Día 1. Salida de Madrid el 8 de agosto con destino Andorra. No es la ruta habitual pero necesitaba hacer algunas compras, así que cómo no hay prisa porque la entrada al hotel de Chamonix la tengo el día 11 y nadie me espera decido hacer la primera noche en Andorra y aprovechar la tarde y la mañana del día siguiente comprando algo de material de montaña.
Día 2. Salida de Andorra a Francia para llegar a Annecy. Antes de cruzar la frontera a la altura del túnel de Envalira aparece una espesa niebla. No he llegado a Francia y ya parece enero ¡esto pinta bien!. No recomiendo hacer este recorrido para ir a los Alpes porque la carretera es bastante mala, carretera de montaña con buen asfalto pero estrecha y con muchas curvas durante aproximadamente 150 Km hasta llegar a Perpignan. Eso sí, la carretera muy bonita, todo hay que decirlo. Llego el día 9 de agosto a Annecy pero dada la hora decido ir directamente al hotel y dedicarme al día siguiente a hacer turismo.
Día 3. Lago de Annecy. El lago de Annecy es una maravilla. Dicen que es el más limpio y con el agua más pura de toda Francia y desde luego cuando ves sus aguas azules cristalinas y sus fondos perfectos te das cuenta de que lo que dicen las guías turísticas es verdad.

Yo decidí recorrerlo desde Annecy en sentido contrario a las agujas del reloj haciendo paradas en Saint Jorioz, Duingt y ver la puesta de sol en el Pico de la Forclaz, justo en el extremo puesto a Annecy.
Los pueblos que bordean el lago son muy pintorescos con casitas de colores con embarcadero y de vez en cuando playas de césped donde la gente pasa el día. Dado que el lago se recorre fácilmente en 2-3 horas y yo tenía todo el día aproveché para hacer una parada larga en Duingt que tiene un par de playas gratuitas (la de Annecy es de pago) y de paso ver su castillo.

Qué decir… pues que me encantó. No me esperaba que una playa de un lago pudiese estar tan limpia, el agua en su temperatura perfecta y que te pudieras meter nadando casi 200 metros sin ningún peligro porque es donde empezaba a cubrir, y todo eso rodeado de montañas, ¡no podía pedir más!. Con una palabra se podría describir ¡ESPECTACULAR!. Tras disfrutar 3-4 horas de esta maravillosa playa de agua dulce subí al pico de La Forclaz a ver la puesta de sol y a hacer millones de fotos, otro de mis hobbies, ¡menos mal que ahora sale gratis revelarlas!. Aparte de pasear durante horas por la zona, aquí ofrecen la posibilidad hacer parapente, no hace falta tener experiencia porque te llevan de paquete. Yo no lo hice pero ¡tiene pinta de ser una pasada!.

Para acabar el día me fui a conocer Annecy de noche. Annecy es una ciudad medieval recorrida por canales, situada al borde del lago que le da su nombre, ¿o es la ciudad quien le da el nombre al lago?, pues la verdad no lo sé, pero realmente da igual, lo importante es disfrutar de esa ciudad con ese entorno de ensueño. Cuando te paseas por sus calles y por sus canales viendo de fondo las primeras cumbres de los Alpes te crees que estás en un cuento. Calles bulliciosas, llenas de restaurantes, tiendas y sobretodo ¡heladerías!, jamás había visto más heladerías en una calle, así que es obligatorio parar en una de ellas para comprobar porqué están llenas de gente.
Se acaba el día, toca irse al hotel que mañana hay mucho más y no sé si mejor porque es complicado.
Día 4: Annecy y Circo de Sixt-Fer-a-Cheval.
Mañana visitando Annecy de día que no desmerece en nada al Annecy de noche. Dicen que una imagen vale más que mil palabras así que no me enrollo más y os dejo unas fotos que muestran porqué dicen que Annecy es la Venecia de la Alta Saboya.


Merece la pena sacrificar un día de esquí por conocer esta ciudad y sus alrededores. Además como en una semana de esquí casi siempre un día hace malo, pues se puede aprovechar para hacer una escapada y comer una fondue de queso en cualquiera de sus restaurantes.
Después de la visita a Annecy toca pisar montaña, ¡qué para algo estoy de vacaciones en los Alpes! así que salgo en dirección al Circo de Sixt-Fer-a-Cheval, otras de esas maravillas de la naturaleza que merece la pena ver al menos una vez en la vida. El circo de Sixt-Fer-a-Cheval es un circo glaciar enorme rodeado de paredes de piedra por todos lados surcadas por cascadas. En agosto las cascadas no son muy grandes pero supongo que justo después del deshielo debe ser una auténtica pasada.

La carretera que lleva al circo desde el pueblo de Sixt-Fer-a-Cheval es estrecha y malilla pero merece la pena. El acceso al parking y a los últimos 3-4 Km de carretera creo que fueron 5€ pero si quieres evitar el paseo no queda otra. Una vez en el circo se puede pasear, hay varias rutas marcadas que recorren la zona y alguna acaba en refugio donde se puede descansar y tomar algo. Muy recomendable para ir con niños.
Salgo de Sixt-Fer-a-Cheval hacia las 17:00 y en 1 hora aproximadamente el Mont Blanc me da la bienvenida con toda su grandeza al Valle de Chamonix. ¡Ya he llegado a mi destino!. A partir de aquí quedan 5 días para quitarme el mono de la nieve.
Día 5. Ruta del Grand Balcon Norte y Lac Bleu.
Esta ruta parte de la base del teleférico de Aiguille du Midi. Dadas las colas que se montan a partir de las 9:00 o así decido madrugar. Cuando llego a las taquillas para comprar el forfait hacia las 8:45 ya hay una cola considerable. Tardo como 40 min en la cola del forfait y, ¡una de las ventajas de ir sola! nada más comprar el forfait me meten en el siguiente teleférico con lo cual no tengo que esperar la cola del teleférico que es de aproximadamente otros 40 minutos, ¡empezamos bien!.
La ruta del Grand Balcon Norte sale realmente de la parada intermedia del teleférico de Aiguille du Midi, pero yo hago los dos tramos para pasar un rato en lo alto de la Aiguille (3,842 m) y hacer unas fotos. ¡Se acabo el mono! No hay esquí, pero estoy rodeada de nieve y montañas!. El Mont Blanc se alza imponente justo enfrente con sus 4.810 m y a su lado el Mont Maudit (4.465 m) y el Mont Blanc du Tacul (4.248m), los tres forman la ruta de los Cuatromiles que culmina con la ascensión al Mont Blanc. Al otro lado el Dome de Gouter que da nombre al famoso refugio de la vía clásica de ascensión al Mont Blanc.

Nota: La foto no está sacada desde Aiguille du Midi sino desde Le Brevent en la ruta del Grand Balcon Sud. Foto sacada con la App PeakFinder
Después de hacer las mil fotos de rigor, bajo en teleférico hasta Plan del Aiguille y me voy ver el Lac Bleu donde paro a comer y a recorrer el Grand Balcon Nord que acaba en La Mer de Glace. Para bajar desde Montenvers al glaciar hay unas escaleras que te llevan justo hasta la Cueva de Hielo. Puesto que ya conocía el glaciar decidí ahorrarme las escaleras y quedarme disfrutando de las vistas y de una coca cola en la terraza del hotel de Montenvers. Desde allí pude ver perfectamente el recorrido que hice este invierno esquiando desde Grand Montets hasta le Valle Blanche el día que me perdí con mi hermano. Después de recorrerlo con la vista más de una hora buscando los puntos que recordaba ya me lo sé de memoria, aquí no me vuelvo a perder.
La vuelta hasta Chamonix la hice en tren cremallera que está incluido en el forfait, aunque se puede hacer andando. Aunque se pueden hacer diferentes alternativas, si incluyes la visita al lago esta ruta son aproximadamente entre 10 y 13 Km con 1500 m de desnivel bajando y 200 m de desnivel subiendo.

Mont Blanc y Mont Maudit. Foto sacada desde la Aiguille du Midi.

Lac Bleu

Glaciar del Gigante y La Mer de Glace. Foto sacada desde Montenvers.

Zona en la que nos perdimos mi hermano y yo este invierno y bajada al Glaciar de Le Valle Blanche por la morrena. Itinerario aproximado del Pas de Chevre. Foto sacada desde Montenvers. Nota: La línea es aproximada, no utilizarla como guía.
Día 6. Escalada en hielo en el Glaciar de Argentiere.
¡Mi primer día con crampones y piolet y me encantó! Miedo me da que esto me enganche tanto como el esquí porque lo siguiente va a ser construirme un iglú en la Antártida.
Esta vez el recorrido fue con guía. Quedamos a las 8:00 en la base del teleférico de Lognan para subir hasta la primera parada (Lognan-1972m). El día no apunta muy bien meteorológicamente hablando, está muy nublado y empezando a llover. En total íbamos 6 personas con nula experiencia en la escalada en hielo. Éramos un grupo de lo más heterogéneo pero al final nos lo pasamos muy bien.
Una vez abandonado el teleférico nos dirigimos hacia el Point de Vue, al que se tardan 2 horas aproximadamente. Desde aquí las vistas del glaciar de Argentiere son impresionantes, lástima que cuando llegásemos estuviese lloviendo y con muchas nubes. Desde aquí seguimos andando paralelos al glaciar aproximadamente 40 min más y por fin toca ponerse los crampones. Yo me los había puesto varias veces en la habitación para ver cómo iba eso y salgo airosa de la primera prueba. El guía nos lleva a una pared de hielo pequeña para familiarizarnos con el material y esta vez no salgo tan airosa, ¡esto no lo he podido entrenar en la pared del hotel!, pero al final le cojo el truco.

La siguiente pared ya es un poco más alta, 4 m aproximadamente y me sigue gustando…jajaja no quiero ni pensar como me vicie a esto también.

Después de un rato subiendo y bajando toca volver a Chamonix. La jornada se ha acabado pero aún queda la vuelta y ¡ya con buen tiempo!. Menos mal que viendo las nubes llené la mochila de ropa impermeable y de abrigo, si no me habría pasmado. No creo que hiciese más de 5 grados cuando estábamos en el glaciar, ¡¿quién se iba a esperar eso en agosto!?
Y ahora ya el glaciar con buena visibilidad y yo con la alegría de la prueba superada.

Día 7. Visita a Evian. El día 7 se levanta como el día anterior, nubes y lluvia con la diferencia de que hoy no tengo nada contratado así que decido irme a Evian a hacer turismo. Evian es famosa por su agua mineral, aparte de eso no me llamó excesivamente la atención. Ya sé que es injusto comparar pero es que comparándolo con Annecy ya no me iba a gustar nada. Ciudad agradable y tranquila con cierto encanto, al borde del lago Leman.
A lo mejor dentro de 30 años me encantan sus balnearios pero esta vez, con el cuerpo cargado de adrenalina de los días anteriores me supo a poco.
Dejo un par de fotos para que al menos os forjéis vuestra propia opinión.


Día 8. Grand Balcon Sud desde Planpraz hasta el Lac Blanc.
Este itinerario sale desde el telecabina del Planpraz y atraviesa todo el Valle de Chamonix ofreciéndonos un marco incomparables.
Decido subir primero al Brevent donde están las mejores vistas del Macizo del Mont Blanc y de los glaciares de Le Mar de Glace, Lognan, Pendant, Argentiere y Tour. Todo este recorrido desde la base de Planpraz se puede hacer andando pero es mucho desnivel y me llevaría probablemente 3 o 4 horas, y no me compensa hacerlo.
Después de admirar las vistas desde Le Brevent bajo a donde nos deja el telecabina de Planpraz y empiezo a andar en dirección La Flegere donde llego hacia las 14:00 y de ahí al Lac Blanc subiendo por la silla de L’Index. Es un recorrido largo, muy bonito con vistas impresionantes, con poco desnivel y en ocasiones bastante expuesto por lo que conviene ir con buen calzado y bastones, aunque me encontré de todo, desde la abuela con chancletas hasta niños corriendo por todos sitios mientras yo me intentaba agarrar a las ramas de un árbol para que no me echasen del sendero de un empujón.
El Lac Blanc está lleno de gente ya que se puede llegar con poco esfuerzo desde el telecabina de La Flegere o desde la silla de L’Index.

Telesilla de L’Index

Otro mítico pico: Aiguille Verte y Los Drus

Más vestigios de que estoy en una estación de esquí.
Después de comer en el Lac Blanc vuelvo a la Flegere para coger el teleférico que me baje a Chamonix, pero una vez en la Flegere calculo que la espera para el teleférico debe ser de 2-3 horas así que como los 13 Km que llevo ya me saben a poco me compro una coca cola para llevar algo de beber y emprendo otros 12 Km de vuelta, esta vez todo bajada hasta Chamonix, que me lleva otras 2 horas aproximadamente. Hoy han sido en total 25 Km con 493 m de desnivel de subida y 1407 m de bajada según el Garmin.
Día 9. Itinerario desde Aiguille du Midi hasta el Refugio des Cosmiques.
El itinerario empieza bajando la arista que lleva desde la Aiguille du Midi hasta el Glaciar del Valle Blanco, un resbalón aquí te baja directamente a Chamonix con 1000 m de caída. Aviso: esta zona no es un sitio para ir a hacer senderismo. Es zona de alta montaña donde se requiere tener conocimientos de progresión y rescate en glaciar. Si no se tienen estos conocimientos hay que contratar un guía.
Una vez pasada la arista donde gastas toda la adrenalina del día nos dirigimos al refugio des Cosmiques que es el punto de partida para la ascensión al Mont Blanc du Tacul. Está a unos 2,5 Km de la Aiguille du Midi por la conocida ruta del Valle Blanco. Es una ruta que salvo la arista, técnicamente no es difícil, siempre teniendo en cuenta que es alta montaña, y físicamente no es exigente salvo que se hace a 3500 m por lo que si no estás acostumbrado puedes llegar a notar la falta de oxígeno o un ligero dolor de cabeza.
Después de comer en el refugio volvimos a la Aiguille du Midi por el Valle Blanco para dar por concluido el día y las vacaciones.
Para acabar os dejo unas fotos de este gran día.

Salida desde La Aiguille du Midi a la arista que baja al Valle Blanco.

Arista del Valle Blanco. La caída que se ve a la derecha es el tobogán que te lleva directo a Chamonix.

Refugio des Cosmiques

Mont Blanc de Tacul. Se ve el itinerario de la ascensión justo a la derecha. Foto sacada desde el Refugio des Cosmiques con la App Peak Finder

De vuelta subiendo la arista a la Aiguille du Midi.
Día 9. Vuelta a Madrid. Una vez desecha la maleta puedo decir que han sido las mejores vacaciones en muchos años y que ¡VOLVERE! la próxima vez con el objetivo y los ojos puestos un poco más alto…¿a 4810 m? Quizá…