" Me toca, no me toca, me toca, no me toca ".......
¡Las noches del Malvado Lobo estaban constantemente invadidas de este pensamiento!
Como deshojando una margarita esperaba desde un decenio que la rueda de la fortuna girase en su favor y que pudiese decir bien a gusto:
¡ Tomaaaaa, me ha tocado ALGO en un sorteo de Nevasport !
Caperucita ya no podía continuar soportando esta situación. Dos soluciones tenía a su alcance:
- ¡Abandonar al Lobo a su suerte y largarse! Poco viable, hay que admitir a regañadientes que sin el Lobo los cuentos habrían perdido casi todos sus fans.
- Frotar la lámpara y hacer salir al genio,
Decidió frotar la lámpara y he aquí que el genio inmediatamente se hizo cargo de la gravedad de la situación y en menos que canta un gallo encontró la solución: ¡ Regalar al Lobo un par de forfaits para el Dolomitisuperski !
O.T.: Ahora a ver si alguien me explica qué hace el genio colándose en el cuento que le da la gana y porqué la solución a todos los problemas siempre pasa por regalar forfaits. ¡ Vaya usté a saber !
En cualquier caso hay que decir que Nacho y compañía con su agencia
Mientras Caperucita se asoma al balcón para comprobar si es sueño o realidad, el Lobo expresa su agradecimiento con una de sus típicas salidas:
Jod.... si duermo en pistas ¡¿para que se pone el despertador a la misma hora que cuando toca mover el coche para ir a esquiar?!
En lo que le lleva a Caperucita hacer calentamiento antes de bajarse la Erta de San Vigilio de Marebbe, el Lobo ha llegado a la cima y se toma un café....
¡Impresionante cómo se cuela en cualquier ambiente sin que se note su presencia!
Claramente Caperucita no está hecha de la misma pasta, ¡a ella se la pilla siempre!
Mientras el Lobo se anima a probar unos esquís Caperucita decide ponerse a la cola para probar la nueva cámara 360° de Nikon.
Consiguió grabar vídeos espectaculares de sus bajadas, o por lo menos eso dijo. La sorpresa fue que por error le dio al Start en la cabina ¡y lo único que grabó fue una interesantísima conversación entre polacas!
Si el Lobo a duras penas pudo soportar el trayecto con aquella interminable cháchara, imaginaos la gracia que le hizo el vídeo cuando llegó a casa.
En una de sus numerosas paraditas en la base de la estación Caperucita quedó fascinada por este medio de bajada, ¡por fortuna no tuvo ocasión de probarlo!
Lo que sí que probó unas cuantas veces fue la bajada de las pistas negras desde la cima a Riscone. Había tantas bañeras, que Caperucita se quedó en estado catatónico y a cada subida en cabina le parecía ir en montaña rusa.
Bajo promesa de Caperucita de que no habría liado alguna de las suyas, el Lobo asumió la responsabilidad de acompañarla a conocer las pistas de Alta Badia .
A fin de cuentas hay que admitir que se comportó bastante decentemente, tanto, que al día siguiente el Lobo la llevó a conocer otro de los paraísos de Dolomiti, Alta Pusteria .
En la base de Plan de Corones está la estación de la que salen trenes en perfecto horario que en 40 minutos te dejan en Alta Pusteria.
La excepción quiso que esta vez el tren no saliera a su hora.
Las malas lenguas dicen que el retraso fue causado por el Lobo que tenía que beberse el cafetito y leerse el periódico.
Caperucita se quedó tan alucinada con el sitio que empezó a planear una mudanza.... obviamente a una casita en pistas.
La mudanza la dejó agotada. Tanto que al volver no consiguió ni acabarse una frugal comida en pista.
El cansancio le duró tanto que no se dio ni cuenta al día siguiente que estaba subiendo en un autobús que la habría llevado a Alta Badia y a Cortina esquiando.
En Caperucita quedará para siempre impreso el recuerdo de 5 Torri .... y del frío que hacía!
Tanto que el Lobo tuvo que arrancarla a cascazo limpio de la chimenea.
En la estación había diversas advertencias de peligro de piedras en pista, visto que la suela no quedó para nada marcada le surgió la duda de si sería peligro de caída de piedras en pista! ¡Y yo que sé!
Tuvo ocasión de reforzar su técnica GS con vistas a la carrera de Nevasport. La ventaja que le sacaba el Lobo no pasó de 10 segundos, una buena señal.
Animada por el buen resultado en nieve, se puso a practicar con el futbolín visto que a Port Ainé se habría celebrado un torneo.
No hay ni que decir que también en esta disciplina venció.
P.D.:
Para festejar sus éxitos en vez de la habitual con limón ¡se pilló una cerveza al hachís! Y claro, luego vino el colocón.
Con tanto alucinógeno, al volver a casa se pasó feliz por todos los charcos de agua. ¿Y con ellos qué hacía el Lobo? os preguntaréis, ¡pues los flotaba!
Una tarde, una vez que Caperucita se hubo recuperado, el Lobo decidió llevarla a desfogarse al après-ski con más renombre de la zona: Riscone
También en esta ocasión las malas lenguas no pudieron evitar hacer irónicos comentarios, insinuaron que el Lobo escogió ese día porque había sesión de ' Coyote Ugly '. ¿Y qué si era verdad? ¡Cualquiera lo habría hecho!
Otro día, otra visitita a los dominios vecinos. Hoy Arabba pasando por Alta Badia. Aquí Caperucita en uno de sus momentos íntimos...
En sus bajadas Caperucita suele encontrar objetos perdidos, está vez un cordelito de nada...
El nivel de cada esquiador se mide por la grandeza de su máscara, Caperucita se piensa lo de cambiar de deporte.
Probablemente alguno ha trasladado la oficina a pistas...
¡Como gusta a los italianos tomar a broma a los esquiadores! La señal reza: ¡ Esquiar dentro de las pistas !
También esta aventura de Caperucita llega a su fin. No haremos comentarios sobre su intento de hacerse notar haciendo Stand Up Palet en el lago para salir en una famosa serie de televisión.
Al final lo único que le salió fue un puesto de recepcionista en la Loacker de Austria.
En la carretera de vuelta no podía faltar una parada en el lago de Misurina con 3 Cime de fondo.
Otra parada fue en el Cristallo. Aún están vendiendo las antiguas cabinas del remonte Forcella Staunies ¡a 500 euros cada una!
La contraoferta del Lobo fue de 500 euros... por todo el remonte y con entrega a domicilio. Se están tomando su tiempo ¡pero lo más seguro es que acepten!
En plena zona peatonal de Cortina Caperucita se encuentra un coche mal aparcado, antes de llamar a la grúa para que se lo llevaran echó un vistazo a ver si el dueño había escondido las llaves en algún escondite.
¡Y esto es todo! Sin caer en comparaciones odiosas, que luego alguno se da por aludido, hay que admitir que los cuentos de Caperucita escritos por el Lobo ¡son verdaderas obras maestras !