Este año, los amantes del esquí y de los grandes espacios estamos de enhorabuena, pues tenemos por delante un puente largo, algo que solo ocurre cada cuatro años. Será cuestión de aprovecharlo al máximo pues hasta el año 2021 no volveremos a disponer de tantos días. De momento, parece que las condiciones meteorológicas son favorables, ha caído buena nieve y las estaciones se han esforzado al máximo para tener el mayor número de pistas abiertas y remontes en funcionamiento.
Conscientes de que esto va en serio y con unas ganas enormes de saciar nuestra sed de esquí, puede que sea un buen momento para dar un salto hacia los Alpes franceses, y descubrir lo que verdaderamente significa disfrutar de grandes espacios. Francia sigue siendo un país ideal para esquiar, con buenos precios y una oferta a nivel de pistas excepcional, por no hablar de su excelente gastronomía y de las posibilidades que nos ofrecen sus estaciones alpinas a nivel de après-ski.
A nivel personal, he tenido la gran fortuna de poder descubrir las principales estaciones de los Alpes franceses, repitiendo la experiencia cada año. Son tantas las estaciones de esquí que me traen recuerdos (desde que era jovencillo, allá por 1996), que a fecha de hoy me resulta muy difícil hacer una selección de mis favoritas. Ante la avalancha de nombres que atacan mis neuronas, he seleccionado cuatro estaciones que por su tradición y fama pueden convertirse en el destino ideal para pasar disfrutar del puente que se avecina.
Tignes
Para empezar, recomiendo Tignes como uno de los mejores destinos para el puente de diciembre. Es importante recordar que Tignes forma parte del Espace Killy junto a Val d´Isère formando un dominio de 300 km de pistas, 90 remontes mecánicos, 2 glaciares y 2 snowparks, recibiendo año tras año el reconocimiento de miles y miles de esquiadores que la consideran como una de las mejores estaciones de esquí a nivel mundial.
Dentro de Tignes encontramos varias zonas donde podemos alojarnos, empezando por la zona más baja (Tignes Les Boisses, 1.850m), para seguir subiendo hasta Tignes Lavachet, Tignes-Le-Lac y Tignes Val Claret, (2.100m). Todas las zonas están conectadas por bus. A nivel de esquí, Tignes nos ofrece pistas para todos los niveles, con remontes modernos, prácticos y en algunos casos, espectaculares, como el nuevo teleférico cabrio de la Grande Motte.
En el precioso altiplano donde se asienta Tignes nos ofrece en invierno un aspecto espectacular, siendo el punto de partida ideal para grandes noches de fiesta. Si hablamos de pistas, me gustaría destacar las que bajan desde el Col du Palet, como pueden ser las rojas Le Mur y el estadio Lognan de competición, toda una gozada. El dominio esquiable de la Grande Motte nos abre las puertas de uno de los glaciares que más éxito tiene en verano, siendo uno de los destinos favoritos del público español.
Si lo que buscamos son grandes descensos, recomiendo encarecidamente la zona de la Grande Motte, (3.456m) bajando primero por la roja Glacier para conectar con la roja Face, que nos devuelve a Tignes Val Claret (2.100m). Una mención especial se merece el Vallon de la Sache, toda una gozada con mucha nieve aunque siempre hay que tener precaución. Si tenéis buen nivel, bien se merece una visita.
La conexión con Val d´Isère la encontramos en lo alto de la Toviere (2.704m) o en el Col de Fresse, accesibles en telecabina y telesilla, disfrutando de un retorno a Tignes muy potente gracias a dos pistas negras que me encantan, la Trolles y la Campanules. A nivel más tranquilo, el número de pistas azules es elevado, permitiéndonos regresar siempre por una azul al centro de Tignes. El funicular subterráneo y el nuevo teleférico cabrio de la Grande Motte sin lugar a dudas facilitan el acceso a la cota más alta de la estación, pudiendo disfrutar de descensos largos, muy panorámicos, con una nieve excelente hasta bien entrada la primavera.
Val d’Isère
A Val d’Isère le tengo un cariño especial. Descubrí la población con mis padres a mediados de julio de 1990 y si en verano es preciosa, en invierno es una maravilla a nivel de arquitectura, restauración y tradición alpina. Llámenme ustedes romántico, pero de vez en cuando me gusta perderme por las poblaciones típicas de los Alpes, sea en el país que sea, con sus casitas, tejados, iglesias, hoteles y chalets de madera iluminados por la noche.
Val d´Isère es una de las poblaciones más bellas de los Alpes franceses, siendo una estación muy acogedora, con el centro reservado a los peatones gracias a las restricciones de estacionamiento de vehículos.
La subida a pistas se realiza de un modo muy cómodo debido en gran parte a la cantidad de accesos que tenemos, desde el Funival (funicular subterráneo) que parte de la Daille a los teleféricos Olymplique, Solaise y Fornet, pasando por un buen número de telesillas que nos acercan hasta las pistas, descubriéndose ante nosotros un inmenso mar de nieve.
A nivel de pistas, destacan las rojas Aiglon y Germain Mattis por su longitud, la roja Piste “M”, la roja Orange y dos pistas míticas e históricas: la negra Face (espectacular) y la roja de la Copa del Mundo, todo un clásico a tener en cuenta por su desnivel, longitud y por la belleza paisajística que nos ayuda a descubrir.
El teleférico Fornet, el telecabina Vallon de l´Iseran y el telesilla Laissieres Express (brutal el teleskí 3.000, con dos pistas negras conectadas por un túnel nos ayudarán a acceder al mítico Col de l´Iseran (2.762m) cerrado al tráfico en invierno). Toda la zona está llena de pistas preciosas, rojas y azules de cuento que con buen tiempo, son una auténtica gozada. Desde el Col de l´Iseran podemos acceder al Glaciar de Pissaillas, abierto en verano según las condiciones de la nieve.
Val Thorens - Orelle
Para el que suscribe, Val Thorens es la joya de los tres valles, una estación que sabe reinventarse año tras año, ofreciendo remontes modernos y rápidos que se añaden a los que nos ofrecen Les Menuires, Courchevel y Meribel, sumando unos 600 km de pistas. La estación con la base situada a mayor altitud de los Alpes nos ofrece un sinfín de posibilidades a la hora de disfrutar esquiando.
Si os apetece descubrir una de las grandes perlas de la Tarentaise, (Savoie, Francia), no os perdáis Val Thorens, uno de mis destinos favoritos para esquiar por la Purísima, con pistas para todos los niveles, mucha nieve y temperaturas algo más frías que sus estaciones vecinas, detalle que ayuda a mantener la nieve en mejores condiciones.
Me encanta bajar esquiando desde el Cime du Caron, una cumbre de 3.100m desde donde parten itinerarios preciosos y desde se divisa una panorámica excepcional de gran parte de los Alpes franceses. La cumbre se encuentra en el extremo del enorme circo que encierra a Val Thorens, con la impresionante Aiguille de Peclet justo en medio (3.562m). Desde el Caron bajan dos pistas muy potentes, la roja Col de l´Audzin y las negras Névés (que se convierte en roja) y la Combe du Caron.
Hasta la Breche de Rosaël, situada a unos 3.000m de altitud sube un comodísimo Funitel (Grand Fond) que da acceso a Orelle y a varias pistas interesantes, como son las rojas Chamois y Médaille. Justo delante, en la zona que da acceso a los tres valles (Col de la Chambre, 2.803m) encontramos la negra Marielle, muy práctica para ganar nivel y varias azules que nos ayudan a regresar a Val Thorens cómodamente. Otra zona interesante es la del Glacier de Peclet, con las rojas Lac Blanc y Béranger.
Orelle es el complemento ideal para quienes deseen pasar unos días esquiando en Val Thorens y tengan ganas de más…sin necesidad de pagar mucho y sin tener que cruzar a los valles vecinos de Courchevel, Méribel y Le Menuires. Orelle es un pueblecito precioso situado a 880m de altitud, que ha sabido aprovechar al máximo su conexión con Val Thorens y por ende, con los tres valles.
Precisamente es en Orelle donde encontramos la cota más alta de todo el dominio esquiable, llegando a los 3.230m, a los pies de la Pte du Bouchet, accesible desde Orelle a través del telecabina 3 Vallees Express y los telesillas Peyron y Bouchet. Las pistas del mismo nombre son excelentes para empezar a entrar en calor.
Si subimos a esquiar a Val Thorens, existen dos forfaits que nos pueden interesar según los días que invirtamos…Por un lado está el forfait de Les 3 Vallées, que nos permite esquiar en Val Thorens-Orelle, Les Menuires-St Martin de Belleville, Méribel, La Tania, Brides les Bains y en la preciosa Courchevel, sumando en total unos 600 km de pistas (35 negras, 107 rojas, 140 azules y 55 verdes). Como segunda opción tenemos el forfait Val Thorens – Orelle, que da acceso a unos 150 km de pistas (9 negras, 30 rojas, 35 azules y 11 verdes).
Les Deux Alpes
Les Deux Alpes fue la segunda estación de los Alpes (tras Sestriere) y la primera de los Alpes franceses donde esquié por primera vez. Los años noventa marcaron un punto de inflexión en mis viajes a la nieve, siendo Les Deux Alpes (y La Grave) un destino que se convertiría en habitual. Con un desnivel esquiable de unos dos mil metros, pistas largas, buena gastronomía y un ambiente en el pueblo ideal para pasar varios días, Les 2 Alpes es una de las mejores estaciones de esquí de los Alpes franceses.
En Les Deux Alpes cuentan con remontes prácticos y rápidos, que nos sitúan en poco tiempo a más de 3.500m. Si en verano es un destino concurrido, en invierno se convierte en la meca de muchos esquiadores españoles, pues es una de las estaciones alpinas más cercanas a la frontera de la Junquera. Al llegar a la estación encontramos dos zonas bien diferenciadas. Por un lado la que sube hasta la Dôme de la Lauze (3.550m) y la otra justo delante, que llega hasta los 2.100m (Vallée Blanche), donde encontramos muchas pistas azules, ideales para calentar. Las dos rojas Súper Venosc 1 y 2 son igual de recomendables.
El telecabina Jandri Express, el funicular subterráneo que sube hasta la Dôme de Puy Salié (3.421m) y el teleskí de la Lauze (uno de los más altos de Francia) nos sitúan en el Glaciar de Mantel y el de la Girose, un mundo de nieves eternas con el macizo de Les Ecrins justo delante (la Barre des Ecrins es el primer 4.000 llegando desde el oeste).
Estamos en la cota más alta de la estación, la Dôme de la Lauze, a 3.550m (la cumbre está a 3.568m), un punto de partida espectacular para empezar a bajar por pistas largas, perfectas, hasta los 1.640m de Les Deux Alpes. Quienes busquen subir nivel y no parar de esquiar, desde la Dome de Puy Salié hasta La Fée tienen todo un mundo donde practicar.
Más allá de los glaciares y las pistas anchas y largas, encontramos dos sectores muy interesantes, por un lado tenemos el sector de La Fée, con tres rojas, una azul y una negra ideales para empezar a apretar de buena mañana, y el sector Diable, con dos pistas negras muy interesantes, la Super Diable y la Diable 1. La roja Vallons du Diable es todo un clásico, muy divertida y muy panorámica.
Una de las agencias españolas que nos ofrece estos destinos es Esquiades.com, contando con valores añadidos tan interesantes como pueden ser guías en destino o el skibus, para los que no quieran conducir.