Primer día de temporada en La Pinilla, 8 enero 2018
¡Oh! Sí, va a se que hoy es un gran día. Esto de no haber podido disfrutar de vacaciones el año pasado y haberlas tomado en enero parece que me va a volver a la libertad y el goce del paisaje, de la nieve, de mis montañas y "no me lo voy a pensar más, un forfait de medio día ya me va a llegar".
Bien desayunadito -con este panorama casi me atraganto- bajo al trastero y todo está dispuesto y en orden. Arranco, pero no puedo andar más de diez o quince kilómetros, mi cámara pide guerra:
La Najarra y el incipiente robledal al sur de Soto del Real vistos desde la carretera de Guadalix de la Sierra. Imponente hoy esta cumbre que por soleada funde sus nieves en un pis-pas. Toda la comarca está espolvoreada de blanco, el día despejado y el viento totalmente en calma. Siento cosquilleo.
El Pico de San Pedro y la salida del tunel del AVE que lleva su nombre y que pasa volando por este viaducto, nunca me había acercado a su base.
El entorno es dehesa muy clara. Hace más de ciento cincuenta años todos estos campos fueron deforestados y es ahora que empezamos a ver grupos de encinas de cierto porte y el ecosistema se va expandiendo desde los reductos que quedaron gracias a la actividad ganadera más racional y controlada.
Ya en la carretera de La Pinilla el campo muestra unas estampas preciosas, cada vez con más espesor. Rondamos los 1.400 m. de altitud.
Es el ansia viva. He tenido que poner las cadenas al coche porque los aparcamientos más próximos al núcleo ya están más que completos y, aunque moderadamente limpios, están con unas placas de fino hielo que cágate lorito. Aquí todo el mundo parece llevar neumáticos de invierno o cadenas, se ven algunos patinazos pero mínimos y muy controlados. ¿No será un poco, un poco digo yo, que lo de ayer en la AP-6 se agravó por falta de previsión y experiencia sobre la nieve y el hielo de muchos conductores?
Está abierto lo fundamental de la estación. Subo, bajo, subo, bajo, subo, bajo... No me acuerdo de sacar la cámara hasta que no me duelen los tobillos y decido tomar un café y evacuar, porque también se me había olvidado.
Todo el espesor de nieve, que se aprecia por la diferencia de altura de los bastones, es fresco. Si había algo, que los empleados aseguran que sí, que desde el puente de la Inmaculada sólo han cerrado un fin de semana por meteorología adversa, si algo había, digo, sería mínimo. No obstante, la estación ha debido hacer un esfuerzo titánico, como hemos leído, para tener pisado todo lo que hay pisado y en buen estado. También han dejado parte para que lo pisen los intrépidos y faciliten la labor... ja, ja, ja...
La meseta segoviana impresiona hoy, todo blanco hasta donde alcanza la vista.
...y los detalles cercanos tampoco van a la saga. Me siento muy afortunado de poder estar hoy aquí y valoro cada instante, cada aroma, cada sensación. También tengo recuerdos para compañeros que hoy están pasando trances de salud y/o emocionales, económicos, etc., que seguro añoran como añoré yo la temporada pasada. Les dedico estas imágenes, si tienen el gusto de verlas, y les deseo pronta recuperación. Este modesto reportaje es el ejemplo que de todo se sale y que lo que no mata engorda; engorda el entendimiento y la percepción de que lo que se tiene. Gran engorde.
¡Voilá! Éste es el paquetón culpable de todo lo acaecido, del colapso de unos y el disfrute de otros. La parte baja de la estación está preciosa, me resisto a abandonar el lugar mientras haya sol, deambulo un rato...
De retorno a casa me acerco a Cerezo de Arriba. Nunca he estado en el pueblo y hoy es un buen día para tomarme allí un carajillo y echar un vistazo.
En la foto siguiente marco con una flecha azul -que hay que fijarse- el emplazamiento de la base de La Pinilla.
Aquí tenéis, la forma de moverse en automóvil sin cadenas ni neumáticos especiales ni pollas...
Como veréis no he desperdiciado un rayo de sol, ni siquiera después de ponerse han dejado de pasar ante mis ojos escenas que ahora recuerdo con placer. Ha sido un gran debut de temporada. Una estación del Sistema Central, no muy grande, como todas las de por aquí, pero que tiene todo lo que hay que tener para disfrutar; un pueblecito de Segovia en el camino cerca del Puerto de Somosierra y... Sólo hace falta que te apasione esquiar, que te guste la montaña y que te disfrutes compartiendo con quien quera ver.
Espero que os haya gustado mi discurso y deseo veros a todos en la KDD oficial Nevasport 2018.
¡Ah! Y saludos especiales a los lectores y participantes del foro NevasportGY.
See you soon!!