Ahora que estamos inmersos en la temporada de esquí es importante tener cuidado con determinadas caídas. Una simple caía, una mala postura al caer, apoyar la mano con el pulgar muy abierto o no haber calentado previamente antes de la práctica deportiva son algunas de las causas más comunes de una de las lesiones más típicas de los esquiadores: el pulgar del esquiador o del guardabosques.
El término pulgar de guardabosques se describió porque esta lesión era típica de los guardabosques, al golpear y romper el cuello de los conejos. Este gesto les dañaba el ligamento colateral cubital y la articulación del 1º dedo que desencadenaba edema, hinchazón más una inestabilidad crónica.
El pulgar del esquiador es la lesión más frecuente de la extremidad superior en el esquí, supone más del 60% de las lesiones de la mano en esquiadores. Globalmente puede suponer el 17 de las lesiones en el esquí.
Qué es la lesión del pulgar del esquiador
Es una rotura de un ligamento de la base del pulgar (Ligamento Colateral Cubital de la articulación Metacarpo-Falángica). Este ligamento se encuentra en la parte interna de la base del pulgar y limita la translación en valgo del 1º dedo, impide que el dedo se “abra”. La función de este ligamento es imprescindible para que el 1º dedo sea estable y es esencial cuando hacemos la pinza con el pulgar y el índice (entre el 1º y 2º dedo). Por lo tanto es necesaria para muchísimas actividades de la vida diaria como coger un libro de una balda, o un vaso de agua.Mecanismo de lesión, como se produce
Su mecanismo traumático ocurre al caernos y apoyar la palma de la mano con el bastón entre la nieva y el dedo. Esto hace que aumente el brazo de palanca en valgo el pulgar y el dedo se abra en abducción forzada (hacia fuera y hacia atrás), lo que hace que se rompa el ligamento en su inserción con la falange. El esquiador suele notar un chasquido acompañado de un dolor agudo y tumefacción (inflamación o hinchazón). No es infrecuente que pueda esquiar unas horas más, eso sí, con importantes molestias.La utilización de bastones sin correas (dragoneras) no disminuye el riesgo pero puede que soltar los bastones durante la caída sí tenga un efecto protector ya que el papel que tiene el bastón en la producción de la lesión es claro.
El principal problema es que cuando el ligamento se arranca de su inserción en la base de la 1ª falange del pulgar, se interpone una estructura que es la aponeurosis del aductor del pulgar (conocido como lesión de Steiner). Esto hace que el extremo del ligamento no esté en contacto con el hueso y por lo tanto no es posible su cicatrización mediante la inmovilización. Así, es necesaria la reparación quirúrgica.
Síntomas y signos
Inicialmente se presenta un dolor moderado y tumefacción en la base del primer dedo (pulgar), puede aparecer un hematomadando lugar ala confusión con un simple esguince. El dolor puede durar una o dos semanas. Después el problema suele ser más de carácter funcional, no produciendo tanto dolor pero sí una dificultad funcional. Lo más característico es la imposibilidad de hacer la pinza entre el pulgar y el índice debido a la falta de estabilización del primer dedo haciendo que éste se desplace hacia afuera (valgo)Tratamiento
Inicialmente se ha de llevar a cabo una exploración traumatológica para confirmar la lesión y diferenciar las roturas parciales (esguinces que no requieren intervención y podrán ser tratados con inmovilización) de totales (roturas completas que precisan cirugía). La evaluación inicial debe contemplar una radiografía simple para descartar una fractura asociada.En caso de duda, se llevará a cabo una exploración bajo infiltración de anestesia local en el dedo para poder manipularlo sin dolor y valorar la inestabilidad en valgo del dedo a la exploración física o mediante radiografías comparativas en estrés.
Si se trata de un esguince o de una rotura parcial del ligamento colateral cubital del pulgar, sin inestabilidad ni bostezo, el tratamiento se realizará utilizando una ortesis con inclusión del pulgar que incluya la interfalángica, es una buena alternativa con muy buen resultado. El tiempo de inmovilización está entre 7 y 10 días en un esguince leve, y ente 2 y 3 semanas en el caso de una rotura parcial.
Si la lesión del dedo pulgar es grave, el ligamento está completamente roto, el tratamiento es el quirúrgico y consiste en reinsertar el ligamento en la cara interna de la base de la primera falange del pulgar mediante arpones y posteriormente se colocará una férula de yeso durante una semana aproximadamente, hasta la primera cura. Después se utilizará un inmovilizador de pulgar que se mantendrá durante 4-6 semanas, permitiendo su retirada 3 veces al día para la realización de movimientos suaves del dedo.
Los resultados de la cirugía son muy satisfactorios y la mayoría de los pacientes recuperan la estabilidad del dedo y una buena función en la mayoría de los casos, recuperando la estabilidad del dedo y una movilidad óptima.
Es importante tratarlo a tiempo porque el ligamento colateral cubital es el estabilizador principal de la traslación en valgo del primer dedo, es decir, es el que nos permite realizar gestos cotidianos. Esto hace que la lesión genere una incapacidad completa para dichas actividades, además de dolor y una subluxación progresiva de la primera falange en dirección de la primera falange en dirección palmar, que dará lugar a artrosis progresiva con disminución de la movilidad del dedo.
En resumen, este ligamento es uno de los pocos del cuerpo humano que requieren cirugía ineludiblemente. Se debe a que cuando se rompe, lo hace en la gran mayoría de los casos en su unión a la base de la falange y, al separarse de la misma se interpone una estructura próxima que es la aponeurosis del tendón aductor, lo que imposibilita que cicatrice.
LUCAS LLAMAS
FISIOTERAPEUTA Y OSTEOPATA