Aquel curso de esquí de montaña abrió la puerta a descubrir unas cuantas cimas invernales, entre ellas el Aneto en solitario ese mismo año , de ahí el paso a las botas de montaña cuando la nieve se retiró fue fácil, ya no había marcha atrás.
En estos tres años, pandemia de por medio, he hecho todo lo que he podido. El verano pasado tuvimos la oportunidad de pasar unos días en Chamonix, haciendo excursiones familiares, uno de los días le propuse a mi hijo iniciar la ruta hacia el Montblanc saliendo de la estación de esquí de Les Houches, a ver hasta donde llegábamos...nos hicimos 2000m de desnivel y llegamos hasta el refugio de Tête Rousse, me quedé con las ganas de seguir y aquel día se sembró la semilla, tenía que subir el Montblanc!
Así que, cuando uno llega a cierta edad, a punto de cumplir los 50, tiene claro que cuando surge una oportunidad hay que cazarla al vuelo, así que la oportunidad surgió, se montó un pequeño grupo del club de alpinismo para hacer Montblanc en 2021, así que me apunté enseguida, en total fuimos 5 personas. Desde aquel momento ha sido un año intenso de montaña, entrenando ya que los jóvenes aprietan mucho y haciendo toda la montaña posible para poder afrontar la aventura.
También aproveché unas vacaciones en Julio para hacer mi primer cuatro mil ( y el segundo, jajaja), Breithorn y Gran Paradiso.
Ascensión al Gran Paradiso en solitario por la ruta normal, en un día:
Y por fin, después de un largo camino, llegó la semana del Montblanc, tres de los compañeros del club ya llevaban dos semanas en Alpes, así que ya estaban aclimatados y nos iban a meter un ritmo demasiado alto para nuestro primer día de aclimatación, así que acabamos haciendo dos cordadas muy diferenciadas.
La primera cima de aclimatación resultó ser una auténtica maravilla, una ruta con noche en el refugio de Conscrits, atravesando al día siguiente el glaciar de Tré la Tête y llegando a una de las aristas mas estéticas que he visto, Dômes de Miage ( Pointe Sud Ouest 3670m)
Vídeo resumen:
Tras la maravillosa experiencia de Dômes de Miage, nos trasladamos por 2 días a la zona de Aiguille du Midi, la intención era subir al Montblanc du Tacul, pero había nevado bastante y el viento había generado congestas de nieve con cierto peligro de aludes, así que decidimos hacer Pointe Lachenal, tiene poco mas de 3600m, pero en realidad el desnivel que hicimos ese día fue escaso, ya que el glaciar se encuentra a poco menos, eso sí, nos sirvió para seguir aclimatando.
Mont blanc du Tacul que se nos resistió, con sus imponentes seracs y sin trazada abierta.
Hicimos un poco el burro por la zona, descubriendo lo fácil que es hacer el cabra con dos piolets:
Imagen tomada desde Pointe Lachenal:
Y, por fin, llegó el deseado día. En esta ocasión no subimos desde Les Houches, sino que cogimos directamente el Tramway du Montblanc, que te deja en el refugio Nid d´Aigle, algo que me sorprendió el año anterior, ya que, siendo un poco puristas, lo ideal sería no utilizar el Tramway para ahorrarnos desnivel...si es que no se puede hablar, jajaja.
Saliendo de Nid d´Aigle, rápidamente se llega al refugio Tête Rousse, por un terreno de alta montaña sin gran dificultad, alguna parte del camino un poco expuesta pero siempre transitable, protegido con cable en algún tramo y sin trepadas a remarcar. Después toca atravesar el glaciar de Tête Rousse, sin mayor dificultad, que nos llevará a los pies de la temida "bolera", le Grand Couloir. A nuestro paso no vimos ningún peligro, ni en la subida ni en la bajada, cero desprendimientos, cruzando plácidamente.
Tras la bolera, llega el tramo que, si pudiera decir que algo me desagradó, fue este tramo hasta el refugio Goûter, pero en la bajada. Durante la subida lo disfruté, me gusta mucho trepar, pero la destrepada no me gustó tanto, con crampones por el hielo y en terreno mixto, predominantemente roca, una auténtica lata.
Subiendo hacia Tête Rousse:
Llegamos a Tête Rousse con las impresionantes cimas de Bionnassay, el Pitón de los Italianos, el refugio de Goûter arriba...y aunque no se ve en la imagen, el glaciar de Bionnassay que es impactante, con enormes grietas y bloques de hielo con sus caprichosas formas.
Una vez pasado el glaciar de Tête Rousse, sin dificultad, que pasamos sin encordar y sin crampones ( condiciones pueden variar), llegamos a la temida bolera, que nos recibe con su cara mas amable:
Tras le Grand Couloir, la infinita trepada, por un relieve que asemeja la espalda de un dinosaurio:
Y unos cuantos metros de desnivel mas arriba, unos cuantos...llegamos al refugio de Goûter:
Nos hubiese gustado proseguir, pero la meteo no era buena, de hecho en el refugio el parte de las 17h resultó traer malas noticias, poniendo en peligro nuestra salida a las 3am. Por suerte habíamos reservado dos noches, una comodín por si la meteo nos jugaba una mala pasada, menos mal! Decidimos salir por la mañana, ya que teníamos todo el día por delante y no había prisa, pasaríamos una segunda noche en el refugio. En mi opinión es mas disfrutona esta opción, se disfruta mas de las vistas ( aunque no veas amanecer arriba y la sombra del Montblanc), aunque hay que tener en cuenta las temperaturas por los puentes de nieve. Tenía entendido que no había mucha grieta en la ruta normal, pero...hay grietas y algunas no se ve el fondo.
Salimos a las 8:40 sin visibilidad apenas, en algunos momentos se funde la nieve y la niebla. Por suerte la trazada es evidente, voy solo con mi compañero de cordada.
Ojito con las grietas:
Por suerte empieza a despejar y las vistas se tornan increíbles:
Hay enormes seracs por todas partes, la trazada discurre por un entorno indescriptible:
Ya casi olemos la cima, estamos subiendo a un ritmo muy conservador, tan conservador que llegamos arriba completamente enteros:
Una mirada atrás nos da una idea del camino recorrido:
Grandes emociones en la cima, hablamos con las familias por videollamada ( cosas de la tecnología) mientras les muestro las maravillosas vistas, Chamonix abajo, el glaciar de Bossons, el valle de Aosta con el glaciar de Miage...no se puede explicar! Por un rato estamos solos en la cima, de día no sube tanta gente. Tras las fotos de rigor iniciamos el descenso, con mucha tranquilidad y disfrutando del entorno, no hay ninguna prisa ya que nos espera otra noche en el refugio.
De ahí venimos:
No puedo dejar de mirar los seracs:
Hacen unas formas realmente curiosas, pirámides...
Os pongo un vídeo que resume nuestra aventura, si puedo ayudar en algo a alguien que quiera subir el Montblanc estaré encantado de ayudar en lo que pueda, dentro de mis posibilidades. Mirando hacia atrás os puedo decir que lo mejor de todo no ha sido hacer la cima, sino la ilusión y la preparación que ha habido detrás, todas las cimas que han precedido a esta, estrechando todavía mas mi vínculo con las montañas, mis queridos Pirineos...
