Empezamos el Viernes calentando un poco con una foqueada nocturna y la cervecita de rigor. Todo bajo una intensa nevada pero curiosamente con luz suficiente para poder incluso subir sin frontales (como nota, indicar que nevó todo el camino desde Berga):
A la mañana siguiente, y sin parar de nevar, comprobamos que la nevada es realmente importante, y el frío nos deja estalactitas de más de 1 metro en la terraza:
A la salida, comprobamos que la acumulación supera ampliamente el pasamanos:
Nos trasladamos al Roc de la Calme, de donde iniciaremos el ascenso hasta la parte alta (zona de llegada del telesilla), pero antes mini-camp de búsqueda por ARVA para refrescar (que nunca está de más...):
En cuanto dejamos la zona de la estación, comprobamos que va a ser un día duro de abrir huella. Unos 40 cms. por encima de los esquís nos van a acompañar todo el día (al final ya se ve medio enterrado el refugio del lago de la Pradella prácticamente bajo la nieve):
En esta foto se aprecia mejor, que si no fuera por el "remolino" en la cara sur del refugio, hubiese quedado completamente tapado:
Paleamos un rato y desde dentro del refugio, donde nos tomamos cuatro barritas, esta es la estampa:
El techo y el viento han impedido que quede enterrado completamente, fuera sigue nevando y el viento empieza a ser realmente fuerte:
Está claro que habrá que abrir huella, porque nada ha quedado tras las nevadas, y menos con el viento que hay:
Hay mucha nieve, pero por suerte la calidad es tan seca, que podemos avanzar sin que sea un suplicio (claro que eso mejor que lo diga Benja que fue quien se casco de primero todo el camino
):
Huellas abiertas en la nieve:
Llegamos al refugio de Bouillouses con vientos fuertes, frío y nieve. Estalactitas en la perilla atestiguan la rasca, pero nada que no se pueda aguantar ante el espectáculo que es estar aquí hoy:
Mucha nieve, gran estampa:
En el refugio, se han hartado de palear para desenterrar el primer piso y la terraza:
Y tras descansar un rato al calor de la estufa del refugio, bajada por la carretera que en verano utilizan los buses para subir a los visitantes:
Aquí, la huella es más clara, puesto que suele haber bastante movimiento de traveseros, raqueteros, y las motos que abastecen al refugio:
El entorno, cargado de nieve hasta las mismísimas trancas, de hecho varias pilones acero han sucumbido al peso de la nieve, y el cable está ya en el suelo y enterrado en varios tramos:
Uno de los valles más bonitos de la zona, y más accesible, sobre todo en verano, muy bien equipado con buses lanzaderas que evitan la masificación de los coches y preservan el entorno:
Al final, la pista te deja en la zona del Pla dels Aveillans, que es hasta donde limpian más o menos la carretera y pueden llegar los coches. El sol intentando salir en medio de los restos de la nevada que nunca dejó de caer:
Allí sale una silla de Font Romeu que te devuelve a la estación. Intentamos sin éxito que nos dejaran subir (hubiera sido una excursión casi de costellada...), pero no lo logramos, cosa que acabó convirtiendo la salida en una buena foqueada, puesto que remontar toda la estación (que se inicia con la pista negra), supone un total al final del día de más de 800 metros de desnivel acumulado.
En fin, gran salida para momentos como éste, en que la seguridad es precaria en cualquier zona, y que nos prepara las piernas para futuras ocasiones.
Os lo recomiendo, el entorno es simplemente brutal, la dificultad técnica nula, excepto remontar las palas negras de la estación, que al haber gente y estar algo duras, se hace durillo, y la longitud es buena para dedicarle un día entero, aunque sin agobios.
Un saludo!
gracias por compartir y tener la valentia de sacar la camara con ese tiempesito
