Las calles de Revelstoke cada día con más nieve acumulada.
8 horas de trayecto dan para muchas paradas, aquí Ana posando en una de estas.
Paisajes áridos durante el recorrido.
Ya en Whistler, esta es la fachada de nuestro alojamiento para otros dos días. Hotel Adara reservado con Booking.com, 140 euros habitación doble por noche, bastante cara pero a cambio estaba a pie de pistas en pleno epicentro de Whistler, algo importante en esta megaestación. Siendo un viaje de Luna de Miel tiene que haber de todo, de vez en cuando hay que alojarse en hoteles caretes.
La habitación satisfacía perfectamente su precio, tenía hasta Playstation xDD. Por cierto, no os he comentado que generalmente todos las habitaciones de hotel, que hemos tenido durante todo el viaje, iban equipadas con microondas, frigorífico, internet... Normalmente, comíamos siempre en los restaurantes de las estaciones de esquí y cenábamos en las habitaciones de los hoteles, comprando todo lo necesario en los supermercados y asi ahorrar dinerito.
Al anochecer dimos una vuelta por la olímpica Whistler. Es una pasada de ciudad, es así un rollo a pie de pistas como la zona de la plaza Andalucía en Sierra Nevada pero... tres veces más grande y con muchos edificios más. En Whistler habían muchísimas tiendas, restaurantes, supermercados... hay de todo. Al que le guste ir de shopping aquello es el paraíso, calles abarrotadas de gente de todas las nacionalidades posibles: estadounidenses, canadienses, japoneses, alemanes, rusos, ingleses, mexicanos, austrialianos.... Los españolitos somos una especie en extinción por allí jeje, aunque alguno hay.
Las calles están perfectamente decoradas con luces rollo "navidad" en los árboles. En la plaza olímpica, donde hace tan solo 2 años en estas mismas fechas se hacía las entregas de medallas, hay una pista de patinaje sobre hielo.
El lugar más fotografiado de Whistler son estos aros olímpicos, que nos recuerdan que esta ciudad fue sede de los J.J.O.O. de Vancouver 2010.
Al día siguiente, esto no estaba previsto pero es típico en las Lunas de Miel, decidimos continuar debajo de las sabanas de nuestra cama unas horas más. Por tanto no esquiamos y disfrutamos de nuestro segundo día sin esquí consecutivo. Aprovechamos para ir al hot-tub de nuestro hotel y descansar otro poco.
Después, otra vueltecita por la ciudad, esta vez de día.
Vista de la plaza olímpica.
Después, comidita 100% americana en un bar junto a las pistas.
Al día siguiente, ya se acabaron las tonterías, toca ponerse serio y esquiar en la mítica Whistler-Blackcomb, la mejor estación de Canadá o la más grande, la más emblemática e internacional y la que mayor desnivel ofrece de toda Norteamérica, más de 1800m.
Para ver el mapa en grande pincha aquí: http://media.intrawest.com/whistler/maps/trailmap1112.pdf
Y esta era la imagen que nos ofrecía de buena mañana.
Whistler-Blackcomb se compone de dos montañones del mismo desnivel. A priori al ver el mapa puede dar lugar a pensar que es poca cosa, luego una vez en pistas es cuando te das cuenta que se tratan de dos montañones gigantescos que nos te los acabas nunca. Los remontes en este dominio si eran muy buenos, casi todo desembragables.
Esta estación le gustó mucho a Ana.
Nieve había para aburrir. Los árboles estaban cargaditos y las vistas eran espectaculares.
Esta estación si tenía muchos remontes, era más rollo Europa.
Cota máxima en la montaña de Whistler, esta es la zona del glaciar donde se puede esquiar incluso en Verano.
Las nieve en estas alturas era de otro planeta, montones y montones de nieve por todos los lados.
Fijaos que pistas !!
Nos salió un día nublado e incluso nevó a partir del medio día.
Pero nada nos iba a impedir disfrutar de esta maravillosa estación.
Te quitabas un momento los esquís para hacer unas fotos...
y capturabas imágenes como esta...
... o como esta !!
Estas amables personas daban información a todo aquel que la necesitara.
No nos podíamos ir de la estación sin visitar el famoso telecabina "Peak 2 Peak", una obra maestra de la ingeniería que une ambas montañas y que hace fácil el poder cambiarte según te interese.
Esta es la estación de Whistler donde se coge el "Peak 2 Peak".
Es escalofriante el ir suspendido a más de 400 metros del suelo, este remonte tiene varios records mundiales, entre ellos el de mayor tramo libre "sin pilonas", nada menos que 3 km de distancia de una torre a la otra.
Aquí Ana en el interior de las espaciosas cabinas.
Después, otra vez a bajar por el powder.
Las vistas son increíbles.
Aunque el día siguió muy nublado.
Aunque poco importaba, ¿verdad Ana?
Es una estación flipante, muchos remontes entre los árboles y por cualquier lado.
Lamentablemente se puso a nevar ya con fuerza a partir de las 15:00 y por arriba no había visibilidad. No pudimos ver toda la estación, esta era demasiado grande para ver en un solo día. Aun así esquiamos en las dos montañas y vimos más que suficiente. Aquí ya bajando a la base de la estación, donde se puede ver el núcleo de la ciudad de Whistler.
Este es el típico panel informativo de remontes abiertos, todo abierto al 100%. Sin duda volvería a Whistler, es de las estaciones que más me ha gustado de Canadá. Pienso que de todas las visitadas hasta el momento esta era la más juego daba, si querías jugar entre árboles podías, heli-ski también, en pistas y remontes es la más completa, apre-ski y shopping todo el que quieras... en fin, para mi es la más completa, aunque tiene más encanto Revelstoke o Lake Louise.
Al acabar, 2 horas de viaje en coche y nos alojamos 2 noches en la ciudad de Vancouver, capital del estado British Columbia, tiempo que aprovechamos para visitar esta moderna y olímpica ciudad. Nos alojamos en hoteles a las afueras de la ciudad y cerca del aeropuerto, también reservados en Booking.com, los precios muy baratos, solo 55 dólares por noche por habitación doble. El coche de alquiler lo cogimos en Calgary, pero lo devolvimos en el aeropuerto de Vancouver, esta es una posibilidad importante a tener en cuenta para planificar tu viaje a Canadá.
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