En estos tiempos duros que corren, por la difícil temporada blanca y por la crisis económica general, nos ha sorprendido mucho llegar a una estación tan pequeña que se autodenomina “punto de nieve” y que afirma “duplicar el aforo cada año… La crisis nos ha venido bien porque hemos crecido mucho, ya que la gente no tenía dinero para ir a grandes estaciones y venía a esquiar aquí… No tenemos cañones, pero aquí se esquía a veces hasta mayo… “.
Quien así habla es Juan Carlos Abad, gerente de Punto de Nieve de Santa Inés, un lugar encantador a mitad de camino entre Soria y Logroño, entre las sierras Cebollera y Urbión, vecina a la famosa Laguna Negra. Santa Inés nos parece un ejemplo de gestión privada. La primera inversión fue pública, de la Diputación de Soria, pero desde entonces la gestión ha corrido a cambio de una concesión privada que saca petróleo de tan escaso dominio.
Si hablamos de alpino, Santa Inés declara 1,8 kilómetros de dominio, pero eso creo que es un redondeo generoso. Sólo tiene una pista doble y una zona de debutantes. A la pista doble se accede con una percha y puedes bajar por la pista principal (100 metros de desnivel, nivel verde-azul) o por un precioso camino en el bosque sin palas pero estrecho, de nivel rojo. Y también, desde luego, un espectacular fuera de pista entre los árboles a derecha e izquierda.
Como hemos dicho, también tiene un plano de debutantes con un remonte de cuerda. Es una explanada amplia, junto a la carretera, donde se concentra el “ambientillo” de la estación.
Con tan poco dominio, ¿dónde está el éxito de Santa Inés? Efectivamente, es la estación más pequeña (“punto de nieve”), pero también la más barata (15 euros todo el día). Pero sobre todo, está muy optimizada. En Santa Inés puedes hacer alpino, pero también es un paraíso del esquí de travesía, se puede hacer fondo (han hecho ahora un circuito más pequeño, pero más plano que el “puerto” de antes). Y por supuesto raquetas, excursiones, trineos, moto de nieve, eventos… Santa Inés es pequeño, pero multiactividad, incluyendo por supuesto un restaurante en el corazón del “punto”. Y claro, muchos colegios y clases entre semana…
“Lo que nos gustaría es poder instalar una silla biplaza al Pico del Buey (2.034) que nos ayudara a aumentar el dominio en dos kilómetros, y con cañones. Aunque hasta ahora, sin cañones, hemos sido varios años la primera estación de España en abrir”, afirma Juan Carlos Abad. “El Punto de Nieve de Santa Inés ha sido muy importante para la zona. Antes todo estaba muerto en invierno, ahora se quedan sin plazas en Vinuesa y en toda la zona”.
El Punto de Nieve de Santa Inés es un ejemplo y nos recuerda al modelo francés. Si hay un poco de nieve, hay una instalación y se esquía. Aunque no dé para más. Ningún esquiador de nivel tendrá sueños húmedos con Santa Inés, pero seguro que aquí, por proximidad y por economía, aprenderán y disfrutarán de todas las modalidades de la nieve miles de futuros esquiadores (incluido por supuesto el alpino, ya que aprender aquí es ideal).
En el Reto 33 estaciones no hemos querido coger atajos y hemos incluido a Santa Inés como una más, con todo el respeto, porque nos parece pequeñita pero matona. El paraje donde se encuentra es espectacular. Y hemos disfrutado de una buena mañana con las tablas puestas, zigzagueando entre los pinos, protegidos del viento y pisando nieve en la que nuestras huellas eran las primeras.
Santa Inés, un divertido punto de nieve
Es la estación (“punto”) más pequeña de España. Un diminuto paraíso del esquí en todas sus vertientes. Se puede hacer de todo sobre nieve, aunque en pequeñas dosis.