Llega la fecha, y tras mucha incertidumbre podemos comprobar que este año la nieve se ha quedado en Austria y en el sur de Italia, pero los Dolomitas no han recibido las copiosas nevadas que otros años reciben, el tiempo esta loco y ya no hay nada normal, pero por raro que parezca aun con las escasas precipitaciones que se han producido las pistas están abiertas en un 90%, y parece que las bajísimas temperaturas que se han registrado en las ultimas semanas han hecho que la calidad de la nieve sea excelente aun siendo en su inmensa mayoría artificial.
Como he dicho el tiempo esta loco, en España nieva en Murcia y Castellon, y desde el avión se puede apreciar que toda Europa esta bajo un manto blanco.

Las imágenes desde el aire son sobrecogedoras

Aterrizamos en Munich, a -9 grados con todo nevado

Cogemos el coche y ponemos rumbo a Dolomitas saliendo de Alemania y cruzando Austria con temperaturas gélidas que no suben de -4 grados durante el día.
Cuando llegamos a nuestro destino, Selva Di Valgardena el termómetro marca -8 graditos. Cenamos, descansamos del viaje, y por la mañana sale un sol espléndido, que nos dice que tendremos un gran día de esquí.

Ya con los forfait arrancamos y nos dirigimos hacia la zona de Ortisei.

Alucinamos al ver que para llegar de un remonte a otro hay un metro por dentro de la montaña

Llegamos a las alturas, el sol y la nieve nos saludan, y la calidad de la nieve… sin palabras, una pasada.

No hay mucha nieve, pero las bajas temperaturas nos dejan estampas que dejan sin aliento.

Nos encontramos conpaisajesde contrastes. Zonas sin rastro de nieve, y otras con una nieve que enamora.

Las vistas ponen los pelos de punta ante tanta belleza.

Tras una larga jornada de esquí disfrutando toca reponer fuerza en el Luiskeller y tomarnos unas birritas. El ambiente fabuloso y una marcha increíble con canciones en alemán al estilo hutte en Austria.

Tienen hasta su propia cerveza.

Nuevo día, nueva zona, nos marcamos con la tontería la Sella Ronda.

Mismo sol, temperaturas fresquitas y una nieve de lujo (para ser la mayoría artificial).

Picos, picos y mas picos, aquí no hay montaña sin roca a la vista.

Km y mas km de pistas y nos encontramos sorpresas en medio de la nieve

Así como bares pintorescos en medio de las pistas donde poder reponer fuerzas.

El día siguiente, no podíamos pasar sin visitar la Marmolada con sus 3265 m de altitud.

Para subir se necesitan coger 3 funiculares.

Y después de un rato de subida, unas escaleritas, y conseguimos el premio gordo, unas vistas de infarto .

Cuando hace esfuerzo cuesta respirar, pero mereció la pena por la imagen que se graba en nuestra retina.

Imágenes como pocas allí donde se mire, solo se ve la inmensidad de la montaña.

En lo alto de la Marmolada hay una cueva con una pequeña capilla.

El descenso de Marmolada hace honor a su nombre, pistas duras como alicatado de mármol, sobre todo cuando cae la sombra.

Día siguiente, Alta Badia.

De estación en estación llegamos a un punto pintoresco a mas de 2000 m de altitud encontramos un refugio con una pequeña iglesia.

Al día siguiente nos movemos rumbo a Cortina Dampezo, pero nos quedamos a medio camino, no daría tiempo a volver a Selva.

Subimos en un funicular y desde arriba nos encontramos con unas pistas de estupendas.

No hay que decir mucho, solo ver las imágenes.

Por desgracia la semana se ha terminado, y toca volver.

La sensación es agridulce, y solo nos quedan ganas de volver otro año.
Si con la poca nieve que ha caído ha sido una de las mejores experiencias de esquí que he vivido, no puedo más que esperar volver otro año cuando la nieve cubra todo como debería y tener una experiencia que no se puede explicar con palabras.
Espero que os haya gustado.