Te levantas el domingo, sales a la terraza a ver que tal día hace y lo ves todo nevadito pero que no encuentras el Mont du Vallon
Así que nos acercamos a ver las finales de la Copa del Mundo, mucho ambiente, muchas banderitas de Francia, este es el graderío de meta que montaron en Meribel.
Y como bajaban las chicas del gigante
A medio día abrió y por fin pudimos bajar el mítico Mont du Vallon
Que bonito es el valle de Meribel
Y ya por la tarde en el apartamento tomando un refrigerio que bien se ve el Mont du Vallon, igualito que por la mañana
Dominio mas grande del mundo esquiable, fijaos en una cosa, una ladera inmensa y una sola pista, el resto del terreno libre para jugar, aqui se habrian sacado 4 pistas paralelas
Paseíto por el Pointe de la Masse, un lugar que me encanta, con poca gente y unas bajadas cojonudas, arriba la cabra y el cabra
Desde aquí se ve el valle de la Haute Maurianne, a un lado la estación del Galibier, Valmeiner Valloire
Y al otro la estación de Le Courbier, del dominio de Les Sybelles
Vista del valle de Belleville, Val Thorens arriba, Les Menuires y abajo Saint Martin de Belleville
Regresamos en un curioso remonte, unas cestitas que parecen del parque de atracciones
Curiosa estructura metálica la del la iglesia de Les Menuires
Y al coger un teleferico veo una exposición de remontes, foto dedicada a Pedro Maia que le encantan estas sillas de uno
El rey, el Mont Blanc
Seguimos con la tónica, días cerrados que van abriendo, una pena porque las vistas en Courchevel no son lo mismo
Seguimos con mas animales, el oso y el oso
Brutal la nieve que pillamos bajando desde Sailure
A pesar de las nubes los pinos y las rocas hacen muy especial a esta estación
Y que decir de su curiosa pista de aterrizaje....
Desde Courchevel se ve enfrente los remontes de la parte sur de La Plagne
Estación glamourosa como pocas, que no se respire miseria, pedazo de hotel en mitad del bosque
Y bonita la pista Indians, en el poblado indio comimos un día sentaicos en los bancos
El trampolín de saltos de Le Praz
La zona de Orelle es una maravilla, aparece como un añadido al final de Val Thorens y es una delicia, sin gente y bajadas cojonudas. Aqui vemos al tenacitas que me acompañó para hacer una ladera en la parte superior, hay mucho terreno libre, cosa que se agradece.
Y a la hora del bocata buscamos unas piedras al sol, sitio inmejorable para disfrutar del mar de nubes
Una vez repuestas las fuerzas nos metimos en la ruta del glaciar, no tiene ninguna dificultad pero está muy bien para la gente que empieza a salir de pistas por su amplutid.
Que pequeños se nos ve entre tanto terreno
Y como no, a lucir la rojiblanca
Para rematar la vista que disfrutabamos todas las tardes de regreso a Mottaret, el valle de Meribel con el Lac de Tueda
