Por fortuna he tenido la posibilidad de esquiar en varios y variados países, la conclusión es que con los austriacos no hay quien pueda.
Ya lo dijo la gran Raffaella Carrá, si para hacer bien el amor hay que venir al sur para esquiar hay que ir a Austria. Nosotros vamos a esquiar, ellos "son" el esquí.
Escapada rauda y ligera visitando Hintertux , Zillertalarena y Mayrhofen-Penken.
En Tux todas las peculiaridades de un glaciar, salvo contadas pistas inclinadas casi todas son asequibles, nieve de calidad, climatología cambiante y paisaje inconfundible. Por lo demás, en los otros dos dominios días fantásticos, sin apenas nubes y con el frio justo y necesario.
Kilómetros de los de verdad, pistas laargaass, rojas, rojinegras casi todas, pocas negras y alguna azul en forma de bello boulevard vedado a ambos lados por impresionantes pinos.
Dolppelmayer (s) de 8 plazas con capota "a dolor", como si las regalasen. No hay colas destacables, descargan gente con esplendida facilidad, sobre todo jóvenes y aguerridos germanos con sus innatas mejillas sonrosadas "Heidi Style". Los italianos con su irrefrenable expresividad también se ven, bueno, más bien se oyen.
Pese a la generosa afluencia tampoco hay esperas para adquirir el FF, skidatas por doquier y multitud de kassas(s) con personal rápido y eficiente.
Todo está perfectamente organizado, también el transporte público, skibus gratuito y tren vintage rojo oscuro como sus pistas que te traslada cómodamente a través de todo el valle del río Ziller.
Y es que parece ser que fue el ferrocarril el que descubrió para el mundo este mágico valle otrora dedicado a la minería, al tratado de ganado y a las familias cantoras itinerantes.
¡Ojo! Con este “negociado” de los cantores ambulantes, se dice y se comenta que de allí es originario el villancico Noche de Paz, cosa seria y poca broma.
El primer dominio del valle, el Zillertal Arena, data de 1954 y seguidamente se desarrolló en paralelo Penken y su famoso Penkenbahn.
Como curiosidad, equivocadamente creía yo que eran luteranos, pues la gran mayoría son católicos y mucho, la religión está muy marcada y presente en sus relaciones sociales y culturales. No es extraño esquiar pasando al lado de una de sus coquetas iglesias o capillas.
Mucho más mundano es su apreski, palabra inexplicablemente francesa viendo como se las gastan con este tema por estos lares, sin duda otra de sus señas de identidad.
Hutte(s) abarrotadas de autóctonos y bárbaros bebiendo y bailando esas machaconas melodías a medio camino entre aquellos antiguos cantores itinerantes y estos nuevos "omarmontes" tiroleses.
Para que todo esto sea posible otro imprescindible es la cerveza fabricada en Zell am Ziller con el mismo nombre que el valle. Dice su dueño que producen 60.000 hectólitros, poco me parece para lo que allí se "bascula"....
Y sus típicas comidas, Schitzel, Gulash, etc...orientadas a entrar en combustión y así combatir el frío.
Y tópicas visitas a su capital, Innsbruck...
Y todo se acaba, y lo breve antes.....
Pero viajar en gran compañía hace de estas aventuras experiencias mágicas e inolvidables.
Vídeo y fotos resumen del viaje
DATOS PRÁCTICOS,
- VUELO con Air Europa, 130 euros por persona, equipaje permitido maleta de cabina y bolsa de mano donde llevamos las botas de esquí.
- ALOJAMIENTO, Haus típica, sin lujos pero espaciosa y con todas las comodidades, a 5 minutos escasos de la cabina de Zell, parada de skibus a 200 metros. 50 euros por persona y noche.
- COCHE, VW SHARAN de 7 plazas, sin franquicia, 67 euros por día.
- ALQUILER DE ESQUIS+BASTONES, los míos eran unos Kastle RX11, 33 euros/día.
- FF 3 días para todo el dominio, 195 euros/persona