¡Toma ya! Solo había un problema, cuadrar fechas... Entre trabajos, estudios de mi pareja, entrenamientos míos... Vamos, que teníamos que hacer encajes de bolillos, pero los haríamos. El problema se agudizó por la inamovible política sábado - sábado de los alojamientos alpinos. Así que, una vez tuvimos claras las fechas, de jueves 13 de Abril a jueves 20 del mismo, tocó buscar un alojamiento que nos permitiera unas fechas tan sumamente extrañas... Ahí es cuando Nacho sudó un poquito, pero al final lo conseguimos. Vuelos a Ginebra, coche de alquiler y todo listo.
El problema venía cada vez que miraba las web cam de la estación... La nieve desaparecía día a día, no pintaba nada bien...
Ya desde el avión veíamos nuestro destino... o lo creíamos ver...

Una vez aterrizados, el primer contratiempo. Problemas para recoger el coche de alquiler. Tardaron mas de una hora en darnos el coche por un problema con la VISA, pero al final nos compensaron con un coche bastante superior al reservado, con GPS y sitio para una familia entera con sus equipos, así que ninguna queja.
Como llegamos a media mañana a Ginebra, decidimos darnos un pequeño paseo por allí. El tiempo allí nos hacía imaginarnos como iba a estar la nieve...

Después de comer, emprendimos la marcha hacía Les Menuires. Decidimos ir por Annecy y su lago.

Pero aquí el segundo contratiempo. Teníamos que llegar antes de las 19:00 h para recoger las llaves del apartamento, ya que no podían esperarnos. Y lo peor, no tenían disponibles sábanas, así que teníamos que buscarnos la vida... Por ello no pudimos disfrutar de un descanso en tan bello paraje, pero ver de fondo las cimas nevadas nos compensaba.

Una vez allí, y con las llaves de "nuestro hogar", nos fuimos a un Carrefour Montagne para comprar viandas... y sábanas. Nos instalamos, y a dormir, que por la mañana empezaba lo bueno.
Por la mañana, bien prontito me voy a recoger los forfaits. Tercer contratiempo, no está la persona de contacto que me dio Nacho, y nadie sabe de mis forfaits. Cuando consiguen hablar con ella, encuentran mi sobre, pero solo hay un forfait... Me enseñan la reserva que les hizo Nacho, y pone claramente que son 2 forfaits, pero solo hay uno... Así que tengo que esperar a que aclaren el lío, y por fin, media hora después, me dan los dos forfaits. Ahora si, ya empezamos...
Pero nuestros peores presagios se confirman, esta es la imagen desde nuestro apartamento, a 1.850 m de altitud:

Cuando salimos desde mel complejo, a pie de pistas, esto es lo que nos encontramos:

Desolador, pero vamos a ver qué nos encontramos... Bajamos hasta La Croissette como podemos, más barro que nieve, y cogemos el Roc 1. Arriba la cosa mejora, pero debido al calor es una nieve muy mala, muy enganchona y muy peligrosa.

Después de unas cuantas bajadas destrozapiernas, decidimos hacer un alto en el camino e hidratarnos debidamente.

Y viendo que la cosa empeora por momentos, damos por terminada la primera jornada, esperando que bajen las temperaturas. Así que nos vamos a comer algo, con un sol de justicia y decidimos hacer un cambio de planes. Esquiaremos lo que podamos por la mañana, y a mediodía nos retiraremos para hacer turismo por la tarde.

Por las tardes visitamos varias ciudades, unas más cercanas que otras:
Grenoble.

Chambery, donde nos hicimos con unos vinilos de 180gr de grandes clásicos del rock, nuestra otra gran pasión.

La ciudad medieval de Conflans, en Albertville.

Fort du Monde, también en Albertville, y con una carretera no apta para cardíacos.

Perouges, uno de los pueblos más bonitos de Francia.



Volviendo a la nieve, los días mejoraron, bajaron las temperaturas, pero también hubo mucha niebla. Aún así, nos subimos al Mont de la Chambre, a 2.786 m y la nieve mejoró mucho, y el ambiente ya era algo más parecido a lo que esperábamos.


Pero conforme ibas bajando...

Aún así, disfrutamos. Pero siempre hasta las 13:00 o 13:30 como mucho, ya que la nieve se ponía imposible...
Finalmente, el tercer día, encontramos la mejor zona de la estación en estas fechas, gracias a su orientación y altura, 3 Marches. Allí la nieve estaba mucho mejor, aguantaba mejor, y estábamos prácticamente solos, así que por allí nos quedamos el resto del tiempo.






Buen tiempo, buena nieve, poca gente, y una terraza casi privada...

Y llegó el último día. Frío, niebla y nieve, pero aguantamos hasta última hora ya que eran las últimas bajadas de la temporada.


Y por la tarde nos fuimos a conocer la base de Val Thorens, y estaba cayendo una nevada importante...


Y por la noche, Fondue, gallette y a dormir un rato, ya que a la 1:30 teníamos que emprender camino de vuelta...

En definitiva, un viaje que podría haber sido mejor en cuanto a nieve, pero que hemos disfrutado y aprovechado al máximo.
Muchas gracias a Nacho Campos y Alpeski por todo su trabajo, y por esos forfaits, y a Nevasport por toda su ayuda y organizar estos concursos que tanto nos gustan.
El año que viene más y mejor.
Saludos.
PD: En Les Menuires siguen en Navidad...
