Después de pasar toda la semana santa esperando la ansiada nevada y posterior buen día, por fin llegó el día de subir: sería el domingo, tras la nevada del viernes y con una previsión algo mejor que para el sábado. Decidí madrugar, aunque no tenía muy claro hacia qué zona tirar, aunque sí que quería entrar en la Laguna en un momento dado. El caso es que el Zayas no me gusta mucho, por eso la idea de tener que entrar en la Laguna por arriba no me atraía demasiado. Otro aspecto a considerar era que la Loma no estaba conectada con el resto de zonas, ni por remonte, ni por pista, por eso, quedaba bastante descartado empezar el día por allí. Y como aparqué por la zona del Maribel, me fuí directamente al telecabina Borreguiles, donde coincidí con dos “cetursos” y hablamos un ratillo. Me confirmaron que desde la Loma no se podía pasar a Borreguiles ni al Stadium, comentamos sobre el cierre el 15, opinan que es imposible llegar más lejos con la nieve que hay y con el tiempo que hace, y les doy la razón. La nieve se va por momentos. En las fotos que pondré se ve cómo en ciertas zonas la nieve se va a lo largo del día.... si bien hay zonas donde sí que hay mucha nieve... como el Río, Rebeco....
Desde el telecabina (qué rollo es cogerlo si ya estás esquiando, menudo rodeo hay que dar) se veían cerradas para competiciones diversas pistas: Granados, Rebeco, Pala de entrenamiento.... pues vaya. Decidido: me voy cuanto antes a la Laguna. Y eso hice. Bajé al Stadium y me fui para el Zayas. Ya en ese trayecto pude comprobar el excelente estado de la nieve.... y lo incómodo que es el telesquí. Yo llego arriba cansado y tenso, con lo cómodo que es el telesilla, que puedes comer, echarte cacao, sonarte los mocos (vaya lata, en cada bajada tengo que sonarme, ¿a alguien más le pasa?).
En fin, que entré a la Laguna bajando por la diagonal hacia la Olímpica. Este es el único trayecto posible por las pistas abiertas. Pero al llegar abajo vi gente bajando por la trucha, pregunté y me dijeron que estaba muy bien, incluso pisada. Luego me meteré... que ahora tengo que ir a un mandado.... La nieve que me encontré en la Olímpica:
Y el mandado era, como siempre que visito la Laguna, asomarse a ver las playas (y los invernaderos) de Roquetas:
No era el mejor día para ver el paisaje; había neblina pero aún así... me da una “cosilla” ver mi pueblo desde Sierra Nevada....
Una vez cumplido el trámite patriótico, continué con mi “via crucis” particular: bajar por algunas de las pistas y volver a coger el telesilla... hasta 12 veces repetí la operación... después de esta penitencia creo que mis pecados esquiísticos habrán quedado perdonados. Y porque me echaron, que si no todavía estoy allí “haciendo penitencia”.
En la siguiente subida coincidí con varios esquiadores que iban hablando sobre por dónde iban a meterse a continuación... me llamó la atención, como es lógico:
“ves aquella pala que no tiene ni una huella? Por ahí vamos a bajar ahora después”
La pala en cuestión era esta del centro de la foto:
Se puede ver que en su parte baja alguien le había dado, pero en cambio por arriba estaba intacta.
Yo comenté sobre la seguridad de la nieve, y ellos, evidentemente expertos, me aseguraron que no había peligro. Como al parecer así era.
A partir de entonces me fui fijando en la pala cada vez que pasaba. Y esto es lo que vi:
Se ve un esquiador bajando a la derecha. Un poco después:
Más tarde fue llegando más gente, incluso varios traveseros, y subiendo cada vez más arriba:
Ésta es la huella más alta que llegué a ver:
Aquí se ve por dónde entró el que la hizo:
¡Qué chulería! ¡Qué envidia! ¡Quién supiera....!
Pero bueno, yo a lo mío. Ya dije que la Trucha estaba pasable aunque cerrada. La probé una primera vez, y.... fantástica. Luego bajaría por allí varias veces más.... la pala final, muy bien, con la típica nieve primavera que tan bien agarra y te da una sensación de seguridad, que bajas por cualquier sitio...
Tras el foso de los leones (nunca llego arriba del todo) la pala que baja hacia el remonte estaba malamente... al principio, más o menos, pero conforme avanzó el día.... había que ir buscando el camino entre piedras, charcos, matojos... pero el resto de la pista, incluida la pala fuerte merecían la pena.... incluso aunque hubiera que haber hecho los últimos 100 m andando con los esquís a cuestas. ¿No es eso lo que hacemos cuando cogemos el telecabina Borreguiles y nadie se queja?
Por la parte de la izquierda según se baja la cosa estaba mejor; quiero decir, que no llegaba a haber ningún tramo escaso de nieve. Las bajadas eran maravillosas tirases por donde tirases. Todas las pistas abiertas estaban fenomenal de nieve, y se mantuvieron bien hasta bien tarde, digamos las 3 cuando ya en las partes más bajas la nieve estaba demasiado blanda.... pero la fantástica nieve del resto compensaba con creces el pequeño sufrimiento del final.
En la siguiente foto se ve la pala final de la trucha; en esa zona había que ir buscando el camino. La foto es del final del día; tras esa subida no me dejaron meterme de nuevo; hubiera sido la bajada nº 13...
De todo lo que bajé (que fue todo bueno) me quedo con las bajadas por la parte cerrada de W y la trucha, sobre todo las más tardías..... ¡qué cremita de Sierra Nevada me encontré por allí! ¡Qué sensación más agradable esquiar esa nieve casi intacta, suave, segura....! Es sin duda lo que más me gusta del esquí.
Bueno, la bajada por Panorámica tampoco estuvo mal.... Sin embargo, de Borreguiles para abajo (eran más de las 4) ya la nieve estaba muy blanda y amontonada; esto unido a la debilidad de mis piernas....
Como ya habían terminado las competiciones todas las pistas estaban abiertas. Aquí se ve la pala final de Granados:
Cogí el Stadium dos veces, bajando por Rebeco + Granados (fantástica) y luego por Pala de entrenamiento (fantástica) + Granados y me fui por Maribel (puffff.....) hasta donde tenía el coche. Me quité los esquís a 20 metros del coche.... a eso de las 5:10 de la tarde; fueron 8 horas de esquí inolvidables.
Y eso fue todo Un buen día de esquí.
¡enhorabuena!