Lo inicio con este reportaje, que comprende desde la salida hasta el breve intermedio con vuelta a casa desde Turín, entre Navidad y Reyes, en el que me acompañó Pablo, hijo de Mi Muy Santa Esposa (en adelante MSE) y actual propietario de El Iglú, que tantos buenos ratos nos ha dado a todos, unos desde cerca y otros en la distancia. Y naturalmente, con el jamón.
Breve nota para decir que emprendo esto echando de menos al que ha sido mi habitual compañero, Salvita35, y que no ha podido esta vez sumarse a la aventura. Así que la mayor parte del camino estaré solo, aunque hay previstos encuentros con diversos e ilustres conforeros aquí y allá durante la ruta.
Y breve nota número dos, para dejar constancia que diversas circunstancias personales, mayormente derivadas de la ya enorme cantidad de tiempo transcurrida desde mi nacimiento, y que ha sumado durante este viaje la cantidad de 350.333 y sigue subiendo día a día, han causado que tenga que darme mas tranquilidad al esquiar y necesitar mas descansos de los que a veces desearía. Mis piernas flojean, coincidiendo con los diagnósticos médicos.
Y vamos al lio. Salida de Luarca el dia 26 de diciembre, con el horizonte puesto en la zona de Briançon, donde iremos eligiendo estaciones según se presenten las circunstancias.

Saliendo de casa
Primera noche en ruta, cerca de Carcasonne.
Contnuamos viaje hacia Vars-Risoul, con el objetivo de instalarnos en la zona de autocaravanas de Risoul, nueva para mi, ya que en viaje anterior estuve en la de Vars.
La primera, en la frente. No hay espacio, pero los mismos empleados de la estación nos encaminan a otro de los parquin, en este caso sin servicios pero donde podemos estacionarnos sin problemas.

Llegada a Risoul.

Risoul by night.
Lo primero, una vez organizados, es buscar donde celebrar ese montón de días antes mencionados, y así lo hacemos. Estreno década, ya me he salido de los “taytantos”. Pero lo celebramos, a pesar de todo.

Bebercio y brindises.


Y comercio variado.
Sábado recorriendo las estaciones, con incidencia en la zona de Vars. Buena nieve, aunque se nota lo que va a ser la tónica general de los próximos días, el tiempo que hace que no nieva, y las altas temperaturas diurnas, lo que hace que esté mejor o peor según zonas, insolación y alturas, y hay que andar buscando lo mejor en cada momento del día.

Domingo en Risoul lleno de gente, esquivando colas y pistas mas petadas, se disfrutó al final de un buen día. El broche, tener que poner cadenas para sacar la autocaravana del parquin, pese a las ruedas de invierno.

También se come sanamente entre estas cuatro ruedas. No todo va a ser andar por ahí de pingo.


Cenita en casa.
Aproamos seguidamente a Montgenevre, en busca de su enorme y bien conocida por aquí área de autocaravanas, pero también está repleta de viajeros, así que tomamos la alternativa del Espace Nordique, donde también esta permitida la estancia de estos vehículos. Y también a pie de pista para salir y entrar.


Amaneciendo en Montgenevre.
Extraordinaria jornada de esquí, un día para recordar, y una estación que no conocía, para repetir.
No me extiendo sobre la estación, ya ha sido ampliamente comentada en Nevasport, pero si dejar constancia de que me ha gustado mucho mucho, con variedad y cantidad para todos los públicos.
Dejo unas imágenes para ilustrar la jornada, eso si.





Fotos variadas en Montgenevre
Y nos trasladamos a Sestriere tras esquiar. Un viaje corto, con un pequeño rodeo para recargar el GLP y que la Jamoneta hiciera sus abluciones y esté de nuevo aseada en sus recovecos.
En Sestriere, encontramos el Área Sosta Camper cerrada, pero autorizado el instalarnos en los parquin del pueblo. Así que estamos en pleno centro, con acceso a pistas y vida en general estupendo, al módico precio de la zona azul, 7,50€ diarios. No hay servicios pero venimos con los deberes hechos.

Esto nos permitió un paseíto por el pueblo, y enterarnos de que el 30 de diciembre es la "Notte Bianca" y se celebra la "Fiacolatta" de fin de año, según el locutor, la mas grande de Italia. La hemos disfrutado a pie de frente de nieve, y la verdad es que ha resultado espectacular.

Doscientos cincuenta “Maestri di Sci” bajando con las antorchas.
El último día de 2019, estupendo, de nuevo buen tiempo, magnífica nieve, bastante gente pero sin problemas ni grandes colas en los remontes. Es que esto es enorme.






Por cierto, que fue el día de la hamburguesa. Comida fuera del programa habitual para catar la extraordinarias preparaciones del "Orso Bianco" en las pistas de Sauze d´Oulx, y luego cena en la “Birreria Le Lei” en Sestriere, de nuevo hamburguesa, que es la estrella de un local que es muy recomendable, tanto por su producto como por la hospitalidad de las dueñas.

Orso Bianco.

Birreria Le Lei.

Los “manjares” de Fin de Año.
Naturalmente hubo momentos apreski el día 31, que se alargaron, lógicamente hasta el año nuevo, que celebramos en pistas con sidra asturiana, espumante italiano y, naturalmente, uvas que hicieron que nos miraran raro en mas de un momento.

Fin de año asturiano en Sestriere.
Con todo ello, el primero de año ha sido un día muy tranquilo por obligación. Levantada tarde, y al intentar caminar, fracaso. Ya era momento de que mis maltrechas piernas se hicieran notar. Poco a poco he ido recuperando algo de vida y he intentado esquiar, pero en unas pocas bajadas, estaba ya para el arrastre, así que me doy un tiempo de recuperación, esperando que se vean resultados positivos. Porque no pienso dejarlo.

Uno de enero.

Más uno de enero.
Por cierto, un apunte sobre el absolutamente caótico plano de pistas del dominio. Es enorme, como he dicho, y lo ponen entero en un pequeño plano en el que es imposible distinguir correctamente pistas, remontes y rutas. Y no existen mapas sector a sector, que facilitarían mucho la navegación por este área.
El día siguiente lo dedicamos a las faenas del hogar, en el que, cual marujos concienciados, hacemos limpieza y orden. En el camino, ejercemos de “auxilio en carretera” para un colega italiano con problemas de batería.

Vehículo de auxilio.
Vaciado y llenado de los depósitos correspondientes y traslado del pisito a Bardonecchia, donde, contra todo pronóstico, encontramos espacio a la primera en la zona donde se asientan las autocaravanas, dentro de un parquin abarrotado completamente.

Naturalmente, a pie de pista y remonte.
Vuelvo a la gastronomía casera, que en esta parte del viaje ha estado principalmente a cargo del “chef” Pablo. Este chico vale para todo, y lo hace estupendamente.

Y acertamos con el “riego” elegido casi al azar.

Disfrutamos de un estupendo día en Bardonecchia, si bien la estación se ve afectada por las altas temperaturas unidas a su altura menor que otras en las que estuvimos. La zona de Jafferau, mas alta es la que tiene mejores condiciones, y a la que dedicamos la mayor parte de este último día de la primera parte del viaje.

Bastante gente a primera hora, luego se diluía bastante a lo largo de la estación.





Esto se acaba por ahora.
Tras el esquí, caminito a Turín, donde cogeremos mañana el avión hacia Madrid. Pablo, a trabajar. Yo a casa para celebrar junto a MSE su cumpleaños, y volveré para continuar el tour ya sin interrupciones previstas, y que se rematará en Port del Comte en la II KDD Ferrán&Pow, el siete de marzo.
Pernoctamos en un camping esa noche, lo que me permite dejar la autocaravana limpia, recogida y repostada para cuando vuelva, y tras las compras de rigor, que llegamos para Reyes, al Cumino Parking, donde cuidarán la máquina y nos trasladan al aeropuerto. Esto se ha terminado por ahora.
Volveré.
SL2, ratón.