Como de costumbre con los otros premios, pincho para ver quien es el hijo de p... quiero decir afortunado que se lleva el premio, y sorpresa sorpresa.........¡¡el cabronazo suertudo soy yo!!
Tras momentos de emoción, incredulidad y aceptación (con algún que otro ¡toma!¡toma!¡toma! al estilo Rafa Nadal entre medio), la realidad va tomando forma: ¡me voy una semana entera a esquiar!
Hasta entonces lo máximo que había estado de seguido eran siempre estancias de 2 días en Sierra Nevada, aunque unas cuantas ya, lo que me había permitido coger un mínimo de soltura en esto del esquí. Pero esto es un sueño hecho realidad.......¡toda una semana del tirón!
Tras varias llamadas, consulta de presupuestos y espesores, cruces de e-mails, solicitudes de vacaciones a los jefes y lecturas de montones de post en el foro, la cosa queda decidida:
Nos iremos a Saint-Lary en Semana Santa. 6 días para disfrutar de nieve en abundancia y algo de turismo por el sur francés.
Me acompañarán mi primo (JD), su novia (MC) y la mía (BM).
¿Porqué Saint-Lary?
Para muchos en el foro es una estación que no gusta: muy plana, remontes viejos y mal distribuidos, y en general poca nieve.
Pero precisamente este año nieve no falta, y Saint-Lary ofrece algunos privilegios que otras estaciones no tienen: es de las más grandes (100 km), con mucha variedad de pistas azules que van bien para progresar (una de las principales cosas que buscábamos), los apartamentos están justo al lado de los remontes lo que hace que no sea necesario el coche para esquiar (condición indispensable para que cada uno pudiera hacer su vida independiente de los demás llegado el momento), el pueblo en sí tiene bastante vida más allá del esquí, y además es el más cercano a España, dentro de los apartamentos disponibles en Pierre & Vacances en los pirineos.
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En el entretiempo hasta la fecha del viaje me vuelvo adicto a las previsiones meteorológicas: creo que nunca he aprendido tanto sobre meteogramas, curvas de presión constante, flujo del jet, y modelos numéricos. Llega un punto en que empieza a rozar la categoría de adicción.
Ya a 3 días del viaje las previsiones de tiempo pintan tirando a bastante malas, pero decidimos seguir adelante. Al fin y al cabo siempre podemos dedicarnos a hacer turismo de ciudad, y gracias a las tarjetas MyAlti que nos llegaron diligentemente a la semana de pedirlas, día que no esquiemos, día que no pagamos, pudiendo así decidir día a día lo que hacemos.
Viaje de ida (Sábado 23 de Marzo)
Llega el gran día.
Amanezco a las 5:30 de la mañana habiéndome acostado a la 1, pero no hay sueño. La emoción del viaje puede con todo.
Tras una buena ducha, paso a recoger a JD y MC, y salimos rumbo a Sevilla. Tenemos que desviarnos un poco de la ruta para recoger a BM, que es de un pueblo cercano.
Mientras llegamos a su casa nos cae una de las trombas de agua más grande que recuerdo nunca, que nos mantiene a 50-60 km/h un buen rato de autovía. ¡No empezamos muy bien que se diga!
Justo al llegar donde BM se abre un claro, y podemos cargar lo que queda sin mojarnos demasiado. ¿Será una señal?
Aun así, visto lo visto, más vale ser precavidos, y decidimos ir hasta Madrid vía A4 en vez de A66 + A5, para así ir adelantándonos a la tormenta. Ésto es lo que nos espera:
El sueño y la falta de espacio hacen su efecto: no hay ganas de sacar la cámara, así que dejamos las fotos para cuando estemos en territorio francés.
Tras las paradas de rigor y 12 horas de coche, ya metidos en noche cerrada atisbamos a ver la boca de entrada del túnel de Bielsa. ¡Por fin, estamos cerca!
Aunque la mayoría del camino desde Barbastro lo hemos hecho ya de noche, no importa. La carretera es buena, y está bien señalizada, con muchos reflectores en cada saliente o punto que lo requiera.
Una vez en territorio francés, la bajada desde el túnel, de noche, y estando este lado como es lógico mucho más nevado, es de órdago. ¿El concepto de señales o reflectores no lo entienden allí?. Pues parece que no.....
Pero lo que nos queda de camino ya son pocos km, así que en poco más de 20-30 minutos estamos siendo recibidos por un luminoso de estilo navideño que nos indica que hemos llegado a Saint-Lary. Son las 21:45, y la recepción cierra a las 22:00. Justo a tiempo.
Tras atendernos muy amablemente y en perfecto español, nos dan la llave del apartamento, y por fin podemos tumbarnos y estirar las piernas en condiciones.
El apartamento cumple con lo prometido: habitación de matrimonio, baño, y doble sofa cama en un salón/cocina. De tamaño es algo justo, pero está impecablemente limpio y con todo lo necesario para la estancia. Además contamos con una taquilla guardaesquís en el sótano, y plaza de parking descubierto (por el cubierto hay que pagar un extra).
Personalmene, lo considero ideal para una pareja de padres con hasta dos niños.
Ahora toca descansar. En total han sido casi 15h y más de 1200 km de viaje desde que salimos.
Las previsiones de tiempo siguen siendo malas, pero presiento que mañana va a ser un gran día.
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