Cuando el tiempo nos lo permite solemos hacer escapadas para estar por otras estaciones. La verdad es que desde que se creó Aramón y aprovechando el bono de temporada, Cerler es la estación de peregrinación anual en la agenda de nuestra familia.
Desde el primer día los locales y los empleados de la estación nos han hecho estar muy a gusto.La estación es el resto. De nuevo, desde el primer día que nos acercamos por Cerler, y ya fue hace unos cuantos años, nos enamoramos de ella.
No sabemos cual es la razón, la gente, o la poca gente en pistas, los pinos, el Aneto, o el Gallinero, o….
Así que el jueves noche nos plantamos en Cerler con unas posibles condiciones muy buenas para nuestro deporte. Un “pero”, duele hasta decirlo, pero sí, la cantidad de nieve caída la semana anterior.
El viernes amaneció raso y azul con todo Cerler nevado hasta arriba y una capa de 15cm. de la noche anterior.
Dejamos la furgoneta en el parking Cerler 1.500 para coger la silla El Molino que accede rápidamente a la cafetería Cota 2.000 desde donde ya puedes tomar diferentes opciones. El Viernes no había opciones. La gran cantidad de nieve caída no dejó abrir la silla Rincón de Cielo en todo el día y la silla Cogulla no se abrió hasta mediodía. Las labores de los operarios se multiplicaron.
Así que sólo quedaba la opción de coger la silla biplaza Sarrau que es la que te conecta directa y visualmente con Ampriu.
En su cima, pudimos observar ver la belleza de Cerler. Qué vistas!, qué potencial!
También pudimos ver que la silla Basibé y por supuesto El Gallinero estaban cerrados y así se mantuvieron todo el día.
Supongo que acondicionar tantos días de nieve el primer día de sol, no sería tarea fácil.De todas formas, los pocosskiadores que nos reunimos el viernes no necesitábamos mucho más.
Y el día se resumió en bajar por la silla de Sarrau y la silla Ampriu o silla del amor que también es biplaza.
Pero es que con la de nieve que hay puedes bajar por cualquier lado sin problemas.
Tuvimos que esperar a que los pisters fueran abriendo el fuera de pistas aunque las pistas tampoco estaban muy pisadas de la nevada de la noche anterior.
Se puede decir que estuvimos todo el día rodeados de nieve virgen.
Las bajadas fueron transcurriendo sin prisa pero sin pausa. La belleza que le dan la cantidad de pinos al fuera de pista y a la pista, hacen única esta estación en toda la península.
Algunas fotos de la familia en estos dos grandes días.
Y tras llenar el zurrón de bajadas de muy buena calidad dándonos uno de los mejores días de la temporada y para nuestra familia los mejores días de nuestras vidas en Cerler teníamos que pasar obligatoriamente por nuestro lugar avituallamiento favorito: La pizzería El Bosque, donde a parte de comer muy bien, las personas que te atienden son mejores.
Y desde dentro las vistas son de película cuando te asomas a su ventana.
Con muchas ganas de volver de nuevo a este rincón del pirineo.
Os dejo el video de nuestro gran fin de semana en Cerler.
Un saludo