Amanece en Saint-Lary. No llueve, y el suelo no se ve muy mojado. ¡Buena señal!
Aunque hay niebla, se entreven claros que hacen pensar que arriba está despejado y algo me dice que por la noche, pese a la lluvia, todo ha ido bien.
Parece que veo nieve nueva en las cumbres....... ¿Será verdad?
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¡Pues sí! Estamos de enhorabuena. Una vez arriba, entre 5 y 10 cm de nieve fresca nos dan la bienvenida.
Hora de ponerse los esquíes y sacar algunas fotos, que el día lo merece.
Aunque nadie nos quita el calor, hoy los pies ya se han soltado, y todos bajamos mejor por las pistas de Pla d'Atet. Son buenas azules y verdes, anchas y de pendientes más o menos constantes, aunque se hacen algo cortas en comparación al tiempo que lleva subirlas en el remonte, y como baja mucha gente por ellas, rápidamente se forman bañeras con las que hay que tener cuidado.
Una cosa que percibes pronto en Saint-Lary es que allí la percha es la reina. Aprender a cogerla, pero sobre todo a soltarla bien nos ha supuesto algún que otro susto, especialmente a nosotros que sólo habíamos disfrutado de las cómodas sillas de SN hasta ahora. Casi todas las pistas interesantes se acceden a través de una percha, y en menor medida por sillas de pinza fija.
Ya que no podemos hacer otra cosa, habrá que mirar el lado bueno: uno aprende a relajarse, a disfrutar de los paisajes, del aire fresco de montaña, a pensar en la ruta de bajada....... ¡Qué remedio!
¿Hace un descanso? No problem!
Son las 15:30. MC y BM ya se han bajado al apartamento, y JD y yo decidimos explorar un poco la estación.
A través de Corniche (pista pura de enlace donde como te despistes y bajes un poco la velocidad terminarás remando), tomamos la silla Tortes y exploramos un poco de la zona de Saint-Lary 2400. El día se ha nublado, así que salvo unos pocos metros de la pista por delante de nosotros, sólo podemos intuir vagamente el paisaje.
La primera bajada de Combe Saboures nos deja ver que es la pista perfecta para todos. Clasificada como azul, es más bien tirando a verde. Muy larga y muy ancha, está servida por una de las pocas sillas desembragables de la estación. Ideal tanto para novatos que buscan soltarse de una vez con la cuña o veteranos que quieren relajar piernas o perfeccionar técnica de conducción.
Sólo nos da tiempo a un par de bajadas, pero ya intuimos que mañana no duraremos mucho tiempo en Pla D'Atet.
Va siendo hora de bajar. Hemos podido disfrutar de un día fantástico de esquí, a pesar de las previsiones de tiempo una vez más.
Ahora toca disfrutar de otro tipo de placeres locales......
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