Prólogo del prólogo. Este va a ser el viaje mas largo de todos los emprendidos por mi hasta ahora. Si todo fluye como está previsto, llegaremos hasta Turquía antes de virar al norte hasta Polonia y después ya aproado hacia casa por un par de sitios mas. O tres.
Como en otras ocasiones, como casi siempre hasta ahora, vuelvo a no hacer un report de esquí al uso. Vuelvo a hacer un relato de viaje, de mi viaje, de mi particular forma de viajar a esquiar y de concebir el esquí como parte de una actividad mas amplia. No es una guía, un folleto descriptivo o turístico. Trataré de describir o comentar esas estaciones en que estemos que son distintas, menos conocidas o decididamente extrañas para lo que suele ser el entorno habitual en que nos movemos los esquiadores que este foro habitan. Pero, fundamentalmente y como siempre, voy a contar mi vida, mis sensaciones, mis impresiones. Avisados quedáis.
Llevo intentando hacer una salida para probarme y poner a punto la casita desde noviembre. Ha sido imposible. Circunstancias variadas, una técnicas, otras familiares o médicas (la edad no perdona) han hecho que hasta el mismo día dos de enero no haya podido emprender la marcha hacia la nieve. Vamos a pasar unos días en familia y a iniciar a la nieta en esto de la nieve, así que por ello ha sido Gourette la estación elegida. Da juego para todos, los mas ansias pueden disfrutar de su desnivel y las zonas mas complicadas, los lentos y menos avezados, de sus partes mas suaves y familiares. Y la reina de la casa, de su primer curso de esquí, algo ya aplazado por dos veces debido a las actuales circunstancias. Poco puedo contar de esta estación que no se haya publicado ya aquí. Vuelvo al relato.
Por primera vez, arranco con MSE a mi lado. Una nueva y agradable sensación que espero y deseo que se haga cada vez mas frecuente, aunque todavía no acabamos de ver el momento. La ultima jugada del destino ha querido que ella haya sufrido una tonta caída, saliendo de vacunarse precisamente, que ha provocado que tenga que asistir de oyente al encuentro familiar. No va a poder esquiar, así que los papas de la criaturita estarán encantados y creo que la abuela, más.
Viaje tranquilito y sin complicaciones hasta el Pirineo. Llegamos a Gourette donde nos encontramos con El Iglú y sus actuales habitantes, así como con el resto de integrantes de la expedición que en esta ocasión habitarán en hotel, como en otros momentos, excelente gestión por parte de Alpeski.
Los autocaravaneros nos instalamos en el área de Gourette , ya conocida y mencionada, muy cómoda y dotada de todos los servicios necesarios, incluyendo duchas y baños limpios y cómodos.
Y llega el día tres, primero de temporada para muchos, primero en mucho tiempo para algunos y primero en su vida para una. Una que se viene conmigo, feliz y contenta, a encontrarse con su curso, profesor y compañeros, decidida a aprender mucho y pasalo mejor aun.
Yo con mis temores aun, desde la reparación de la pierna apenas he esquiado, solo para probarme, y los miedos aun me atenazan, sumados a la habitual falta de forma y escasa confianza.
Primeras bajadas, mucho tiento, total falta de sensaciones... un desastre. Pero persevero y en compañía de Pierre Nodoyuna, que se ha unido al grupo familiar, voy intentando mejorar. Al final, se van consiguiendo resultados, pero hay que trufarlos de descansitos, no alargar demasiado la jornada y dar una oportunidad también a las terrazas y las cervecitas. En eso también estoy muy desentrenado.
Lo mas importante, en cualquier caso, se ha conseguido. He empezado el jamón y he catado la nieve.
La noche del martes tenemos una nevada que mejora las pistas de manera notable, iba haciendo mucha falta.
De esta manera ha transcurrido la semana, los días se han sucedido sin grandes novedades, cada uno ha ido mejorando al anterior en todo y hemos disfrutado de unos días excepcionales, por primera vez todos juntos en la nieve y como propina, la compañía de buenos, muy buenos, amigos. Uno incluso autocaravanero también.
Rematando nuestro viaje con barbacoa en la nieve... |
El viernes ya me quedo solo, el resto, incluida MSE, parten de regreso a casa. A mi me espera mi Largo Camino al Este. A partes iguales, nervios, deseos, temores.
El sábado me muevo a Bareges, con la sana intención de esquiar el domingo en Grand Tourmalet
Encuentro con el forero Yuri, compartiendo jamón y cervecita, cena con el grupeto de Pierre Nodoyuna y Pablo LB, más Mikel, Sonia, Raúl y Guso, y a dormir sobre mis ruedas. Toda la noche lloviendo, mas de lo mismo a la mañana. Decisión rápida aunque no sea fácil. Continuo viaje, que quiero estar por la tarde en Masella para esperar allí a Farandi y arrancar juntos hacia Eslovenia.
Esta vez el viaje si es incómodo. Llueve y lueve casi todo el camino, hasta que empieza a nevar entrando en el valle de Arán. Mi camino previsto, por La Bonaigua, lo encuentro cerrado cuando ya he subido, entre la nieve del cielo y del suelo, hasta Baqueira 1500. Vuelta a Vielha, valorar la situación, y a dar la vuelta por el sur. El Pont de Suert, La Pobla de Segur, Sort... Cadenas para subir a al tunel, ruedas de nieve que se comportan como tales, y ya en la cara sur, la cosa va mejorando. Eso si, he alargado en casi un par de horas mi viaje. Parada de reavituallamiento en La Seu de Urgell, cambio de aguas, arrancar de nuevo. Finalmente consigo llegar a Masella con ganas de dormir y de esquiar. Mañana será otro día.
Y el lunes diez de enero estoy de vuelta en Masella. Los días pasado han ido reentrenándome y puedo dedicar un par de días a disfrutar de la estación casi vacía, y recorrer sus pistas azules casi como si supiera esquiar. Parece que definitivamente he dejado atrás mi nivel de verdes asequibles y puedo subir un escalón en la progresión hacia el esquiador perfecto.
Cuando estoy tan feliz y contento, vuelven a surgir inconveniente técnicos que me hacen perder mi tercer día y a partir de ahí, ya tener que dejar lo de la nieve hasta que lleguemos a Eslovenia.
Con todo casi listo, me reúno con Farandi en Figueres. Me encuentra intentando desfacer otro entuerto. No se acaban. Pero finalmente, el viernes catorce de enero ponemos en marcha motores con destino Italia, primera escala del itinerario. No sabemos aun donde nos llevará la ruta.
Todavía, en el camino, estamos teniendo que hacer algunas ñapas de última hora. Esta vez, o quiero demasiada perfección, o me ha mirado un tuerto. Porque surgen pegas una tras otra, aunque afortunadamente, se van superando.
Cada vez estoy mas cerca. O mas lejos, depende del punto de vista.
Seguiremos informando.🙋♂️
SL2, ratón.