¿Qué futuro para San Isidro y Fuentes de Invierno?
Mi conclusión era que anualmente se dedica una cantidad importante de los presupuestos autonómicos de Asturias y provinciales de León a compensar las pérdidas operativas de las cuatro estaciones. Es decir, los ingresos por forfait no cubren los gastos de funcionamiento. Esto supone que, desde hace varias décadas –con la excepción de la creación de Fuentes de Invierno gracias los fondos mineros- no se produzcan inversiones en las estaciones. Año a año languidecen, especialmente debido a la falta de nieve artificial.
Hay dos objetivos posibles en una política pública de explotación de estaciones de esquí: el fomento del turismo y el fomento del deporte barato. El primero de ellos es el perseguido por todas las administraciones europeas que la ponen en práctica. Su finalidad es crear actividad económica y empleo en las zonas de montaña donde se implantan las estaciones. En el artículo de la temporada pasada, sosteníamos que ese objetivo se lograba muy débilmente porque sólo el 13 % de los visitantes venía de fuera de Asturias y León. Por tanto, solo el 13 % genera verdadero gasto turístico.
Zona superior de Fuentes de Invierno
El segundo de los objetivos, el fomento del deporte barato, ya se logra por otros medios como piscinas y polideportivos municipales.
En este artículo no nos ocuparemos de Leitariegos y Pajares. Son dos estaciones que me encantan y a la segunda voy mucho. La primera encuentra su función específica en la zona geográfica periférica en la que está situada. La segunda está situada a baja altitud y tiene pocas posibilidades de ampliación.
En cambio, Fuentes de Invierno y San Isidro, juntas y fusionadas, tienen posibilidades para convertirse en un destino turístico potente. Juntas suman, sin exagerar, 40 kilómetros de pistas y casi 400 hectáreas de dominio esquiable. Tienen el mercado portugués y gallego cautivo, a menos de 400 km de distancia. Un mercado que para desplazarse hasta los Pirineos tiene que recorrer otros 600 km adicionales.
Cebolledo
A este mercado hay que ofrecerle un producto competitivo. No habrá producto sin inversiones. No puede haber inversiones mientras la parte del presupuesto asturiano y leonés dedicado al esquí se dedique a sostener los gastos corrientes.
La tabla anterior muestra la suma de los últimos cinco años de los resultados económicos de la suma de Fuentes de Invierno y San Isidro. La tabla completa se puede consultar aquí. Podemos comprobar que en los cinco últimos años se han dedicado mas de 9 millones de euros a compensar los gastos de funcionamiento de las estaciones. Si ese dinero se hubiera ingresado vía forfaits se hubieran podido dedicar a realizar inversiones. De media, casi 2 millones de euros de dinero público se malgastan anualmente sin alcanzar el objetivo de fomentar el turismo en la zona.
Estimo que una fusión entre Fuentes de Invierno y San Isidro podría generar una disminución de los gastos de explotación de un 10 % y al mismo tiempo favorecer que aumente el número de esquiadores en otro 10 %. Creo que no es descabellado pensar que con la fusión y las mejoras que se proponen más adelante se podría duplicar el número de visitantes de fuera de Asturias y León.
Con esa premisa, hemos vuelto a calcular el ingreso medio por usuario para lograr la rentabilidad operativa y hemos deducido los precios de los forfaits. El resultado no es exagerado. El precio del forfait diario debería rondar los 30 € y el de temporada los 380 €. Si además, se quieren financiar las inversiones sin depender de los presupuestos públicos, el precio del forfait diario ascendería a 37 € y el de temporada a 480 €. Y aún así, estarían en la media de estaciones del mismo tamaño como Gourette, Porté Puymorens, Astún o Port del Compte.
¿Y estos precios para financiar qué inversiones? Principalmente para asegurar la unión entre los cinco sectores de Saliencias, Fuentes de Invierno, Riopinos, Cebolledo y Requejines con nieve artificial. Después de dos temporadas excepcionales la morosidad nívea está de vuelta y sólo permite la apertura de unas pocas pistas en malas condiciones. Actualmente sólo un kilometro y medio de los 40 kilómetros de pistas que tendrían Fuentes de Invierno y San Isidro dispone de nieve artificial. A un millón de euros por kilometro considero que se deberían invertir 14 millones en equipar otros tantos kilómetros de pistas. Así, se alcanzaría casi un 40 % de pistas innivadas artificialmente.
Al fondo, urbanización de Saliencias. Si pinchas, llegarás a un reportaje que también propone instalar un telesilla desde Saliencias.
Hay que convertir San Isidro y Fuentes de Invierno en una verdadera estación a pie de pistas. ¿Alguien conoce alguna estación en la que después de dormir a 1.500 metros de altitud haya que conducir cuatro kilómetros para llegar a las pistas?. Hay que potenciar Saliencias como puerta de entrada al dominio esquiable trazando una pista verde que se una con la Llana L’Fitu de Fuentes de Invierno. Quizás hay que construir un telesilla o trasladar aquí el de Riopinos. Hay que actuar sobre el urbanismo, construyendo un itinerario peatonal desde la urbanización de San Isidro hasta Saliencias, y hasta La Raya y Fuentes de Invierno. No puede ser que el esquiador calzado con sus botas y cargado con sus esquí tenga que caminar por la calzada, atravesar una carretera general sin semáforo ni paso de cebra, y esquivar coches por un aparcamiento para llegar… a un autobús que nunca se sabe cuando pasa. Quien quiera dormir en Felechosa o Puebla de Lillo y coger el coche que pueda hacerlo, pero quien quiera pasar varios días esquiando a pie de pistas sin coger el coche debe poder hacerlo también.
El enlace entre Riopinos (San Isidro) y la Llomba (Fuentes de Invierno) no requiere un nuevo telesilla. Basta una cinta transportadora que una la pista del Oso con el Tubo del Toneo, y alargar hasta allí el camino de la Llomba.
Cara Norte de la Peña Agujas en Riopinos
Otra de las debilidades de San Isidro y Fuentes de Invierno es el desnivel escaso de sus pistas. En San Isidro apenas superan los 250 metros y en Fuentes de Invierno el descenso más largo alcanza los 400. Las estaciones que hemos utilizado como comparación llegan a 1.100 m enGourette o a 600 en Astún. En Riopinos podría estudiarse la construcción de un telesilla desembragable que partiendo de la cota 1.500 alcanzara los 2.100 cerca de la Peña Agujas y la construcción de pistas en su cara norte y en la del Pico Roldán.
Es necesario construir zonas amplias y cómodas de debutantes tanto en Fuentes de Invierno como entre Cebolledo y Requejines.
La Happy Place de Gourette es un modelo de zona de debutantes
He estimado estas inversiones de la siguiente manera:
La amortización a 20 años de estas inversiones resulta inferior a la cantidad anual que actualmente destinan las administraciones de Asturias y León para colmar el déficit de explotación de San Isidro y Fuentes de Invierno.
Hay tres experiencias de gestión pública de estaciones de esquí en la península. Aramón es una empresa de capital compartido entre el Gobierno de Aragón y la antigua Ibercaja, que al calor de la burbuja se endeudó para hacer grandes inversiones.
FGC, Ferrocarriles de Cataluña, ha ido asumiendo la propiedad de pequeñas estaciones (Port Ainé, Vallter 2000, Espot Esquí, La Molina) que no podían pagar los créditos que les había concedido la Generalitat.
N’PY es la marca que agrupa a varias de las estaciones públicas de los pirineos franceses. Excepto Grand Tourmalet, la mayoría de ellas tienen un tamaño parecido al que resultaría de la unión de San Isidro y Fuentes de Invierno. El Tribunal de Cuentas francés ha comprobado el éxito de N’PY.
Dentro de N’PY, las estaciones de Gourette y la Pierre St. Martin son gestionadas por un organismo autónomo del Departamento de los Pirineos Atlánticos. A principios de los años 2000 deciden eliminar el déficit de gestión para dedicar el presupuesto departamental a mejorar los dominios esquiables. Ambas estaciones tienen una superficie inferior a la unión de San Isidro y Fuentes de Invierno y una altitud parecida. Gourette consigue atraer 350.000 esquiadores al año gracias a su moderna red de nieve artificial, sus dos telecabinas de 10 plazas y sus dos telesillas desembragables de seis plazas.
Cualquiera que haya visitado una estación de N’PY se habrá fijado en la calidad del marketing. No hay que ir muy lejos para mejorar San Isidro y Fuentes de Invierno, solo copiar lo que ha funcionado en el pirineo.
snowskiguru.com