
¿El Ártico o el Lago Fedaia?
Estamos en momentos críticos ahora en España, aislados en casa y en estado de alarma. Sin ánimo de frivolizar en esta situación de incertidumbre, tal vez sea bueno que, durante unos minutos pensemos en lo que nos apasiona y nos olvidemos por un rato del grandísimo desafío que afronta nuestro gran país, y del que sin duda saldremos de buena manera.Mi planteamiento inicial, al regresar de Italia, era el de hacer un reportaje contando nuestra semana, pues además de revivir experiencias ahora ya pasadas, sientes que ayudas a otros que puedan seguir los mismos o parecidos pasos, o que eviten los errores que tú ya has cometido. A estas alturas, no sé si disfruto más de los viajes, imaginándolos y organizándolos, o ya en el destino, haciendo lo que querías hacer. Y desde luego también recordando a posteriori lo vivido, cuando ya has regresado a casa.
Sobre las estaciones que visité hay multitud de reportajes, y todo lo que hice no es nada que no hayan hecho antes otros, y contado también (no descarto hacerlo en próximos días, que tiempo vamos a tener para todo).
Esquiando por los Dolomitas, si vas con un grupo que no ha tenido la suerte de haber estado en esas benditas montañas previamente, pretendes, como idea inicial, que los demás puedan disfrutar lo que tú ya conoces. La lista es larga, el tiempo es limitado, y por el camino, te das cuenta de que ello no será posible. A la hora de seleccionar, inevitablemente te preguntas si haces lo correcto, si estás dejando algo que debería ser visitado en el tintero... Siempre quieres un poco más y la semana se te hace irremediablemente corta. Pero al final del viaje, y ésta es ya mi cuarta vez en los Dolomitas, llego a la conclusión de que hagas lo que hagas, lo que dijo Reinhold Messner, natural de Bresanona, Dolomitas, considerado por muchos como el mejor alpinista de todos los tiempos, debe ser cierto, y va a ser que son las montañas más bonitas del mundo. Terminas llegando a la conclusión de que vayas donde vayas, hagas lo que hagas, ¡acertarás!

Desde Selva, en Val Gardena.
Pero yendo un poco más allá, me voy a atrever a enumerar, ahora que está eso tan de moda, las que para mi son las 6 perlas de los Dolomitas que yo conozco.
¿Por qué 6?
Algún criterio había que tener, y como solemos estar una semana, lo que se traduce en seis días de ski, parecía un buen número. Vaya por adelantado que, hablando del dominio Dolomiti Superski, no conozco Plan de Corones, ni Alta Pustería, ni Cortina, salvo la zona de Cinque Torri. Tampoco he estado, pese a haberlo intentado, en Alpe de Cermis o en San Martino di Castrozza. No es poco. Sé que es mucho, pero ya habráocasiones en el futuro. ¡Qué más da! Será mi aportación, y seguro que otros harán las suyas a través de comentarios, con lo cual nos enriqueceremos todos teniendo una relación de los imperdibles de los Dolomitas, visto por un grupo de españolitos y españolitas de a pie.
Me motiva hacer este ejercicio. Por un lado, siento que rindo tributo a tanta belleza. Encontrarte en una cima, con un mar de nubes, y con otros picos sobresaliendo entre la niebla. Contemplar el particular color de las montañas a las que les da el sol a primera hora de la mañana o al atardecer. Esquiar viendo cabañas sumergidas en un interminable mar de nieve. Esa sensación de libertad, de paz interior, seguramente sólo la entenderán los que la han vivido, el resto puede imaginarla seguro…. A continuación, pueden ver las fotos, pero no es lo mismo. Así que tendrán que aplicarse en años venideros!!!. Por otro lado, como decía antes, los habrá con distintas preferencias a buen seguro, y propondrán diferentes sitios que yo, probablemente, ni conozca. Eso será bueno para todos y ayudará a que pasemos estos quince días con cierto optimismo y a que tengamos proyectos ilusionantes de futuro.
Desde

Desde la cima del Col de Margherita (San Pellegrino), con el mar de nubes a nuestros pies

Creo que por Plan de Gralba, en Val Gardena. Me acompaña Ray.

Ornella (Arabba/Marmolada)
Ahí van mis seis perlas de los Dolomitas….En el número 6. La pista negra Vulcano. Val di Fassa
En el sector de Buffaure-Ciampac , es una pista de aproximadamente 2 kilómetros. Cuando bajas del remonte, tienes unos metros comunes hasta que llegas a un desvío. A la derecha la pista negra, a la izquierda, la variante roja (si hablásemos de política, no podría ser de otra manera). Y ya comienza con una pared vertical muy singular, de frente como de origen volcánico. La pista no es excesivamente complicada, ni tampoco fácil. Con una pendiente sostenida, esquiando en dirección sur/suroeste, siempre en zona boscosa, cayendo hasta Pozza. En Dolomitas hay otras pistas negras míticas. La Sasslong, la Gran Risa, Alberto Tomba… pero alguna había que elegir, y ésta tiene el atractivo del bosque, de las vistas, cuando la bajamos no había nadie... ¡Me gustó bastante!No inserto link a reportaje alguno porque no lo he encontrado. Ahí va una foto que no es mía…

No puedo citar al autor de la foto, pues no aparecen sus datos. El resto de fotos son de nuestro grupo de ski.
En el número 5. La cima de la Marmolada y la pista Bellunese. Arabba/Marmolada
Le doy a la Marmolada el quinto lugar. Pero mientras lo hago, estoy recordando la llegada en coche por el lago Fedaia -como si estuviera en el Ártico, que por cierto, nunca he estado , la subida en el teleférico desde Malga Ciapela con las vistas al Monte Pelmo, al Civetta, a la Tofana, al grupo Sella…. y luego el descenso por la Bellunese… y no sé si estoy siendo justo!!! En fin, ya sabía yo que esto no iba a ser fácil.
Subiendo el teleférico a la Marmolada viendo abajo la pista Bellunese al fondo Cortina.

El lago Fedaia abajo.

Desde la Marmolada, con el Sassolungo
Les dejo un reportaje de los Gatos del Pirineo, que no tiene desperdicio, como todos los de ellos, y que nos da toda la información de una forma muy completa, con unas fotografías que quitan el hipo.
Poco se puede añadir, salvo decir que, a mi juicio, es muy recomendable ir en coche hasta Malga Ciapela, sea desde Val di Fassa, a través del lago Fedaia por una preciosa carretera de montaña que, si el tiempo está bueno, no resulta complicada. También se puede acceder desde la estación de Civetta, a través de Sottoguda. Desde Arabba es un poco más difícil, aunque se puede llegar hasta Rocca Piettore, en dirección a Allegue, y luego hacia Malga Ciapela, por una carretera que recuerdo, con muchas curvas.
La ventaja de ir en coche es que evitas las kilométricas colas tanto entre Pescol y el Passo Padon (con dos telesillas de dos) como en los tres teleféricos para subir a la Marmolada, además de las bañeras y las muchedumbres en la Bellunese que se forman a partir de las 11 de la mañana más o menos.
En cualquier caso, hay que ir siempre con tiempo, y a ser posible, en un día soleado.
En el número 4. La pista roja La Longia. Val Gardena
Val Gardena es una de las estaciones más conocidas de Dolomitas, sede de una de las pruebas de la copa del mundo en las modalidades de supergigante y descenso en la famosa pista Sasslong, que bien podría estar aquí. Pero a mí, que me gusta mucho la naturaleza, me quedo con la pista La Longia en el sector de Seceda. Es una pista de 10,5 kilómetros, sin complicaciones, que es más un paseo, con una zona abierta en altitud, con espléndidas vistas de la Sella Ronda, el Sassolungo, Alpe de Siusi, etc. Poco a poco se va adentrando en una zona boscosa, y estrechándose la pista de forma sinuosa, hasta llegar a una cascada que constituye su icono más conocido.
Con Ray en la cascada de la Longia
Hay varios restaurantes donde comer a lo largo de la pista. Para mí, es muy recomendable el último a mano derecha antes de llegar al remonte en Ortisei, muy pequeño y acogedor, en familia. Una estupenda oportunidad para reponer fuerzas.

Con Alfredo, disfrutando de nuestra primera experiencia con el Bombardino (en años siguientes vendrían muchas otras)
Les dejo un reportaje de The Dude, que describe perfectamente el lugar. ¡Poco se puede añadir!
En el número 3. La pista roja Armentarola. Alta Badía/Cortina
La pista más bonita que he conocido en mi vida. Si, me dirán que desde el punto de vista del ski, las hay mejores, con más desafíos… pero esta pista hay que hacerla alguna vez. La sensación de libertad, no encontrarse casi durante todo el recorrido con signos de intervención humana, salvo la propia pista, el desfiladero, la cascada, las vistas desde Lagazuoi, a Cinque Torri… ¿hay que ir sin duda!
Saliendo del teleférico que lleva a Lagazuoi

Ya en medio de la pista Armentarola

Las famosas cascadas, y Alfredo ¡de rodillas por la emoción!
Son siete kilómetros y medio de bajada por una pista sin gran dificultad. Como dicen en varios reportajes, dudarás entre ir a saco, o contemplar tanta maravilla. Y deberías inclinarte por lo segundo.
Un buen sitio para comer, con la que dicen los italianos del lugar “la mejor carne de los Dolomitas”, es el Refugio Scotoni. Muy recomendable, aunque no barato.

Con mi mujer, Raquel, preparados para almorzar
A continuación, pueden ver un reportaje de Luisl que nos da toda la información.
En el numero 2. El Serrai del Sottoguda. Arabba-Marmolada/Civetta
Uff, venimos de Armentarola… y qué diablos puede superar tanta belleza?Pues yo creo que el Serrai de Sottoguda.

Ahí lo dejo …
Se trata de un desfiladero, por el que se puede ir esquiando o incluso caminando, al que se accede desde Malga Ciapela, y que llega hasta el pueblo de Sottoguda. Son unas
paredes muy verticales con cascadas heladas que quitan el hipo, mientras vas por un estrecho sendero, a pie de un riachuelo, encontrándote incluso una pequeñísima y preciosa ermita.

Julia y mi hija Marta, dos grandísimas esquiadoras y mejores compañeras
No está dentro de estación alguna. Tiene libre acceso, si bien en 2018 hubo unas lluvias torrenciales y desde entonces creo que está cerrado pendiente de que se ejecute un proyecto de completa reconstrucción. Pero es otro de los imperdibles de los Dolomitas.

Marta admirando tanta belleza
En esta ocasión, la información nos las da Zanna Bianca, en un precioso reportaje suyo.
En el número 1. El Giro de la Grande Guerra. Civetta/Cortina/Alta Badía/Arabba
El número 1 si que me resulta más sencillo. Más sencillo por una sencilla razón, porque incluye la mayor parte de los anteriores. El Giro de la Grande Guerra es un tour en el que se esquía, se usa el bus/taxi, te arrastran caballos, atraviesas 4 estaciones distintas… todo en uno. Civetta, Cortina (sector Cinque Torri), Alta Badía, Arabba Marmolada, el Serrai de Sottoguda. Se supone que vas pasando por escenarios del conflicto bélico entre austro-húngaros e italianos en la Primera Guerra Mundial.
Lago de Allegue, llegando a Civetta desde Malga Ciapela y Serrai de Sottoguda

En Civetta, una joya de estación, en el Col de Baldi, con el Monte Pelmo detrás. En la foto mi hijo Eduardo. Perfectamente podría estar entre las perlas (mi hijo, o la estación, me valen los dos!!!!)

Ya en Selva di Cadore, Civetta, esperando bus para subir el Passo Giau hacia la zona de Nuvolau en Cortina

Alfredo en Cinque Torri, aunque no propiamente en el Giro, pero a tiro de piedra, y qué sitio!
Eso sí, hay que estar en forma, pues más que el ski, que de por sí, es exigente, las remadas en la zona de Nuvolau y Croda Negra especialmente, y llegando luego a Armentarola, nos desgastarán bastante. También es probable que cojamos bañeras llegando y bajando la Marmolada… pero da igual, será una experiencia que se nos quedará grabada en nuestra mente para siempre. Recomiendo hacerlo en sentido antihorario, nos permite hacer la pista de Armentarola, el Serrai de Sottoguda, subir el Passo Giau y llegar al Nuvolau por una silla de dos muy lenta que, considerando las vistas, pienso que debiera ser aún más lenta.

Por Armentarola, hacia Alta Badía

Silvia y Raquel, al final de la pista, para llegar al arrastre que nos lleva a San Cassiano, en Alta Badía

Esto no sé si es Ornella de nuevo, bonito es, desde luego. Ya en Arabba/Marmolada
Una vez más, Zanna Bianca lo cuenta con todo tipo de detalles.¿Bueno, éstas son mis seis perlas… cuáles son las tuyas?
Este reportaje se lo dedico a todos los que han escrito otros antes que yo, y que me han dado tantísima información sobre los Dolomitas, permitiendo que casi antes de llegar, ya conociera muchos de los sitios, que evitara cometer muchos errores, y sobre todo, que me guiaran para disfrutar tanto como he podido en todos estos años. No me atrevo a citar personalmente a nadie, por evitar dejar fuera a otros, pero como mínimo a los que me he referido anteriormente, recomendando que lean sus reportajes, los Gatos del Pirineo, The Dude, luisl , Zanna Bianca, y por pura justicia, a Seceda, junto a otros muchos expertos de los que tanto he aprendido. ¡A todos muchas gracias!
Y sobre todo a mi mujer, Raquel, que, durante tantos años, y con infinita paciencia, ha soportado durante 11 meses mi fiebre dolomítica, y me ha acompañado por la mayor parte de todos esos recorridos, con la mejor de las sonrisas, con su sonrisa.