Día 1: viaje de ida y visita a Venecia
Volamos desde Madrid a Venecia, donde alquilamos coche con Sixt a través de Nacho Campos, agradecerle una vez más las gestiones, todo un lujo. Como llegamos muy temprano decidimos aprovechar y hacer una visita de unas horas a la ciudad de los canales, un acierto. El número de turistas era mínimo para lo que suele darse allí, así que fue una delicia pasear por una ciudad que es una maravilla.


Para no hacer del tirón el viaje desde Venecia hasta Selva (viajamos con nuestro hijo de menos de 2 años), hicimos noche en Alleghe. Llegamos ya anocheciendo, justo para dejar las maletas y cenar.
Día 2: Passo Pordoi y Passo Sella
Este día empezó lo bueno, fuimos directos hasta el passo Pordoi, ¡qué sensación tan fantástica ver en verano esas pistas y remontes ya conocidos! Bastantes turistas, muchos moteros y unos cuantos ciclistas atrevidos.

Pistas de Val di Fassa, con el passo Sella entre Sasso Lungo/Sasso Piato y el macizo Sella

Marmolada. Había nevado en las cotas más altas

Arabba y Alta Badia desde el Passo Pordoi

Passo Pordoi

Passo Sella


Rifugio Friedrich August. ¡No hacen pizzas en verano!

No puede faltar el terraceo con un Apperol Spritz. Detrás, el col Rodella.

Vistas desde el apartamento en Selva.
Día 3: Seceda
Es obligado subir al “sunny side of Val Gardena” Las vistas del valle, el grupo Sella, el Sassolungo y el Sassopiatto, Alpe di Siusi, Val di Funes, el grupo Odle… Simplemente maravilloso. Para subir hay varias opciones: telecabina Col Raiser desde Santa Cristina, el teleférico Seceda desde Ortisei o el funicular Resciesa también desde Ortisei. Bueno, también está la opción de subir a pata (casi mil metros de desnivel), yo personalmente creo que no merece la pena. Nosotros cogimos el teleférico de Seceda desde Ortisei y después bajamos en el “huevo” del Col Raiser.

Las distancias se multiplican en verano, esquiando todo es más fácil!

Descansando. Al fondo, Selva y el grupo Sella.

En la granjaescuela.

En la zona del Col Raiser
Día 4: Alpe di Siusi y Val di Funes
Igual que en invierno, en verano se respira un ambiente familiar y tranquilo en el altiplano más grande de Europa. Poco desnivel y caminos asfaltados facilitan el paseo. ¿Quizás el ambiente además de familiar y tranquilo pueda describirse como “dominguero”? Ahí lo dejo, en cualquier caso nuevamente podemos disfrutar aquí de vistas increíbles. Y el que quiera fajarse con rutas exigentes también podrá hacerlo.
Como siempre, el Sasso Lungo y el Sasso Piatto son protagonistas

Los niños no se aburrirán en Dolomitas


Por la tarde nos escapamos, por capricho mío, hasta Funes, para ver la famosísima iglesia de San Giovanni. Hay que hacerse el trayecto (50 minutos desde Selva) pero al menos a mí me parece que vale la pena.

Iglesia de San Giovanni con el grupo Odle al fondo. Las primeras cumbres de Reinhold Messner.

Vistas más generales de Funes. En pequeñito se distingue la iglesia de San Giovanni.
Día 5: Vallunga desde Selva
El tiempo cambió y sabíamos que si queríamos aprovechar el día tenía que ser por la mañana. Optamos por conocer este valle a pocos minutos andando desde Selva. Es muy bonito y muy cómodo de hacer. Una vez llegado al fondo es posible ascender al refugio Puez a 2475 m de altitud y acceder así a la verdadera alta montaña.
Valle precioso y muy asequible.

Día 6: Cambio de Selva a Cortina
Después de 4 noches en Selva, nos desplazamos a Cortina para pasar dos días y dos noches antes del regreso a España. Este día hizo mal tiempo por lo que nos lo tomamos con calma y aprovechamos para dormir, desayunar, recoger el apartamento, etc. Si la meteorología lo hubiese permitido, habríamos valorado parar en Corvara, passo Falzarego o Cinque Torri.Sí pudimos evidentemente conocer por primera vez la localidad de Cortina. Confirmamos lo que ya se sabe, es un pueblo muy bonito, muy cuidado, donde se respira montaña y esquí por todas partes.

Plaza en la calle principal de Cortina, corso Italia.

Contando hasta los segundos para los mundiales de esquí alpino. ¿Se podrán disputar??

Vistas desde el apartamento hacia Tofana
Día 7: Tre Cime di Lavaredo
Fue la guinda del pastel. Después de dos días de mal tiempo el sol volvió a los Dolomitas y pudimos hacer lo que para mí era el número 1 del viaje. No sólo la imagen de las “Drei Zinnen” es espectacular, sino que toda la ruta, circular a su alrededor, es fantástica.
Las Tre Cime o Drei Zinnen. La Cima Grande roza pero no llega a los 3000 m (2999 m!)

Refugio A. Locatelli / S. Innerkofler a 2450 m de altitud


Toda la ruta es espectacular.

Ruta fácil si uno no lleva 15 kg a la espalda

Ya que era el último día aprovechamos y nos acercamos al passo Giau a hacer otra foto para la colección

Poder hacer este viaje con la situación de pandemia en la que nos encontramos ha sido un regalo, realmente ya lo dábamos por perdido. Además, el haber por fin conocido en verano estas montañas que tanto nos gustan hace que el recuerdo sea perfecto.
Sin duda volveremos, en verano… y por supuesto en invierno
