La primera opción era Cauterets, que nos encanta, pero en vacaciones francesas el alojamiento está imposible así que me puse a buscar otras localizaciones. La elección fue fácil, Boí es probablemente la estación que mejores condiciones tiene en la península, así que me puse a buscar en Esquiades y rápidamente hice la reserva en los apartamentos Snö en el Pla de la Ermita (la urbanización más cercana a pistas), con el ff incluido. Para el que no lo conozca, la estación es esto:
Un circo presidido por el Puif Falcó (2751 msnm) a donde llegaba el remonte del mismo nombre, el más alto del Pirineo patrio, sólo superado por el teleférico del Midi de Bigorre. Antiguamente era un telesilla que pasaba más tiempo parado que en marcha por el viento hasta que en 2021 lo sustituyeron por el arrastre Erta II (un acierto) y que da acceso a la que para mí es la mejor zona de la estación.
Llegamos el miércoles al anochecer. En el acceso pasas al lado de joyas del románico como la Sant Climent de Taüll (o Tahull según dónde lo mires)
Nos registramos en el hotel, damos una vuelta por las tiendas de la urbanización donde nos sorprende gratamente una tienda-pizzería, Dalla Nonna que nos atrajo por el increíble olor. Ya no nos daba tiempo a encargar pizza, pero teníamos muy claro qué íbamos a cenar el día siguiente... aparte de las patatas trufadas, Fonzies, panettone y cervezas que compramos ese día 😂 . Después imprimimos los ff en una máquina dispuesta a tal efecto, solo hay que escanear el código bidi que te proporciona la agencia et voilà, tarjetas impresas.
Croquetas caseras
Ensalada de algas y sardina ahumada
No podía faltar una butifarra
Entraña
Y crema catalana
Después de saciar el apetito nos retiramos a descansar.
El jueves amaneció nublado. Subimos a la estación y nos encontramos con retención en el último tramo. Por suerte entramos en el aparcamiento principal recién asfaltado. Merece la pena destacar el trabajo de los responsables de organizar los coches, ni una plaza sin ocupar, respetando pasillos y aparcando en sitios insospechados pero perfectamente controlados para meter más coches de los que supuestamente caben. Un 10 para ellos.
Tras una buena jornada nos volvemos al Pla donde encargamos nuestras pizzas, las recogemos y nos las llevamos al apartamento.
De cara al día siguiente la previsión no era muy halagüeña. Nieve, lluvia, nubes bajas... aún así decidimos subir. A las 9 y media la visibilidad no era muy buena, pero a eso de las 10 despejó, así que aprovechamos a subir a la cima y esta vez sí poder hacer unas poses de yoga con buenas vistas
Bajamos por la negra Bassada, con muy buena nieve. La estación tiene muy buen aspecto bajo el sol
Vista hacia el Tuc de Muntanyó (creo)
Una panorámica
Volvemos a subir a Roies para bajar esta vez por Muntanyó. Me hago una foto con el Cerbí de Durro de fondo
Otra vista de la estación
Y del valle de Boí a lo lejos
Después de comprobar la buena calidad de la nieve en las pistas negras, decidimos dedicar el resto de la jornada a hacer las negras del sector Cerbí. En el Port d´Erta el mar de nubes estaba de foto
Y eso es todo, dos días muy bien aprovechados en una estación que me encanta y que a pesar de estar a medio gas tiene unas condiciones más que aceptables, especialmente si tenemos en cuenta que el resto está peor. Tengo la impresión de que la volveré a visitar esta temporada...
Y ésta ha sido la cata de este viaje 😊