
Nos alojamos en Brides-les-Bains, justo donde empieza el teleférico Olympe. Es un pueblo pequeño, con poca vida pero no necesitábamos más. Le llaman la zona 'low cost' de la estación y sin duda que, sin ser barato, era lo más económico de la zona.
El primer día cogimos el telecabina Olympe, que te lleva a la base de Méribel en 25 minutos, haciendo parada en Les Allues y en le Rafort. No es que sea el telecabina más moderno del mundo, de hecho, si no me equivoco lo construyeron en el 92' para los JJOO de invierno de Albertville.
Fue el mejor día de todos, solazo.

Nieve recién caída del día anterior y poca gente. En general, los 4 días estuvimos casi solos en la estación. Nada de colas. Nos pusimos en marcha para visitar Courchevel, que no decepcionó y la Tania (muy recomendables las pistas arboladas y caminitos).







Ya al final de la jornada se puso a nevar como si no hubiera mañana. La cota retenida, y al final del día bajó hasta casi el fondo del valle. Como anécdota, decir que llegamos a Méribel Village, cuando el telecabina de vuelta era Méribel, tuvimos que pillar un autobús para llegar allí. Cuando llegamos, a las 17.02, el hombre del telecabina nos dice que ya estaba cerrado, que nos espabiláramos. Pues ya me veis a mi haciendo autostop para bajar a Brides y allí coger el coche para 'rescatar' a mi pareja que se había quedado con los esquís :')
A la mañana siguiente nos despertamos lloviendo en Brides, pero en les Allues ya era nieve así como en Meribel. Cota rondando los 1000m. En el telecabina de Rhodos, la nevada era intensa.


Como podéis imaginar, powder del bueno. Disfrutando como enanos.
Sin embargo, al final de la mañana empezó a subir la cota, a casi 2000m y eso supuso también un aumento de la niebla y unos relieves difíciles de distinguir. Empezamos a quedar empapados y la nieve comenzó a transformar. Menudo cambio!
El tercer día continuó igual, nevando por encima de los 2000m, así que decidimos ir a Val Thorens, la conexión por arriba entre Méribel y Val Thorens (solo había una abierta) un infierno. Mucho viento, niebla, sin relieve. Estábamos sufriendo. Cuando llegamos a Val Thorens, la visibilidad mejoró un poco y esquiamos por el fond y cruzamos a Orelle para hacer la pista del glaciar du Bouchet. Aunque decía que estaba en previsión de apertura, nunca la llegaron a abrir. Nos volvimos esquiando por les Menuires, con una nieve transformada y las piedras asomando.


Finalmente, el último día tuvimos nubes pero el relieve era mucho mejor. Decidimos repetir en Val Thorens porque es donde habíamos encontrado mejor nieve, por su mayor altitud. Esquiamos el glaciar du Thorens, el Peclet (aunque no pudimos subir arriba del todo porque estaba cerrado) y cruzamos a Méribel Mottage para hacer algunas que nos quedaban como el lac de la Chambre. La última bajada fue por la olímpica Roc de la Chambre, en su mayor tramo cerrada, así que nos conformamos con su hermana Gelinotte.



En definitiva, una estación TOP. Con pistas para aburrir, largas y anchas. Diferentes tipos, para todos los niveles y sin repetir pista en 4 días. Una pasada de dominio. Instalaciones de 10, quizás algunos telecabinas como el Olympic o algunos de Courchevel a mejorar. Pisado de pistas bueno, no excelente ya que hubo días que no pisaron. Los precios? Courchevel carísimo. Nosotros nos hicimos bocata todos los días y nos pudimos ahorrar lo que te costaban, por ejemplo, unas patatas o un capuccino aquí.


Espero que os guste, si tenéis cualquier duda sobre la estación, ya sabéis donde estoy!
Saludos!!