En mi opinión, resulta sorprendente que esa alegalidad, no haya sido impedimento para que las estaciones de esquí, al calor de la promoción y atención que la práctica del freeride provoca, y conociendo los sueños más blancos de los esquiadores, se han dedicado a promocionar y presentar como un valor añadido en sus estaciones, aún a sabiendas que las imágenes que promocionan en sus spots comerciales, son, cuando menos, “alegales”. Esta estrategia no puede llevar más que a la frustración del esquiador, que encuentra por un lado como la estación le muestra el “caramelo”, para a renglón seguido, quitárselo y decirle que no está permitido. Y los esquiadores, que en lo tocante al elemento blanco y si hay powder por medio, no nos distinguimos mucho de niños malcriados, acabamos cogiéndonos una rabieta y asumiendo que cualquier conducta irresponsable en la práctica del freeride está permitida, porque así nos lo han vendido las estaciones en sus idílicas imágenes esquiando en nieves profundas.
Es indudable que en el maduro mercado del esquí, la modalidad del freeride y otras asociadas como el esquí de montaña, skimo para los snobs, han venido a llenar de aire fresco y promesas de negocio una industria que se encontraba estancada. No es casualidad que la mayor parte de los lanzamientos e innovaciones de los fabricantes de la industria del esquí en los últimos años se han concentrado en este nicho de mercado. Y también a los profesionales de la enseñanza se nos presenta la oportunidad de ofrecer servicios de gran valor añadido en este campo. En España, no es habitual que esquiadores experimentados en pistas tomen clases de esquí de manera regular, pero al enfrentarse al nuevo paradigma del esquí avanzado, que pasa por el dominio de las nieves no tratadas, los esquiadores experimentados han vuelto a mirar hacia los profesionales de la enseñanza del esquí en busca de las respuestas que necesitan para dominar esas indómitas nieves, o ser guiados a los recónditos rincones escondidos de las estaciones, solo dominados por los locales.
En este trabajo trataré de exponer como, en mi opinión, el enfoque de la práctica del freeride en España no ha sido ni clara ni honesta con el usuario de las estaciones de esquí, perdiendo una oportunidad extraordinaria de ordenar, facilitar y canalizar esta aspiración de sensaciones que han demandado los esquiadores. Y también lo compararé con el enfoque diferente que actualmente existe en otros países, y la esperanza de que aún pueda reconducirse en España, mostrando experiencias más cercanas a nosotros, con lo que se plantea ya como posibilidad normalizada en Andorra.
Paradigma 1. USA y Canadá
En USA y Canadá, desde hace muchos años, el concepto de la estación de esquí no se limita simplemente a las pistas balizadas, a diferencia de Europa, sino al concepto de área balizada o boundaries. Resulta curioso y clarificador ver cómo ellos miden el tamaño de sus estaciones en hectáreas, en lugar de kilómetros de pistas como nosotros.Esto ha permitido que la práctica del freeride haya sido muy fácil de acomodarla dentro de esos boundaries, creando áreas controladas por la estación y sus patrollers, y en las que los practicantes hemos podido practicar el freeride con relativa seguridad y al amparo del control de la estación y la legalidad.
Como contrapartida, todo lo que no era terreno balizado, se convertía automáticamente en terreno prohibido, con implicaciones legales y penales para los esquiadores que incumplen las normas.
Video 1:
Este es un vídeo dónde se explica claramente el concepto de boundaries y las posibilidades y riesgos de hacer freeride, dentro del terreno controlado por la estación, a través de las gates.
Está claro que en USA y Canadá han tomado conciencia desde hace años de la demanda de los usuarios de esos terrenos “salvajes” y han procurado ofrecer una alternativa controlada y accesible a sus usuarios.
Video 2:
Video de la estación canadiense de Revelstoke, promocionando el inicio de temporada 2008. Notar que las imágenes de freeride están tomadas dentro de los boundaries de la estación.
En Norteamérica han entendido que era necesario y conveniente dar un adecuado cauce a las aspiraciones de los esquiadores de practicar freeride, dentro de los servicios prestados por la estación. ¡A mí me han entrado ganas de esquiar!
Artículo 3:
Esquiar fuera de boundaries en Canadá. Riesgos y responsabilidades de pasar más allá de la “cuerda naranja”. Queda claramente establecido para el usuario cuándo está en el terreno “civilizado” de la estación, y cuando asume, bajo su propia responsabilidad, salir a terreno salvaje no controlado. Me ha encantado lo del “Tiger country”.
Paradigma 2. Japón
Japón, o Japow, es conocido actualmente como el paradigma del freeride y el powder o nieve profunda.En Japón, el planteamiento que han seguido es el de tener el terreno para la práctica del freeride organizado y ordenado en base a gates, o puertas de acceso que se abren o se cierran en función del criterio de la estación y los patrollers. Fuera de esas gates, o en caso de encontrarse esas gates cerradas, el terreno está prohibido. Cuando las gates están abiertas, la estación asume que las zonas están controladas y aptas para el esquí.
Artículo y Vídeo 1:
Curiosa historia del freeride en la estación japonesa de Furano. De delincuentes a deseados turistas. Como potenciar la demanda de los esquiadores y clientes, aprovechando las condiciones naturales de la estación y no creando limitaciones contracorriente.
Artículo y Vídeo 2:
Niseko se ha convertido actualmente en la meca de los freerider y caza powders de todo el mundo. La estación, para dar cabida y promoción a esa demanda, ideó el sistema de puertas de acceso o gates al terreno no tratado pero controlado por la estación. Este sistema ha sido adoptado posteriormente por otras estaciones en el mundo.
Resulta curioso y gratificante cómo la propia estación aconseja y promociona el servicio de guías y profesionales del esquí para garantizar el máximo disfrute de los clientes. E incluso facilita el uso exclusivo de los remontes 1 hora antes de la apertura de la estación para los grupos contratando un profesor o guía freeride, ¡bien por ellos!
Paradigma 3. Europa
En Europa, las estaciones han organizado la explotación del esquí en base al concepto de pista tratada, que en general, es todo aquello que se encuentra acotado entre dos balizas y, generalmente, con nieve tratada o pisada.Dentro de este esquema, no tenía cabida el concepto de freeride de manera natural, como ocurren en USA y Canadá, y empezó a aparecer el concepto de itinerario, un término confuso e insuficiente para el usuario de las estaciones europeas, ya que la diferencia entre lo que resulta dominio controlado de la estación, y dominio no perteneciente a la estación, resulta fundamentalmente reglado legalmente por su acotación milimétrica, pero claramente confuso para el usuario de un par de esquís o tabla de snowboard.
Para crear aún más confusión, el marketing de las estaciones y el freeride no encuentra cabida dentro de los rígidos límites del terreno controlado por la estación, y utilizan profusamente imágenes y vídeos de promoción de las estaciones, con los esquiadores disfrutando claramente fuera de los límites controlados por la estación. ¿Cabe mayor contradicción y confusión para los usuarios de las estaciones?
Artículo 1:
Artículo aclarando los conceptos de pista y fuera pista en las estaciones en Europa. Aparece el concepto confuso de los itinerarios y el terreno controlado y no controlado por la estación en el que el usuario se hace responsable de sus propios actos.
¿En serio se limita a 25m a cada lado de la baliza el terreno responsabilidad de la estación en los itinerarios? ¿debemos salir los esquiadores con un metro en la mochila para medir los 25m? ¿sabe la montaña lo que son 25m y cuando está dentro de la estación y cuando fuera para desencadenar avalanchas?
Vídeo 2:
Vídeo promocional de BaqueiraBeret, Temporada 2017-2018. ¿Cuántos minutos y secuencias aparecen esquiando fuera del dominio controlado por la estación en el vídeo oficial de la estación? ¿es lícito promocionar un producto que legalmente no puedes ofrecer o del que no te estás haciendo responsable? ¿se puede culpar al usuario de la estación por tener confusión sobre en qué zonas está permitido esquiar y en qué zonas la estación no se hace responsable?
El video promocional de la estación de Baqueira Beret se ha utilizado aquí y el Aramon Formigal debajo, simplemente a modo de ejemplos de lo que es práctica habitual en la mayoría de las estaciones, sin que la utilización de estos vídeos signifique que en estas estaciones se esté haciendo un uso especialmente confuso del freeride. Se pueden encontrar vídeos similares de prácticamente todas las estaciones de esquí en España y en Europa
Vídeo 3:
Vídeo promocional de AramónFormigal, ¿promocionando la estación esquiando fuera del dominio esquiable?
Vídeo 4:
Video sobre la implantación y promoción del freeride en Grandvalira, basada en el sistema de puertas de acceso o gates, similar al sistema japonés. Al menos el usuario tiene claro dónde debe y dónde no debe esquiar.
Conclusiones
En este trabajo he intentado mostrar el distinto acercamiento que han tenido al freeride o esquí fuera de pistas los distintos modelos de explotación de estaciones en 3 zonas geográficamente y culturalmente distintas: Norteamérica (USA y Canadá), Japón y Europa/España.Es innegable el atractivo que el freeride tiene entre los esquiadores más experimentados, y la oportunidad de negocio que supone para la industria del esquí, por lo evocadora y profundamente sensorial que resulta su práctica y las imágenes de los esquiadores practicándolo.
Como cualquier oportunidad de negocio, es necesario que la industria del esquí sea capaz de adaptarse a este reto y dar adecuada cabida a las aspiraciones y demandas de los esquiadores.
Desde este punto de vista, el modelo de negocio y explotación de las estaciones en USA y Canadá estaba mejor preparado para acomodar esta modalidad dentro de sus estaciones, mientras que las estaciones en Japón, dadas las excelentes condiciones naturales que presentan para su práctica, tuvieron que adaptarse rápidamente para captar un mercado emergente.
En Europa, y en particular en España, el acercamiento ha sido tentativo y confuso. No hemos generado un modelo de explotación y legal que haya permitido satisfacer plenamente las demandas de los esquiadores, y eso ha generado confusión y una situación de cierta “alegalidad” en su práctica, situando a los esquiadores en una inseguridad jurídica y personal respecto a la práctica del freeride. Y actualmente esto vuelve a repetirse con los practicantes de esquí de montaña dentro de las estaciones. Los responsables de las estaciones de esquí no han sido ajenos a esta confusión, publicitando en sus canales oficiales la práctica del freeride, claramente fuera de los límites controlados de la estación.
En mi opinión, es necesario y urgente que las estaciones generen los cauces adecuados y claros para que el usuario pueda practicar dentro de la estación, sin dudas ni confusión, la práctica del freeride, puesto que es una actividad fuertemente demandada actualmente, garantizando su seguridad y unas condiciones adecuadas para su práctica. Según los modelos estudiados, y partiendo del modelo actual de explotación en España, la utilización de puertas de acceso a zonas controladas de freeride, parece la medida más coherente y fácil de implementar a corto plazo. Estaciones como Grandvalira u Ordino Arcalís ya han implementado con éxito estos formatos, y es esperable que las estaciones españolas sigan esta estela a corto plazo, creando zonas controladas de freeride para diferentes niveles, y fomentando el conocimiento básico de la seguridad en terreno no tratado y el uso de los elementos de seguridad: arva, pala y sonda, y eventualmente, el uso de mochilas tipo airbag.