pudo realizar. Y menuda sorpresa al llegar ahí. Cogimos un apartamento en Sion de martes a domingo para poder visitar varias estaciones de la zona. Cabe decir que el apartamento tenia 110m2 y todas las comodidades que esperas de una casa así por muy buen precio. El trayecto fue en coche, unas 8 horitas prácticamente todas por autopista. Legamos sobre las 11 de la noche por lo que no dio tiempo de hacer demasiado más que deshacer las maletas con una breve charla con el casero.
Pues bien, tras la primera noche, el turno fue para Aletsch Arena, estación normalita, pero con vistas bonitas y anclada en un maravilloso lugar junto al glaciar de igual nombre.Estación bastante familiar con la mayoría de pistas asequibles y tranquilas.El maravilloso pueblo de montaña de Bettmeralp a los pies del Bettmerhorn
Es posible atravesarlo todo con los esquís puestos, aunque te va tocar remar en algunas zonas. Estación bastante plana, sobre todo en los enlaces entre los distintos sectores.
Ya en el otro extremo, en la aldea de Fiescheralp, nos quedamos con las ganas de subir al Eggishorn, pico más alto del dominio y cerrado por mantenimiento de la pista 70. Una lástima porque desde ahí se ve todo el glaciar con el Jungfraujoch al fondo y los 3 picos coronándolo.
Visto ya casi todo el dominio, empezaba la hora de buscar itinerarios, con la famosa bajada de Bettmerhorn a través del skitunnel que a la salida ofrece estas vistas del pueblo con el Matterhorn de fondo. La nieve más que aceptable para ser orientación sur.
Hicimos un par o tres más de bajadas por donde más bien estaba la cosa y para casa ya. Había que reposar por la exigente 4 Vallées al siguiente día.
La ultima bajada dirección al teleférico de regreso al parking nos deja estas vistas del pueblo al ocaso del día. Estación bonita pero muy enfocada a las familias y a muchas otras actividades.
Añadir, por cierto, que el teleférico baja cada 20 min o así, y que con la broma de tener que subir andando hasta la estación superior y todo, llegamos al parking a las 18:15… tema de conexiones es un poco engorroso todo el dominio, pero bueno, tocaba duchita, cena y a reposar.
El miércoles nos despertábamos con nubes en Sion, el casero me llama muy atento y me dice que nos preocupemos, que es normal en el valle pero que arriba esta todo despejado. Ponemos rumbo a Siviez y a medida que vamos subiendo se va despejando hasta llegar a tener el mar de nubes debajo. La nieve no tenía nada que ver con la del día anterior.
Empezando por el sector de Nendaz. Muy poca gente por la zona en general.
Ya en la zona de Tortín con un sol radiante y buena temperatura, unos -5 grados. Dirección Verbier y seguidamente Mont Gelé.
El itinerario de Chassoure en permanente sombra mantiene la nieve en muy buenas condicionesSector Attelas con el Mont Blanc al fondo. Toca bajar hasta el lago para coger el telesilla que te deja al pié del remonte para subir el Mont Gelé, no sin antes explorar un poco la zona de Ruinettes con sus anchas pistas perfectamente pisadas.Mucha gente también aficionada al parapente, que bonito verlo todo desde ahí arriba volando.Pero nosotros nos tenemos que conformar con verlo desde la cabina. Panorámica del sector de Fontanet con La Chaux al fondo.
Una vez arriba empieza lo bueno, descenso de 1000m hasta Tortín no apto para todos los públicos. De hecho, mucha gente se daba la vuelta al llegar arriba. La verdad es que hay infinidad de variantes a elegir y de distintas dificultades. Esto con una buena nevada da para todo el día prácticamente.
Ya en la parte baja, una pequeña pausa para recuperarte y a lanzarte en schuss para poder llegar que la pista se aplana un buen cacho antes de la estación del teleférico.Y como no lo mejor para el final, la bajada desde el Mont Fort hasta el parking. Una vez arriba las vistas son espectaculares.Hacia el otro lado se divisa perfectamente el Matterhorn en Zermatt, destino que aguarda para el siguiente día. Entre una cosa y otra, viene el Ski Patrol y nos dice que o espabilamos o bajamos en teleférico que tienen que cerrar, y es que, entre una cosa y otra, entre bajadas larguísimas y subidas aún más, se te pasa el día volando.
Como decía, ultima bajada criminal para llegar al coche exhaustos, pero bien contentos por haber disfrutado de otra magnifica jornada de esquí. Esta vez sí que llegamos con más tiempo al apartamento y nos dio tiempo de visitar Sion, que no es que tenga muchas cosas, pero tiene un casco antiguo que está bien. El castillo ya nos quedaba más lejos así que lo dejamos.
El viernes era día para Zermatt, la estación más alta y donde encontramos la mejor nieve en la zona del glaciar mayormente pero también por recónditos tubos y bosques en los que acabamos metidos de lleno.El pueblo con el Cervino coronándolo desde el sector más occidental del resort. La parte baja estaba un poco pelada y con nieve dura.Rumbo hacia al Klein Matterhorn pasando por Riffelberg, bajadón de 1000m de desnivel y subida de otros 2000 hasta la cima de la estación.Ya en el glaciar dentro del nuevo 3S, la zona es bastante llana, pero con muchas posibilidades de fuera pistas que bajan hasta Frugg por detrás.
Cada vez el día se abría más. La temperatura ahí arriba era de menos 18 grados y menos mal que no hacia viento. No hubo tiempo de sacar demasiado el teléfono con ese clima. Tocaba disfrutar de la nieve, tanto que comimos en el telesilla para no perder tiempo.
La última bajada desde Schwarzsee hasta el pueblo fue la más entretenida del día. Metiéndonos por una canal por la que transcurría un rio que veías fluir a través de una capa de hielo y que esquiamos por encima porque no había otra opción.Parece que no hay manera de avanzar, pero poco a poco puedes ir bajando, la nieve impecable ya que dudo mucho que algún otro se haya aventurado a bajar por aquí…Vistas hacia arriba sorteando todo tipo de obstáculos: hielo, plantas, arboles, troncos…La parte final que transcurre entre el bosque bien divertida y curiosa te lleva hasta una pista recogedora que llega hasta Furi, de ahí ya enlazas con la bajada hasta el pueblo.Nos vamos de Zermatt con esta bonita fotografía al atardecer después de otro duro día de esquí. Un skibus te lleva de vuelta a la estación de tren para llegar al parking de Täsch y evitar tener que patear todo el pueblo de punta a punta.Sábado y ultimo día, tocaba repetir Verbier al ser la más próxima al apartamento. Esta vez subimos en coche hasta el pueblo ya que después nos quedaríamos a cenar por ahí y a ver el ambiente que había al ser el último día de esquí.Subiendo por el Funispace dirección Mont Gelé. Aun quedaban variantes por catar. No sin antes hacer un par de bajadas de calentamiento por la zona de Ruinettes y Médran.
Una vez arriba del todo tocaría repetir circuito bajando hasta la telecabina Chassoure, pero esta vez dirección al itinerario de Col des Mines, famoso por sus caminitos entre paredes de hielo.
El pueblo de Verbier visto desde Col des mines. Hubo tiempo de volver a repetir, pero en esta ocasión tomaríamos su itinerario gemelo Vallon d’Arbi, que llega hasta el pueblo de La Tzoumaz. La nieve al llegar ya bastante compactada, lo normal en las cotas más bajas.De vuelta a La Chaux para darle un rato al Snowpark antes de ir a comer al restaurante del IceCube, en Ruinettes, donde al ser sábado había ambiente, música y buenas vistas.El imponente Bec des Rosses, escenario de la final del FWT. Impresiona lo mires por donde lo mires… y pensar que los finalistas se tiran por ahí como si nada. ¡Qué nivel Maribel!Ya en el restaurante disfrutando de la merecida comida tras nuestra última jornada de esquí.Tras bajar y dejar las cosas al coche, cambiarnos de ropa y descansar un rato era turno visitar el pueblo en busca de un restaurante para cenar. Hay mucha variedad para todos los gustos, finalmente nos decantamos para una Fondue y menuda elección. Caro pero valió la pena, un día es un día. ¡Eso sí, para caro el apreski!!!
Siendo domingo ya, solo quedaba hacer las maletas, comer y poner rumbo de vuelta a casa, esta vez pasando por Chamonix y el Col de la Forclaz que dejaban imágenes como la siguiente. El valle de Sion donde teníamos el apartamento con Verbier en el otro lado al atardecer.
Las vistas hacia Francia tampoco se quedan atrás.Aguardaba un largo viaje entre valles nevados con sus típicos atascos de domingo, que nos hicieron llegar a casa a las 2 de la madrugada.Eso sí, regalándonos imágenes de postal como estas. Otro gran viaje del que nos llevamos muy buenos recuerdos, con la meteorología acompañando pero que quizá con un poco más de nieve recién caída hubiese sido ya perfecto. Pero no se puede tener todo en esta vida, tocara esperar que nos depara la siguiente parada…
#1 Muchas gracias la verdad es que sí, sobre todo las pistas que pasan por encima de la cresta y puedes ver tanto el glaciar como el valle de la estación!
La última bajada desde Schwarzsee hasta el pueblo fue la más entretenida del día. Metiéndonos por una canal por la que transcurría un rio que veías fluir a través de una capa de hielo y que esquiamos por encima porque no había otra opción.
estas muy loco..
#6 A ver, que es un itinerario que sale en el mapa de pistas (59), nada como para alarmarse tanto.. ya se ve en las imágenes que está transitable la zona. Lo peor que te puede pasar es que tengas que quitarte los esquís y patear un rato.
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