
Pero Tavascán es un milagro. Primero, por su nieve. Sólo tiene dos cañones de baja presión y son para tapar calvas en la base de la estación. Así que lo fía todo a la nieve natural, entre 1.750 y 2.250 metros… Pese a ello, el día de nuestra visita, con la mitad de las estaciones de la península cerradas (el paquetón se anunciaba para la siguiente semana), Tavascán tiene mucha nieve y de una calidad fantástica… En la pista y fuera de ella, claro, aquí no hay nieve artificial y es todo igual. “Tenemos la misma nieve de Baqueira. Cuando nieva allí, nieva aquí. Tenemos la misma orientación”, nos aclara Marc Tomás, el Director. Cara Norte y “el sol no entra en gran parte de la estación hasta enero, la nieve no se transforma y aguanta bien”.


Segundo, por su paisaje. Es una estación muy pequeña (apenas 4 kilómetros de pistas), pero es mucho más que esquí. Es una parte del Parque Natural del Alt Pirineu. Es una “estación de alta montaña”. En apenas un pequeño valle, una grieta entre montañas, hay 14 kilómetros de esquí de fondo, 4 kilómetros de alpino, un montón de nieve para freeride y unos itinerarios oníricos para el esquí de montaña (incluída la ascensión para poco expertos a la Coma del Forn (2.681 metros).


Y tercero, por el trabajo, la devoción y el aprovechamiento de los recursos. “Para nosotros, mil euros es una gran cantidad de dinero”, nos confiesa Marc Tomás, que a la vez de director de la estación es el regidor del ayuntamiento y el conductor de la ambulancia del valle. Es parte del milagro Tavascán: nieve natural, paisajes fantásticos y mucho trabajo.


Hay un cuarto punto: el Ayuntamiento de Lladorre alberga una espectacular central hidroeléctrica (con un canal de 500 metros por dentro de la montaña) que puede visitarse. Y por el aprovechamiento del agua de sus lagos, que es bombeada en la central, el Ayuntamiento recibe un canon que ayuda a mantener las instalaciones de la estación.


Tavascán no es un destino para los que les gusta esquiar sin pasar dos veces por el mismo sitio, pero sí una gran montaña para hacer deportes de nieve y entre ellos el esquí alpino, con una zona de debutantes, una percha para iniciados y una silla para expertos y amantes del fuera pista.

“En verano, Tavascán funciona solo. Tiene muchos visitantes y el refugio-cafetería se queda pequeño. Mucha gente viene al Parque, a la montaña, a ver los lagos. Pero sin la estación, en invierno el valle se quedaría muerto”, nos explica Tomás. Por eso nació el refugio con una estación de esquí de fondo con fantásticas vistas, luego llegó el remonte y la estación alpina y finalmente su apuesta por el esquí de montaña y los itinerarios con raquetas. Uno de los primeros parques de arvas se instaló aquí (esconden un arva en la nieve y enseñan a buscarlo) y hay una escuela de esquí de montaña. Y los itinerarios de montaña son revisados diariamente y modificados para hacerlos seguros.

En los planes de esta estación pequeña, valiente y de fantásticos paisajes está ampliar el refugio de montaña (“se ha quedado pequeño los fines de semana”). Llaman a la estación “base de actividades de montaña” y recibieron el premio Turisme Generalitat 2015 por sus itinerarios inclusivos (esqui de fondo y raquetas) diseñados con Anna Vives.
La estación nos ha encantado y queremos volver pronto a hacer un pequeño triatlón blanco: fondo, alpino y skimo en el mismo día. De momento es la más pequeña que hemos visitado en este Reto 33 estaciones, pero hemos disfrutado mucho de sus palas de nieve virgen, que se confunden con las pistas excepto porque no ha pasado la máquina… Pero toda la nieve es igual. Si te gusta la nieve, al menos una vez hay que visitar la magia de Tavascán.

Nuestro próximo destino: Port Ainé
Full Activity:
www.facebook.com/fullactivity23